El Mundo

7 noviembre, 2019

España vuelve a las urnas con más dudas que certezas

Según los sondeos el PSOE no estiraría su mayoría, Unidas Podemos resiste a la irrupción de un nuevo partido de su ex dirigente Iñigo Errejón. La derecha crece con el PP y los ultras de Vox a costas de Ciudadanos. La situación en Cataluña complicará los pactos postelectorales.

Luciano Coccio*

@LuchismoD

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Este domingo España celebrará las segundas elecciones generales del año y las encuestas prevén un resultado que necesitará de acuerdos para formar Gobierno. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) podría lamentar la repetición al no ampliar su bancada, el Partido Popular (PP) sería quien más provecho obtendría, que junto a Vox se quedarían con la mayoría de los votantes de Ciudadanos (C’s). 

El mejor momento de Pedro Sánchez, líder del PSOE, en las encuestas fue en plenas negociaciones con Unidas Podemos (UP) allá por el mes de julio. Tal vez por eso se arriesgó a volver a pasar por las urnas con la intensión de salir reforzado bajo el relato de que Pablo Iglesias y los suyos impidieron que haya un Gobierno progresista en España. En el único antecedente similar Mariano Rajoy (PP) sí pudo ampliar el número de diputados de las elecciones de diciembre de 2015 a junio de 2016: sumó 14 escaños reafirmándose como el candidato más votado.

Otro mal cálculo de los socialistas podría ser el resultado de UP. Según las encuestas es probable que el partido de Iglesias pierda diputados en relación a las elecciones del 28 de abril, pero, en el peor de los casos, serían diez. Por tanto se mantendría un bloque importante, de más de 30 escaños, a la izquierda del PSOE. 

Tampoco se midió bien la irrupción de un nuevo partido de izquierda, Más País. Íñigo Errejón, ex número dos de Podemos, decidió dar el salto a la política nacional española luego de una breve experiencia en la región de Madrid. La propuesta se presentó como una solución al bloqueo que los propios partidos de izquierda habían generado. 

Muchos ex miembros del partido morado se sumaron a la nueva candidatura que también llegó a acuerdos con partidos autonómicos (regionales) que anteriormente habían compartido lista con Podemos. Más allá del ruido que generó, el partido de Errejón no pasaría de cuatro o cinco diputados, por lo que no llegará a tener grupo parlamentario propio. 

En el bloque de la derecha el PP, con Pablo Casado, es quien podría aprovechar que los españoles vuelvan a elegir. Después del fracaso de las elecciones de abril, cuando su partido perdió casi la mitad de parlamentarios y apenas aventajó a C’s por 10 diputados, ahora podría recuperarse. Los sondeos coinciden en que los conservadores conseguirán entre 86 y 100 representantes.

Los votantes no se multiplican sino que se mueven. Que el PP crezca a costa de C’s no asombra, lo que sí sorprende es que la extrema derecha Vox también sume en detrimento de los liberales. La formación de Albert Rivera podría no llegar a los 20 diputados, según los estudios demoscópicos solo el 48% de sus votantes lo volverá a acompañar el domingo.

La irresponsabilidad de los conservadores y liberales de firmar acuerdos de Gobierno en distintos municipios y regiones con la complicidad de Vox, terminó por blanquear a una organización xenófoba, que niega el cambio climático, la violencia machista y revindica la dictadura franquista. Tras la elecciones de abril muchos creyeron que Vox se desinflaría pero ahora podría alcanzar los 40 diputados e incluso ser el tercer partido más votado de España.

No habrá gobierno sin coalición

Los estudios preelectorales coinciden en que los bloques de izquierda y derecha serán igual de incapaces de alcanzar una mayoría suficiente para formar Gobierno. Por el lado de la izquierda PSOE, UP y Más País sumarían más que la derecha pero menos que  en abril. El grupo de la derecha, el llamado “trifachito” (PP, C’s y Vox) mejoraría en parlamentarios pero todavía más lejos de los 176 de la mayoría absoluta. 

No obstante, formar un Gobierno de izquierda, en la aritmética parlamentaria, podría ser factible con el comodín de los partidos nacionalistas vascos y catalanes. Un acuerdo entre Sánchez, Iglesias y Errejón sí podría motivar una abstención del Partido Nacionalista Vasco y de Esquerra Republicana de Catalunya.

Eso, en cambio, es imposible para el “trifachito”. Si PP y C’s quiere formar un Ejecutivo que implique, aunque sea por abstención, a Vox no encontrará aliados en el Congreso. Especialmente cuando en distintos debates los candidatos de Vox anunciaron que si por ellos fuera ilegalizarían a todos los partidos independentistas.

Cataluña en debate

El tema catalán, como últimamente sucede en todas elecciones, es el principal tema en el que giran las campañas. Con la sentencia del juicio al procés publicada tres semanas atrás y las constantes manifestaciones que desencadenó ésta en Cataluña, la derecha apostó por un mensaje patriótico donde la unidad de España estaría por encima de todo.

Sánchez también organizó su campaña en torno a Cataluña. En primer lugar utilizó, tanto como las derechas, las manifestaciones que terminaron con altercados callejeros para definir al movimiento independentista como violento y por tal motivo negarse a dialogar con el Gobierno catalán. Así encontró la excusa perfecta para no meterse en problemas hasta el domingo y de paso abonar el relato para una posible acuerdo postelectoral con el PP y C’s.

En el único debate con los candidatos presidenciales Sánchez volvió a plantear, a pesar de sistema parlamentario español, que el partido más votado debería, si no hay otro acuerdo posible, gobernar. Por lo que pidió la colaboración de conservadores y liberales. 

Con respecto a Cataluña sorprendió con tres medidas más propias de la derecha que siempre están denunciando un adoctrinamiento del nacionalismo catalán. Por tanto, propuso incorporar en la enseñanza una asignatura “con valores civiles, constitucionales y éticos”; modificar la Ley Audiovisual General para “acabar con el uso sectario del independentismo” de la televisión catalana e incorporar el delito de referéndum ilegal en el Código Penal.

Habrá que esperar hasta el domingo a la noche para saber si las empresas demoscópicas han ido acertando o quedaron fuera de juego. La participación será clave, sobre todo de los votantes de izquierda, según el Centro de Investigación Sociológicas un 70% más de personas, en relación a abril, no sabe si el domingo irá a votar. El mismo estudio dice que hay un 30% de indecisos.

* Desde Madrid

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