11 septiembre, 2019
Es momento de hablar de la reforma agraria integral
De cara a un nuevo gobierno, los trabajadores y trabajadoras de la tierra sostienen la necesidad de un programa político que contemple la justa distribución de la tierra y un proyecto de país soberano e independiente.

La Federación Nacional Campesina (FNC), el Frente Agrario Evita, el Movimiento de Trabajadores Excluidos, rama rural (MTE Rural-CTEP) y el Movimiento Campesino de Liberación sacaron este miércoles una declaración en la que se posicionan llamando a la necesidad de una Reforma Agraria Integral y Popular.
“La política argentina tiene un gran tabú: la distribución desigual e injusta de la tierra en nuestro país. Como organizaciones que nos encontramos en unidad en la defensa de los derechos de los campesinos y campesinas, pequeños y medianos productores y productoras y pueblos originarios; nos sumamos al debate respecto a este tema tan importante. Para nosotros y nosotras no es un debate nuevo, es la piedra fundamental de nuestras luchas diarias”, comienza el comunicado.
Las organizaciones destacan que el sector de la agricultura familiar produce más del 60% de los alimentos frescos que consume la población, y lo hace en condiciones de trabajo muchas veces insalubres. Remarcan además que este trabajo se encuentra oculto e invisibilizado detrás de esa idea de “campo” que representa a aquellos sectores concentrados que ante la propuesta de una reforma agraria salieron a desestimar su importancia.
Asimismo, muestran cómo esta concentración de la tierra se remonta a cientos de años cuando se impuso la propiedad privada por sobre las formas colectivas propias de los pueblos originarios. “Hoy en la Argentina el 0,94% de los dueños de las mayores extensiones poseen el 34% de la tierra productiva. O sea que un puñado de familias se reparte millones de hectáreas, en su mayoría puestas a disposición del agronegocio transnacional”, sentencian.
Lejos de una mera denuncia estas organizaciones avanzaron en propuestas concretas. En mayo de este año se reunieron junto a otras organizaciones del campo popular, referentes y académicos en el marco del “Primer Foro Nacional por un Programa Agrario Soberano y Popular” y elaboraron planteos para el próximo gobierno en función de tres lineamientos claves: soberanía alimentaria, tierra como territorio y hábitat y la construcción de un modelo productivo no extractivista.
De allí surgieron 10 puntos principales que se deben contemplar. Algunos de ellos se vinculan directamente con la propuesta de una Reforma Agraria Integral y Popular. Se destacan convocar a Foros Federales de discusión, análisis e implementación de una Reforma Agraria Integral; implementar políticas de acceso a la tierra o regularización dominial para la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena; fomentar la agroecología en todo el territorio nacional y que el Estado intervenga para impedir la monopolización de las cadenas agroalimentarias.
Por otro lado, el Foro destacó la necesidad de fomentar el arraigo rural con infraestructura, educación, comunicación, salud y cultura. Esto no es menor, ya que según el último Censo Nacional Agropecuario, realizado por el INDEC, han cerrado 40 mil establecimientos agropecuarios. Esto implica que 200 mil familias rurales deban dejar el campo en busca de trabajo, generando profundas alteraciones en las economías regionales y el desarrollo de nuestro país por fuera de las grandes urbes.
“La Reforma Agraria Integral y Popular no es una utopía para nosotros y nosotras, es un programa político que tiene en su centro, no solo una más justa distribución de la tierra, sino un proyecto de país soberano e independiente. Esto incluye el desarrollo de nuestro sector a través de políticas públicas sostenidas, garantizando condiciones laborales dignas para los trabajadores y trabajadoras”, sostiene el comunicado.
Y agrega la importancia de una iniciativa que proponga «transformar la matriz productiva (hoy contaminante, extractiva y explotadora del trabajo humano y la tierra) en armonía con la naturaleza y que reconozca la restitución de tierras» a quienes son «parte de los pueblos originarios». También añade que se debe poner «énfasis en el arraigo rural como pilar fundamental para el buen vivir» de quienes producen. «Una Reforma Agraria que logre la soberanía alimentaria defendiendo el derecho a una alimentación sana, adecuada y suficiente para cubrir las necesidades de quienes habitamos este suelo, especialmente de niños y ancianos”, completa.
Esta discusión se da en el medio de una negativa del macrismo de decretar la emergencia alimentaria impulsada por distintos sectores, pero principalmente las organizaciones de la economía popular y los movimientos sociales. En este marco, este jueves 12 de agosto, todos los bloques de la oposición van a tratar en una sesión especial una Ley al respecto que fue elaborada de manera colectiva por amplios sectores y que incluye, entre otras cosas, el aumento en las partidas presupuestarias para comedores escolares y un aumento de casi 50% del monto de convenio de meriendas, contemplando incrementos sujetos a la inflación.
La discusión sobre hambre no puede estar desligada nunca de la discusión que plantean las organizaciones de trabajadores y trabajadoras del campo. Por eso cierran su comunicado sosteniendo que “en momentos donde se están definiendo los destinos del país, debatir e incorporar la propuesta de Reforma Agraria Integral y Popular es una deuda indudable para construir la Argentina del futuro”.
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