27 septiembre, 2019
El bachillerato Mocha Celis fue nominado a los Premios Democracia
La escuela de educación popular orientada a la comunidad travesti-trans competirá en la misma terna que Gabriela Diker, rectora de la Universidad de General Sarmiento, y el Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal de la Ciudad que enfrentó el proyecto de la UNICABA.

Organizados por el Centro Cultural Caras y Caretas, los Premios Democracia se otorgan cada año a personalidades e instituciones que han aportado al fortalecimiento del campo democrático. En cada terna, la elección de les ganadores se realiza a través del voto electrónico abierto; en caso de empate resuelve el jurado, presidido por Estela de Carlotto e integrado por las personas y representantes de instituciones premiadas en la edición anterior. Las ternas se organizan en varias categorías: Ciencia y Tecnología, Cine, Deportes, Derechos Humanos y Sociedad, Educación, Literatura, Música, Pensamiento Argentino, Periodismo Gráfico y Digital, Periodismo Audiovisual y Teatro.
Este año, se encuentra nominado en la categoría de Educación el Bachillerato Popular Travesti-Trans Mocha Celis. La terna se completa con Gabriela Diker (investigadora y docente en el área de Educación, rectora de la Universidad Nacional de General Sarmiento) y el Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal de la Ciudad (formado por les directives de los 29 institutos de formación docente amenazados por el proyecto inconsulto de la UNICABA).
El Bachillerato Popular Mocha Celis (“la Mocha” para sus conocides) nació formalmente en el año 2011 como un proyecto educativo y social único en el mundo. Se trata de la primera escuela secundaria para adultes pensada íntegramente desde una perspectiva de género y diversidad sexual, y orientada específica –aunque no exclusivamente– a las necesidades de la población travesti, transexual y transgénero.
La escuela toma su nombre de Mocha Celis, una travesti tucumana que en 1996 murió asesinada por la Policía Federal en la Ciudad de Buenos Aires, sin saber leer ni escribir. De modo que simboliza a la vez un homenaje, un reclamo y un desafío: un grito de “nunca más” frente a la exclusión sistemática del colectivo travesti-trans de los circuitos educativos, laborales y sanitarios, del acceso a una vivienda digna y a la justicia, entre otros derechos básicos. Esta exclusión, que comienza en el seno de las familias y es prolongada por el propio Estado, se suma a la discriminación y la violencia para desembocar en pésimas condiciones de vida, que en el caso de las feminidades travestis y trans se traducen en un promedio de vida de cerca de 35 años -la mitad del promedio de cualquier persona cisgénero (no trans) en Argentina-.
Ante este panorama desesperante, la escuela se planta como un proyecto colectivo que, tomando herramientas de la educación popular, trabaja para garantizar el acceso a la educación como parte del entramado integral de los derechos humanos. Para eso, además de otorgar el título de Perito Auxiliar en el Desarrollo de las Comunidades al finalizar el tercer año, la Mocha trabaja día a día para dar a les estudiantes herramientas de formación orientadas no sólo al crecimiento personal sino también, sobre todo, a concientizar que ese crecimiento sólo puede darse plenamente en un marco de acción colectiva libre de discriminación (incluyendo toda diversidad: sexual, etaria, étnica, cultural, etc.).
Así, las materias correspondientes al plan de estudios se articulan con innumerables actividades y programas, a menudo en colaboración con otras instituciones y actores sociales. Como ejemplo, pueden mencionarse la creación del área de Bienestar Estudiantil, a cargo de un equipo interdisciplinario que atiende diversas necesidades del estudiantado; el área de Inclusión Laboral y Continuidad Educativa, que se ocupa de capacitar a les estudiantes para confeccionar su currículum y encarar sus primeras entrevistas laborales; la realización, dos veces al año, de la “Mocha Fest”, un festival artístico y cultural a beneficio de la escuela; la articulación con hospitales y centros de salud para brindar campañas de vacunación, talleres y consultorios, tanto sobre temáticas generales como específicas de la población trans; la formación en emprendimientos productivos cooperativos, enlazada con la materia Proyecto Formativo Ocupacional; el trabajo conjunto con el programa ATAJO, para facilitar el acceso de la población a la Justicia; y –un punto clave– la producción de conocimiento en primera persona, plasmada en dos obras colectivas que vienen pisando fuerte.
Se trata del documental Mocha: nuestra lucha, su vida, mi derecho, realizado por la camada de egresades del año 2014, dirigido por Francisco Quiñones y ganador del premio internacional del Jurado en el Festival de Cine de Género y Sexualidad de Río de Janeiro; y del libro La revolución de las mariposas. A diez años de La gesta del nombre propio, en articulación con el Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad de Buenos Aires, para el cual les estudiantes recabaron y sistematizaron información cuantitativa y cualitativa sobre las condiciones de vida del colectivo trans en la CABA (retomando y profundizando así el gesto fundacional de Lohana Berkins cuando, junto con Josefina Fernández, editaron en 2005 el primer informe completo de este tipo).
Todas estas actividades y muchas más se llevan a cabo en el quinto piso de la Mutual Sentimiento, en el barrio porteño de Chacarita. La mutual funciona desde el año 1999 y en su edificio conviven más de 20 organizaciones comunitarias, educativas y cooperativas de trabajo. Desde 2011, han pasado por la Mocha más de 300 estudiantes, la mitad de elles trans (cabe señalar que las personas trans también integran el cuerpo docente y directivo).
La primera camada de egresades fue en el año 2014 y, desde entonces, ya se han recibido 150 personas. Gracias a distintos convenios y articulaciones, la escuela ha podido garantizar el acceso a un trabajo formal para más de 30 estudiantes y egresades, por ejemplo, en el Ministerio Público Fiscal, la Superintendencia de Seguros de la Nación y empresas del sector privado.
El sostenimiento de todos estos logros supone un enorme esfuerzo por parte de toda la comunidad educativa de la Mocha, ya que la escuela no cuenta con financiamiento integral por parte del Estado (que sólo reconoce los sueldos básicos de parte de la planta docente y directiva). Por ello, la escuela permanece abierta a recibir contribuciones que permitan sostener su trabajo educativo y de inclusión. La nominación a los Premios Democracia supone un gran reconocimiento en ese sentido.
Link para votar (hasta el 30/09): https://www.premiosdemocracia.org.ar/votar/
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