30 agosto, 2019
Nunca antes se atacó tanto la educación pública
El slogan de Juntos por el Cambio se hizo realidad durante los cuatro años de gestión a nivel nacional y ya 12 en la Ciudad de Buenos Aires. La erosión, ajuste y vaciamiento del sistema educativo prácticamente no tiene precedentes.


Alicia García Tuñón*
Uno de los slogans de campaña de Juntos por el Cambio fue: “Nunca antes”. Y la verdad es que durante los primeros años de gobierno fueron implacables e imparables. Sus políticas de destrucción de lo público en general y de la escuela pública en particular llegaron a límites que resultan intolerables a la sociedad argentina.
Nunca antes vimos en Buenos Aires, la Ciudad más rica del país, cómo se juega con el hambre de nuestros pibes y pibas. Todos los días vemos llegar a chicos sin haber comido a la noche y preguntando a qué hora les dan el desayuno.
Anunciaron medidas de neto corte electoralista para paliar el impacto de una política económica en debacle provocada por ellos mismos.
La insensibilidad y la nula empatía hacia los problemas reales de los sectores más vulnerados no tienen límites. Además de haber eliminado las paneras de los comedores escolares y haber reducido las porciones, ahora autorizaron a los concesionarios a realizar reemplazos en la elaboración de las comidas.
Debieran garantizar una alimentación saludable y variada pero en lugar de eso, decidieron sacar el cuarto de pollo y reemplazar la lechuga, el tomate y el zapallito por zanahoria.

En marzo anunciaron con bombos y platillos que no servirían más medallones de pollo y pondrían pollo en las mesas, más frutas y tortilla de verduras. El aumento de frutas jamás se evidenció y la tortilla de verduras que sirven en los comedores es de elaboración industrial, casi incomible y de escaso valor nutricional.
Antes las viandas tenían sandwiches de jamón y queso, ahora en el mejor de los casos tienen paleta cocida o solo queso como los que entregaron el lunes 26 de agosto en varias escuelas de la Ciudad.

La semana anterior diez chicos de la Escuela Nº 17 DE 7 de Villa Crespo fueron hospitalizados por haber comido pizza en mal estado y días anteriores dijeron haber visto bichos en la comida y fideos resecos o hechos puré.
Desde hace un tiempo dejamos de hablar de los temas pedagógicos en las escuelas y volvimos a ocuparnos de las necesidades más primarias de nuestros alumnos y alumnas: vienen sin zapatillas, sin útiles y con hambre.
La ciudad más rica decide invertir millones de pesos en baldosas, macetas y una Avenida Corrientes peatonal en lugar de invertir en la educación pública.
También van privatizando y mercantilizando la educación a través de contrataciones de ONGs y fundaciones que utilizan lo público como negocio e intervienen sobre las escuelas no sólo con los enlatados educativos sino difundiendo determinados valores como la meritocracia y liderazgo.
Horacio Rodríguez Larreta y la ministra de Educación, Soledad Acuña, han desaparecido de los medios estos últimos días. Seguramente no quieren quedar pegados a la imagen en declive de Mauricio Macri y prefieren resguardar su figura.
Nunca antes erosionaron de una forma tan sistemática lo público.
Pero Rodríguez Larreta es Macri y necesitamos que vengan Aires Buenos en Buenos Aires.
* Referente de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE)
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