24 septiembre, 2019
El Justicialista, símbolo de la industria nacional y popular
Declarado de “interés histórico nacional”, la historia de este auto -fabricado en el país durante la primer experiencia de planificación estatal para un desarrollo industrial no dependiente- demostró la capacidad argentina de producir vehículos en serie.


Nicolás Castelli
El Justicialista, fabricado durante los primeros dos gobiernos de Juan Domingo Perón en Argentina (1946-1955) fue un auto destinado a satisfacer la demanda de un mercado interno cuyo parque automotor ya quedaba insuficiente y antiguo para aquella época.
Pero surgió también de la idea de un modelo de país que intentó fomentar el crecimiento de la industria nacional mediante la sustitución de importaciones para ahorrar divisas y lograr un desarrollo capitalista independiente, no sin obstáculos internos, externos y limitantes estructurales.
Fueron años donde el Estado retuvo un 10% de las exportaciones agrícolas para destinarlo a una industrialización masiva sobre la base del pleno empleo y el aumento salarial.
Además la industria aeronáutica desarrolló los Pulqui I y II, aviones sofisticados que hicieron de la Argentina el sexto país del mundo en diseñar y fabricar un avión a reacción, colocando esta producción al mismo nivel del MIG 15 soviético.
Eran tiempos de los Planes Quinquenales peronistas, una experiencia de planificación integral para sentar las bases de una industria nacional liviana primero y pesada después con miras a producir tecnología de punta. Y a la par brindar un sostenimiento estatal a la ciencia para formar a los y las profesionales que aplicarían el conocimiento al desarrollo del país.

Sin embargo, en 1952 -cuando se creó Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME), la empresa que fabricó el Justicialista- el país venía de tres años de crisis. Hacia 1949 los países centrales comenzaron a recuperarse luego de la Segunda Guerra Mundial. La demanda de productos argentinos comenzó a mermar y todavía la industria del país no tenía el suficiente capital acumulado por lo que continuaba dependiendo de insumos importados.
Se abrió entonces un período de cambios en el rumbo económico que se impulsó hasta ese entonces para adaptarse a un contexto más restrictivo. A esto se sumó la expansión de las multinacionales estadounidenses que ahogaban las posibilidades de economías en vías de desarrollo poniendo más obstáculos para el crecimiento de una economía estructuralmente dependiente como la argentina.
En el marco de un plan de estabilización, el gobierno creó la Comisión Nacional de Precios y Salarios cuya función fue vincular los aumentos salariales con los niveles de productividad y evitar incrementos de precios no justificados.
Había que gastar menos y ahorrar más. Bajo esa consigna se llegó a un consenso de aumentar la productividad sin afectar el desarrollo industrial del país y a diferencia del período 1946-1949 se transfirieron divisas de la industria a un campo en crisis.
Con la sanción de una nueva ley de inversiones extranjeras que, entre otras cosas, permitió remitir mayores utilidades al extranjero, en lo que respecta a la industria automotriz y otras se firmaron acuerdos con empresas multinacionales para el abastecimiento de determinados productos y así seguir la planificación del segundo plan quinquenal pensado para lograr el salto a la industrialización pesada.
***
La IAME era un organismo estatal bajo control militar creado por iniciativa del brigadier Juan Ignacio San Martín, ministro de Aeronáutica de Perón, quien le propuso a éste -ante la negativa de varias empresas automotrices extranjeras que sostenían que en Argentina sólo se podría ensamblar y no producir autos- la fabricación de automóviles de calidad y a precios populares por parte del Estado.
La empresa también diseñó prototipos tecnológicos, fabricó máquinas, herramientas y estimuló el desarrollo de muchas industrias privadas colaterales.
Este organismo autárquico, estaba integrado por 10 fábricas más que incluían la producción de: aviones, motores de aviones, motores a reacción, instrumentos y equipos tanto para aviones como para autos, paracaídas, hélices y accesorios, máquinas y herramientas para el área aeronáutica y automotriz, tractores, motocicletas y además un departamento metalúrgico que englobaba a todas.
Pero su gran logro era el Justicialista. Este dio cuenta de “la capacidad de crear un vehículo adaptado a las reales necesidades de nuestro país, utilizando nuestra tecnología para llenar una franja de mercado importante”, como sostuvo el decreto 1673 sancionado en el 2015 durante el gobierno de Cristina Fernández que lo declaró de “interés histórico nacional”.
Con carrocería de fibra de vidrio para alivianarlo, lo que era una novedad para esos tiempos, el Justicialista tuvo diferentes versiones de las cuales se hicieron solo 3730 unidades en los tres años que duró su producción. Asimismo se comercializaban en una red de concesionarias dependientes de la IAME.
El Sedan, la Chatita, el Furgón y el Sport, del que solo se fabricaron 167 unidades, son algunos modelos de la serie. A su vez, se hicieron prototipos del Gran Turismo Justicialista V8 -que estaba en el Salón de París, cuando estalló el golpe de Estado de 1955- y el Barchetta V8, que hoy se exhibe en eventos de coleccionistas.

Cuando estuvo lista la primera unidad, el 1° de mayo de 1952, en el centro de la ciudad de Buenos Aires se hizo “una exhibición con los productos (aún no fabricados en serie) de IAME, entre los que estaban dos Rastrojeros (pick up y rural) y los tres Institec (Sedan, Rural y Chatita). Inclusive, se hizo un documental llamado Nace una industria donde se mostraban los autos», según escribió Gustavo Feder, autor del libro Un siglo de autos argentinos. De los pioneros a la producción seriada.
Con el golpe de Estado de 1955 y la proscripción del peronismo era imposible que existiera un auto con este nombre y con el escudo partidario en el frente ya que con el decreto 4161 se prohibió toda simbología peronista pasando los vehículos a llamarse: Camioncito liviano, Sedán y Furgón Institec.
Pero además el gobierno militar abrió las importaciones, desfinanció las áreas de investigación y desarrollo, y en el caso de los autos, canceló la experimentación y la producción de los deportivos como el Justicialista Sport.
Tras varios decretos que modificaron su nombre y los ministerios de los cuales dependía, la IAME se cerró definitivamente en 1980 durante la última dictadura con la intervención del ministerio de Economía de José Martínez de Hoz.
Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.