8 octubre, 2019
Género y aborto, dos de los principales temas de la Corte Suprema de EE.UU.
En su nuevo período, la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos tratará una álgida agenda en materia de géneros y derechos. El máximo tribunal deberá fallar sobre la legalidad de los despidos por condición de género y una impugnación sobre una ley restrictiva del aborto en el estado de Luisiana.

Este martes la Corte comenzará a debatir sobre tres casos de despidos por condición de género. Según la sentencia que dicte, quedará establecido si el Título VII de La Ley de Derechos Civiles de 1964, que prohíbe la discriminación de los trabajadores por motivo de raza, sexo o religión, también cubre la orientación sexual y el cambio de género.
El caso más resonante es el de Aimee Australia Stephens, de 58 años, quien en el año 2008 le reveló a su esposa e hija que en realidad se sentía mujer desde los 5 años de edad. Les contó que a escondidas se vestía de mujer, que se sentía atrapada.
Su familia la entendió y apoya desde entonces, hoy son los principales impulsores de la demanda contra el dueño la funeraria Funeral Homes, Thomas Rost de Michigan, quien la despidió por ser transexual. Según argumentó, su condición de mujer resultaría “una distracción inapropiada” para el duelo de las familias, y sostuvo que además se trata de “un rechazo a los mandamientos de Dios”.
En la batalla legal, un primer juez falló contra el empleador. En tanto, la Cámara de Apelaciones de Cincinatti revirtió la decisión, por lo que el expediente llegó al más alto tribunal de justicia, de cuyo fallo capital resultará la última palabra.
La defensa insiste en que el despido es injustificado. Según otra resolución de la propia Corte, del año 1989: desvincular a un empleado por los estereotipos que el empresario tiene sobre el sexo es ilegal.
Existen otros dos casos que serán tratados en la misma línea. Conocidos como Bostock contra el condado de Clayton y Altitude Express contra Zarda, los tres sumarán una batería de denuncias contra la discriminación en el ámbito laboral estadounidense.
La Nueva Corte
Si bien en el año 2015 la comunidad LGBTTI de EE.UU. ganó una de las batallas más duras de la historia de las disidencias sexuales al consagrarse el matrimonio igualitario, el escenario del máximo tribunal erosionó a una forma más conservadora durante la administración de Donald Trump.
Recientemente alcanzó su punto más álgido con la designación de dos jueces supremos: Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh. Cabe destacar que sobre este último pesa un pedido de juicio político por parte de precandidatos demócratas por las reiteradas denuncias de abuso sexual que pesan en su contra.
Ambos conservadores cercanos a la línea del presidente norteamericano, inclinan la balanza de la justicia para el lado republicano y antiderechos. En los casos que serán tratados este martes, la administración de TRump tomó partido y representará a los empresarios para defender que el título VII no cubre la orientación sexual ni a las personas trans.
Así, las cosas, el fallo de la Corte Suprema dictará uno de los fallos más importantes para la comunidad LGBTTIQ en años.
Aborto
Otro expediente sobre el que debatirá el máximo tribunal de justicia norteamericano será el pertinente a una ley de restricción del aborto en el estado de Luisiana. Se trata de una ley aprobada en 2014 que establece que los médicos que realicen interrupciones de embarazos estén habilitados por un hospital ubicado en un rango de 50 km a la redonda.
Movimientos feministas y de derechos humanos apelaron argumentando que la medida provocaría el cierre de muchos de los establecimientos de salud dedicados a estas prácticas, llegando al punto de quedar una sola en pie, lo que significa una barrera para las cientos de mujeres que decidan abortar.
La norma, similar a una derogada en Texas en 2016, se enmarca en una avanzada de los gobiernos conservadores locales por erosionar el fallo Roe vs Wade de la Corte que aprobó la figura de aborto en 1973.
Como la única manera de revertir la decisión de los magistrados, es un nuevo fallo, las administraciones fueron sancionando leyes que controlan la actividad de las clínicas, médicos y profesionales.
En febrero de este año el tribunal supremo dejó sin efecto la restrictiva ley de Luisiana. Esa decisión se produjo cuando el juez Anthony Kennedy, centrista y tendiente a desempatar a favor de la amplitud de derechos, estaba entre los magistrados y antes de que los dos jueces del presidente Donald Trump, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh, se unieran a la corte.
La decisión, que llegará en plena campaña presidencial de 2020, permitirá evaluar si el tribunal cambia su posición sobre el aborto.
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