16 agosto, 2019
Macri también perdió apoyo en el mundo agropecuario
Uno de los componentes del triunfo del Frente de Todes en la provincia de Buenos Aires fue el cambio de dirección en el voto del agro. Una buena parte de la población que habita en el interior del territorio bonaerense cambió su preferencia electoral respecto de las últimas elecciones.


Rolando García
Un contundente cambio en los votos del interior bonarense contribuyó a que la fórmula Alberto Fernández y Cristina Fernández alcanzara el 47% y Axel Kiciloff y Verónica Magario conquistaran el aplastante 52% final sobre María Eugenia Vidal, posiblemente la más fuerte escolta de la figura principal del gobierno, Mauricio Macri.
La provincia de Buenos Aires alberga al 37% del padrón nacional. Al interior de los 12 millones de personas habilitadas pora votar se juegan muchas realidades distintas.
El foco suele esta puesto en el conurbano, los 24 distritos que aglutinan dos tercios de las y los electores de la provincia.
Luego, Buenos Aires se conforma por más de 100 distritos que se dividen en industriales, semi industriales y rurales, que son la mayoría. Estos, a su vez, están unidos jurídicamente por secciones electorales.
Del total de ocho secciones son más rurales la tercera, cuarta, quinta, sexta y séptima. Estás cinco reúnen mayoritariamente pueblos del interior de la provincia, algunos más densamente poblados, otros más pequeños y dedicados más exclusivamente a la actividad agropecuaria.
En estas secciones Cambiemos había ganado de punta a punta en 2017. Además, ganó en todos los distritos, con la excepción de Zárate y de Colón.
En estas secciones cambiemos había ganado de punta a punta en 2017. Ganó en todos los distritos de estas secciones, con la excepción de Zárate y de Colón. pic.twitter.com/o7cEvR8ljB
— Rolando García (@RolanGB) August 14, 2019
El domingo, en cambio, Juntos por el Cambio ganó únicamente en la sexta sección electoral, que se ubica al suroeste. Incluye pueblos como Alsina, Benito Juárez, Coronel Dorrego, Coronel Pringles, Patagones, Pellegrini y también a la ciudad de Bahía Blanca, histórico fuerte del conservadurismo.
En cambio, perdió en las otras cuatro secciones más propiamente rurales: en la séptima (el corazón), segunda (noroeste), quinta (sudeste), y la octava (La Plata y zona metropolitana).
Para tomar dimensiones del fracaso electoral del presidente Macri hay que tener en cuenta que en 2015 Cambiemos había ganado en las cinco secciones y en la capital. Cuatro años después, perdió hasta en pueblos netamente rurales. Por ejemplo en Bolívar, un pueblo del centro de la provincia debajo de la ruta 5, donde votan menos de 20 mil personas en menos de 100 mesas.
Perdió en Chivilcoy (cuarta sección), donde hubo menos de 50 mil votantes y en Pehuajó donde el Frente de Todos alcanzó casi un voto cada dos personas y su alianza apenas uno de cada tres.
Para alegría del presidente, no se perdió Tandil, su ciudad natal. Allí ganó la fuerza del gobierno con 40%, seguida por Fernández – Fernández con 39%.
En definitiva el relato de Juntos por el Cambio también choco con la realidad al momento del voto agrario. Y tal vez este sea un dato fundamental para entender la actual descomposición del grupo de gobierno.
Si históricamente hay dos sectores que han sido base de apoyo de esta gestión, uno son las finanzas, que le dieron la espalda a Macri luego de los deplorables resultados del lunes. Otro es el sector agrario que no es homogéneo y contiene múltiples formas económicas y sociales. Muchos modos de vida distintos. Y a juzgar por los resultados del escrutiño, buena parte de este agro decidió castigar la política empalmando en el sentir con las mayorías masas urbanas.
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