7 noviembre, 2019
En medio de denuncias y polémicas renunció el ministro de Defensa de Colombia
Guillermo Botero, dejó su cargo para evitar que el Senado apruebe una moción de censura en su contra tras las denuncias sobre el asesinato de ocho niños en un operativo militar realizado contra de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Luego de 15 meses al frente de la cartera de Defensa, el abogado y empresario Guillermo Botero presentó la renuncia a su cargo. Lo hizo tras el debate de moción de censura llevado a cabo este martes en el Congreso. El senado aportaría los 55 votos necesarios para aprobar este recurso constitucional que lo obligaba a renunciar.
En el transcurso del debate en el recinto, Roy Barreras, senador del Partido de la Unidad Nacional, fuerza dirigida por el ex presidente Juan Manuel Santos (2010-2018), presentó documentación que involucra a Botero en el ocultamiento de la muerte de niños y niñas durante un bombardeo llevado a cabo contra un grupo disidente de las FARC en el municipio de San Vicente del Caguán, del departamento sureño de Caquetá.
Según esta información, procedente del Instituto Nacional de Medicina legal, en el operativo militar realizado en septiembre pasado murieron 15 personas en total. Ocho eran menores de edad, incluida una niña de doce años, mientras que dos cuerpos todavía permanecen sin poder ser identificados.
Una gestión controversial
Sin embargo, este no es el único hecho polémico durante la gestión del ahora ex ministro. Según denunció la Organización Indígena de Colombia (OIA), desde que Iván Duque asumió la presidencia del país y desde que Botero estuvo al frente del Ministerio de Defensa, con el crimen de Luis Enrique de la Cruz Suárez, ocurrido este miércoles en el Bajo Cauca antioqueño, ya son 135 los indígenas asesinados en el país.
En estos últimos veinte días, 13 líderes y lideresas indígenas han sido ultimados. Uno de los casos más resonantes tuvo lugar el pasado 29 de octubre cuando en el municipio de Toribio, también en la región del Cauca, uno de los territorios de mayor militarización, fue asesinada la lideresa y autoridad de la comunidad Nasa, Cristina Bautista, junto a otros cuatro guardias indígenas.
La ineficacia para controlar la crisis humanitaria en estos territorios y las denuncias de la Guardia Indígena de la región acerca del nexo entre las fuerzas públicas y grupos paramilitares ligados al narcotráfico, se sumaron al prontuario del ex funcionario que tampoco se agota allí.
El asesinato de Dimar Torres, guerrillero desmovilizado de las FARC, ocurrido en abril pasado en el departamento de Santander, fue otro de los casos polémicos que lo involucran. Según su versión, Torres habría muerto al intentar desarmar a un policía. Sin embargo, investigaciones posteriores de la Fiscalía General de la Nación contradijeron sus dichos al demostrar que se trató de un asesinato perpetrado por miembros del Ejército.
¿Quién es Botero?
Abogado y empresario de 71 años, Botero era uno de los hombres más cercanos al presidente Iván Duque por lo que su renuncia significa para muchos una derrota política para el primer mandatario y el fracaso de su política de seguridad.
Sin experiencia política previa, el ex funcionario fue durante 15 años presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) y es señalado como un “halcón” del ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010). Por esa razón, según afirma la oposición, fue puesto al frente de uno de los ministerios más importantes de Colombia que lleva la responsabilidad de hacer frente a conflictos armados internos.
Mientras estuvo en el cargo, Botero señaló que los asesinatos de los líderes sociales estaban vinculados al narcotráfico y a la guerrilla, todo ello sin ninguna prueba. También propuso judicializar la protesta social.
Durante su gestión, una denuncia del diario norteamericano The New York Times en mayo pasado, sacó a la luz la existencia de órdenes por parte de la comandancia del Ejército para matar, capturar o forzar la rendición de grupos criminales. Directrices similares a las que desembocaron en los más de cinco mil civiles asesinados en los llamados “falsos positivos”. Botero negó la existencia de dichas medidas pero las mismas fueron publicadas posteriormente y tuvieron que ser derogadas.
Acusado de imprudente y de falta de cintura política en el manejo de los asuntos de orden público, era uno de los miembros más discutidos del Gabinete de Duque. Con su renuncia evitó convertirse en el primer ministro del país en ser cesado del cargo por la vía de la moción de censura.
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