14 agosto, 2019
Norte – Sur: la grieta de la ciudad de Buenos Aires traducida en votos
Históricamente se ha dicho que la ciudad de Buenos Aires se divide por la avenida Rivadavia. Lo novedoso de las elecciones que se sucedieron el domingo pasados es que aquellas diferencias de clase se han traducido en las decisiones electorales de les porteñes.


Denise Brikman
Si bien las diferencias entre el norte y el sur existen desde los orígenes de la ciudad de Buenos Aires, el macrismo en sus distintas gestiones (desde el 2007 hasta la actualidad) ha tendido a profundizarlas. Las distintas acciones o inacciones que elevaron el precio del metro cuadrado o las grandes obras públicas en ciertas zonas profundizaron las características de un distrito desigual y segregado.
Precios del suelo distintos, localización de las poblaciones según estrato social, características diferenciadas de las viviendas, formalidad e informalidad, son algunos de los elementos que delimitan los barrios de la zona norte de los de la zona sur.
El domingo pasado el actual jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, logró mantener la mayoría electoral en la ciudad con el 46,3% de los votos obtenidos en las primarias. Sin embargo, la oposición creció muchísimo en relación a la votación de 2017, logrando un 32% con Matías Lammens a la cabeza.

La opción del Frente de Todos fue mayoritaria en la zona sur (comunas 4 y 8) y a su vez, aumentó su caudal electoral en la zona centro (comunas 1, 3, 5, 7, 9, 10, 15). En cambio, en las comunas 2, 13 y 14, Juntos por el Cambio sacó las mayores diferencias.
Muchas son las razones del achicamiento de esa distancia. La polarización del escenario, sumado a la capacidad del Frente de Todos de aglutinar a un amplio espectro de la oposición, incluyendo experiencias y referencias de distintos espacios políticos, posiblemente fue un elemento determinante. Asimismo, el desgaste del Gobierno nacional vinculado a la crisis y a los distintos movimientos que han resistido en las calles seguramente también influyó en el debilitamiento de la opción local.
Sin embargo, uno de los datos que nos interesa profundizar es la relación que puede trazarse entre las preferencias electorales y algunos elementos socioeconómicos de la población.
¿Para quiénes gobiernan?
Como mencionábamos, uno de los datos de la jornada fue que el macrismo perdió en las Comunas 4 y 8 ¿Qué características tienen estos barrios y quienes residen allí?
En primer lugar, ambas comunas presentan la mayor cantidad de villas y asentamientos de la ciudad, siendo los territorios que concentran mayores nichos de pobreza (Villa 20, Ciudad Oculta, Villa 21-24, entre otros).

Particularmente, en la Comuna 8 una de cada tres personas reside en una villa o un asentamiento y este territorio posee la mayor cantidad de viviendas irregulares de toda la ciudad.
En estas comunas también se localiza la mayor cantidad de viviendas sociales (Piedrabuena, Soldati, Lugano I y II). La existencia de estas tipologías de hábitat indican que allí reside una gran parte de los sectores populares.
También en este cinturón sur, la mayor parte de la población se ubica en los estratos bajos y medio-bajo (en la comuna 8 corresponde al 65% de la población, mientras que en la comuna 4 al 55%). Es decir, las poblaciones con el menor promedio de ingresos de toda la capital.

En cambio, en las comunas 2, 13 y 14, donde mejores resultados electorales obtuvo el oficialismo, habitan las poblaciones con mayores niveles de ingresos, los precios del suelo más altos y las tipologías de hábitat denominadas residencial alto.
Los resultados de las primarias cristalizaron que el oficialismo posee su mayor respaldo electoral en los sectores sociales más altos.
Muchos nos hemos preguntado cómo los sectores populares habían apoyado en 2015 y 2017 un proyecto económico y social que venía a empeorar sus condiciones de vida y a profundizar la desigualdad. Con el pasar de los años, la consolidación del modelo y las consecuencias del mismo, estos sectores han dicho basta.

La gente votó con el bolsillo y atrás quedó la capacidad del macrismo de torcer eso con fake news y publicidad dirigida. Las políticas de urbanización de villas y de asfalto no fueron suficientes para revertir las consecuencias del hambre y la exclusión.
La crisis económica y el empeoramiento de las condiciones de vida influyeron claramente en la elección que les porteñes hicieron el domingo.
Los resultados de las PASO vuelven a dar la pauta de que sólo el pueblo salvará al pueblo. Lo que está en discusión no es únicamente el bolsillo del pueblo trabajador, sino el modelo político y económico que sustenta nuestras vidas. En momento de crisis y retroceso económico podrán sobrevivir aquellas opciones electorales que escuchen a los más afectados y que construyan alternativas que sean capaces de pensar soluciones desde y para estos sectores.
Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.