24 octubre, 2019
Jorge Sharp: “En Chile la política voló por los aires y la única salida es un cambio de modelo”
En esta entrevista el alcalde de Valparaíso destaca que la crisis que se vive en su país es un punto de quiebre en la historia chilena y aseguró que “el actual sistema institucional no va a servir para procesar esto” porque “no tiene como”.

Desde el viernes pasado que Chile está movilizado. Miles de personas han salido a las calles a protestar, primero contra el aumento del boleto del metro de Santiago, pero luego contra un modelo económico que ha generado enormes brechas de desigualdad.
Las manifestaciones se han dado en todo el país, “desde Arica a Punta Arenas”, como señaló el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, en diálogo con el programa “No vuelven más” de FM La Patriada. Además afirmó que se trata de un reclamo que apunta a los fundamentos del “modelo chileno”. “El sistema político está en una completa crisis, carece de legitimidad. Es parecido a lo que pasó en 2001 en Argentina”, sentenció.
– ¿Cuál es el análisis general, la radiografía de lo que está pasando hoy en Chile?
– Chile es una fábrica de desigualdad y de alguna manera dijo “no más”. Algo que partió de la evasión de un grupo de jóvenes del subte santiaguino terminó transformándose en una de las protestas más grandes de la historia del país.
Prácticamente todas las ciudades, desde Arica a Punta Arenas, han tenido protestas pacíficas.
La forma en que el presidente ha respondido a esto es la de la violencia, la de generar polarización, declararle la guerra a la gente que está manifestándose, que es todo el país. Hemos tenido una semana donde el discurso central es el de la violencia, el de la represión y se ha hablado poco de los problemas de fondo.
Aquí la gente se levantó por dos grandes temas: en primer lugar por la precariedad de la vida, el sueldo mínimo no cubre la canasta familiar. Tu tienes que decidir si comer, pagar la luz o salir. Entonces la población termina endeudándose con tasas usureras. Tenemos al 70%, 75% de la población endeudada.
Y lo otro por lo que se levanta la gente es por los privilegios de la élite política sorda que le ha dado la espalda, y los privilegios principalmente de la élite económica. Chile es una fábrica de súper ricos. Los ricos son muy muy ricos. El 0,5% expresa el 45% del Producto Bruto Interno.
Todas esas cosas comenzaron a estallar y se instaló en Chile, más allá de que las protestas puedan apaciguar qué es lo que queremos todos también. Yo soy alcalde y mi ciudad está sufriendo muchísimo. La gente está muy tensa. No hay chileno o chilena que no esté golpeada por esto. Es una situación social muy compleja.
Pero al final lo que la gente cuestiona es el neoliberalismo. Por eso la salida que propone el presidente no es la que corresponde, no es la adecuada.
Por eso el sistema político está en una completa crisis, carece de legitimidad. Es parecido a lo que pasó en 2001 en Argentina.
– Este estallido social tiene sus antecedentes en los levantamientos estudiantiles de hace algunos años ¿Cuál fue el proceso desde entonces y cómo se puede capitalizar esto políticamente?
– Yo creo que la política voló por los aires. Esta política, de estos partidos, del actual sistema institucional no va a servir para procesar esto. No tiene cómo.
Voy a poner un ejemplo. La gente está demandando mejores pensiones, pero para que esto suceda tenemos que terminar con las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), pero este gobierno no va a terminar con las AFP. Porque eso supone tocar los intereses de la élite económica.
¿Qué propuso el presidente en su cadena nacional? Un aumento de 20 mil pesos, que serían 35 dólares. Y aquí los adultos mayores tienen una pensión de 120 mil pesos. Con eso no pueden vivir.
La única salida que tiene esto es un cambio completo del modelo. No tengo una perspectiva maximalista, pero hay que cambiar el rumbo. Decir que esto ya no funcionó y hacer otra cosa pero la política actual eso no lo puede procesar.
Entonces las manifestaciones van a calmarse pero el problema va a seguir.
– ¿Creés que esta crisis puede llevarse puesto al gobierno de Piñera?
– Creo que el gobierno del presidente Piñera ya terminó. Independientemente de los dos años que le quedan por delante en el cargo.
Estoy viendo el canal público chileno, que no es tan público y hay tres imágenes: Punta Arenas, al sur, mucha gente en la calle. En el centro de Santiago, miles de personas. Y ahora tengo una imagen de Las Condes, una de las comunidades más ricas, donde también hay gente protestando. Eso nunca había pasado en la historia de Chile, ni siquiera en la década del ‘70. En esa época salían para hacer caer a Salvador Allende.
– Se han difundido varias denuncias de violaciones a los Derechos Humanos ¿Cómo ha sido el accionar de las fuerzas de seguridad en el marco de las protestas?
– La constitución de Augusto Pinochet (esto es irrisorio, sigue rigiendo en democracia) le da al presidente la facultad para decretar lo que son los Estados de excepción y hay uno que es el Estado de emergencia que rige en casi todos los territorios. Esto habilita a sacar a los militares a las calles.
Casi todas las capitales de las regiones de Chile tienen toque de queda. Acá en Valparaíso comienza a las seis de la tarde, en otros lugares es a las ocho.
En algunas ciudades las fuerzas de seguridad han logrado evitar saqueos, en otras ciudades como esta no. Y también hay un fuerte cuestionamiento a los policías y militares por violaciones a los derechos humanos. Eso efectivamente está pasando, pero hay muy poca información.
– Como alcalde de Valparaíso ¿Cuáles son tus responsabilidades y cómo lo estás llevando?
– Nuestro deber es mantener la municipalidad funcionando y la ciudad. Ese es mi deber, proteger a mi gente, a los vecinos y eso se traduce en varias acciones. Una de las más importante es el retiro de la basura. Mantener los centros de salud abiertos, también las escuelas para que los niños puedan seguir recibiendo su comida. Eso no lo hemos podido hacer todos los días porque las manipuladoras de alimentos que trabajan allí fueron a la huelga. Tenemos contacto con las organizaciones gremiales y sociales para coordinar.
El gobierno nos dejó solos y estamos resistiendo, aguantando la ciudad hasta que esto tenga una salida. No es fácil, la gente no la está pasando bien.
Hay mucho dolor, personas que tienen miedo. El gobierno ha hecho todo mal.
– Hay una frase que circuló mucho en estas protestas que es “no son 30 pesos, son 30 años”. ¿Esa frase no le quita un poco de responsabilidad a Piñera en este momento y niega algunos momentos interesantes de gobiernos como el de Michelle Bachelet?
– Si, pero son responsables también. La Concertación de Partidos por la Democracia lo que hizo fue administrar el modelo de Pinochet y estas son las consecuencias. Hoy en día se pasean por todos los canales de televisión diciendo que están dispuestos a escuchar a la calle
¿Por qué no la escucharon antes? ¿Por qué no sacaron a las AFP? ¿Por qué no establecieron un sueldo mínimo decente? ¿Por qué dejaron que el agua se privatizara?
Tenemos un Código de Agua que le quita al Estado el manejo de sus aguas. Y la lista es gigante: la salud es para ricos, a la educación se accede mediante el endeudamiento. Y eso lo hizo la Concertación.
Evidentemente Bachelet no es lo mismo que Piñera. Pero la Concertación tiene una responsabilidad histórica. Todas las certezas de ese mundo político, el campo de la centroizquierda se cayeron a pedazos. No tienen que decir.
Yo tengo buena opinión de muchos políticos de ese campo pero ¿qué van a proponer si la gente no les cree? ¿Por qué ahora? Que se pongan a la fila y hablen menos.
– ¿Cómo se enmarca la situación de Chile en el escenario de América Latina?
– Hay un momento de desestabilización completa en Latinoamérica. Tiene que ver con una lógica de traspasar todos los costos de la crisis del neoliberalismo hacia la región por parte de EE.UU. y todos los organismos financieros internacionales.
Lo que pasa en Ecuador tiene que ver con lo que pasa en Chile; y lo que pasa en Chile tiene que ver con lo que pasa en Argentina.
En general, donde existen crisis sociales agudas hay un presidente de derecha. Han tenido capacidad para ganar, pero no para gobernar.
– ¿Y qué opinás respecto a la denuncia de que la política de Venezuela está metida en las protestas de Chile?
– No, por favor. Voy a decir algo con todo el respeto: son unos estúpidos. No entienden nada.
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