6 noviembre, 2019
Alcaldesa boliviana: «Si quieren matarme, que me maten»
Grupos de choque de la derecha que exigen la renuncia del presidente Evo Morales secuestraron a Patricia Arce Guzmán, jefa comunal del municipio de Vinto. La pintaron y la obligaron a marchar exigiéndole la renuncia. Finalmente la policía la rescató.

Las acciones violentas de la derecha boliviana se incrementan día a día desde las elecciones del 20 de octubre, que el presidente Evo Morales ganó con el 47,08% frente al 36,51% de su principal adversario, Carlos Mesa. La oposición, que primer reclamó que haya una segunda vuelta -a pesar de que la diferencia fue superior a diez puntos- ahora directamente ha pasado a pedir la renuncia del jefe de Estado desconociendo el mandato de las urnas.
En ese contexto, este miércoles recorrieron el mundo los videos del brutal ataque a la alcaldesa de Vinto, Patricia Arce Guzmán. La funcionaria pertenece al Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Evo, por lo que fue atacada por grupos de choque derechistas que además incendiaron el edificio de la Municipalidad.
Los agresores la secuestraron y la pintaron de rojo. Luego la obligaron a marchar exigiéndole su renuncia.
En medio de gritos y mientras le impedían moverse, Arce Guzmán declaró: «No tengo miedo por decir mi verdad. Y estoy en un país libre. Y no voy a callar y si quieren matarme que me maten… Por este proceso de cambio voy a dar mi vida».
Tras varias horas de ser torturada y humillada, las fuerzas de seguridad pudieron liberarla y rescatarla sana y salva.
Un intento de golpe de Estado
El sábado pasado el presidente del Comité Cívico del departamento boliviano de Santa Cruz, Fernando Camacho, le dio un plazo de 48 horas al presidente Evo Morales para que presente su renuncia y amenazó con tomar medidas en caso de que no cumpliera.
En ese discurso, el dirigente opositor también había llamado a los militares a levantarse contra el gobierno. Sin embargo el Comando de las Fuerzas Armadas de Bolivia respondió con un comunicado en el que aseguró que los soldados “velarán por el mantenimiento de la democracia, la unidad del pueblo boliviano y la integridad de la soberanía nacional”.
Cabe recordar que el gobierno accedió al pedido original de la oposición de realizar una auditoría de las actas electorales y le pidió a la Organización de Estados Americanos (OEA) que la lleve a cabo. El proceso comenzó hace una semana.
A pesar de esto, Mesa y sus partidarios dijeron que no reconocerán tampoco el informe del organismo internacional.
Las declaraciones de Camacho pidiendo la renuncia de Morales unas horas después arrojaron luz sobre las intenciones de fondo de las protestas opositoras. Lo que está en curso es un intento de golpe de Estado.
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