24 septiembre, 2019
El bono que no fue y el que debería ser
El tire y afloje entre la CGT, el gobierno y las cámaras empresarias terminó por dar como resultado un adelanto salarial a cuenta de futuras paritarias. Les trabajadores no ganan.

El lunes por la noche, el gobierno anunció que se otorgará un bono de 5 mil pesos para trabajadores del sector privado, aunque se trata de un adelanto salarial a cuenta de las paritarias que deberán llevarse a cabo en el próximo tiempo. Mientras tanto, desde el sector empresarial siguen acotando el anuncio y lo rebajan a las unidades productivas que “puedan” pagarlo. La Confederación General del Trabajo (CGT), por su parte, no ha realizado ningún posicionamiento público hasta el momento.
Luego del anuncio de la Casa Rosada sobre el acuerdo al que llegó con las cámaras empresariales y la central obrera, fueron los mismos empresarios quienes evitaron hablar de un “bono”, ya que se tratará de un “aporte obligatorio de recomposición salarial de 5 mil pesos no remunerativo, a cuenta de futuros aumentos”, según reseñó Infogremiales.
La Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) aclaró esta mañana que se tratará efectivamente de una “recomposición salarial” de 5 mil pesos, y además pidió que sea en al menos cinco cuotas. Recién en las próximas horas se conocerá el plazo definitivo que se establezca para abonar dicho monto, tras una nueva reunión entre los representantes de cada sector.
Jorge Duarte, periodista especializado en temas laborales, adelantó que la “letra chica”, que publicará el Ministerio de Trabajo y Producción durante la tarde, no incluirá a trabajadores del sector agrario ni doméstico, y el monto se abonará “en octubre o como lo determinen las partes facultadas a negociar colectivamente”, es decir, como resultado del acuerdo entre gremios y empresas.
Al respecto, el secretario general de la Unión del Transporte Automotor (UTA), Roberto Fernández, explicó en diálogo con Futurock que con este acuerdo “el trabajador pierde lo poco que le dan, porque se lo come la inflación”.
En cambio, para el presidente de la UIA, Miguel Acevedo, la adenda era “una manera de paliar y volver a tener algo de poder adquisitivo”. En tanto, explicó que “el que pueda pagarlo ya, la empresa que tiene capacidad, lo va a hacer ya; y la que no pueda lo irá viendo en el transcurso de estos dos o tres meses”.
El vice de la misma entidad, José Urtubey, destacó el rol conciliador de la CGT: “Es consciente de la grave situación que estamos pasando”, y agregó que el bono no le servía a los trabajadores ni a los productores. “Es muy pesado para las empresas y no es suficiente para los trabajadores. Para que esto mejore va a haber que sentarse y llegar a un pacto social”, subrayó.
¿De cuánto tendría que ser el bono?
Según el análisis del Centro de Economía Política para la Argentina (CEPA), la medida propuesta por el gobierno sólo alcanzaría para reponer el 35 por ciento del poder adquisitivo que se comió la inflación durante el segundo semestre de este año.
«El efecto del incremento en las expectativas inflacionarias (que pasan de 40% a 55%) implica que si se quisiera equiparar el poder de compra habría que adosar en septiembre de 2019 la suma de 14.480 pesos», sostiene el CEPA y recuerda que el bono actual tiene “el mismo valor nominal que hace un año, cuando la inflación interanual acumula un 55%”.
A su vez, explica que al ser no remunerativo, permitirá a los empleadores aliviar su carga pero dejar de aportar a la ANSES y a las obras sociales.
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