18 septiembre, 2019
Bolivia se prepara para la producción industrial de litio
Con Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), la empresa estatal creada en 2008 por Evo Morales, se espera proyectar al país como el cuarto productor mundial y el segundo de Sudamérica para 2021.

El gobierno boliviano apunta a que la actual planta piloto de litio en Llipi, en el municipio de Uyuni, departamento de Potosí, comience a fines del 2020 con la producción industrial del metal alcalino para lograr «una capacidad de producción de 15 mil toneladas», explicó Marco Antonio Condoretty, ingeniero químico y jefe de implementación del proyecto.
Bolivia cuenta con el Salar de Uyuni, el mayor desierto de sal del mundo, para evaporar sales y extraer el litio para formar, junto con Chile y Argentina, el llamado «Triángulo del litio» que con Australia y China conforman el grupo de los mayores productores mundiales del “oro blanco”.
La explotación de este metal, el más liviano y con menor densidad de los elementos sólidos de la tabla periódica, solo ocupa el 3% de este mar de sal y utiliza «tecnologías limpias», afirmó Condoretty.
«Por ley, en Bolivia solo Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) puede explotar los recursos evaporíticos», detalló el ingeniero, lo que a su vez garantiza que «la ganancia se quede en el país». En este sentido, el litio sigue el mismo modelo de explotación de los hidrocarburos nacionalizados en 2006 por el gobierno de Evo Morales.
Para dar este salto productivo, YLB firmó acuerdos con la empresa alemana ACI Systems para que traigan tecnología y poder producir hidróxido de litio y fabricar materiales catódicos y baterías de este metal «made in Bolivia» destinadas al mercado europeo.
Usado para fabricar harinas, cerámicas y medicamentos, este elemento se utiliza particularmente para la elaboración de las mencionadas baterías y es un metal clave en la industria electromotriz que lidera China, el principal consumidor de carbonato de litio del mundo.
Se estima que para el 2025, el gigante asiático necesitará unas 800 mil toneladas anuales para satisfacer la demanda creciente de vehículos eléctricos.
En lo que se refiere al impacto ambiental, la extracción del litio no difiere de la de otros minerales. Pero a la vez juega un rol clave en la nueva revolución tecnológica basada en la utilización de energías renovables para disminuir el incremento de gases de efecto invernadero y frenar el calentamiento global.
Por eso, como señaló Pablo Solón, director de la Fundación Solón y del Observatorio Boliviano de Cambio Climático y Desarrollo “la popularización de vehículos eléctricos puede reducir paulatinamente las emisiones de gases de efecto invernadero y así contribuir a frenar el cambio climático, la extracción de litio, si es realizada de forma excesiva, puede tener el efecto contrario”.
Al respecto, los ambientalistas ya adviertieron sobre las posibles consecuencias para los ecosistemas vivos que albergan los salares, debido a la enorme extracción de salmueras (agua salada) que necesita el proceso.
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