14 agosto, 2019
Mujeres indígenas protestaron contra las «políticas genocidas» en Brasil
Tres mil manifestantes fueron recibidas este martes en la Cámara de Diputados en Brasilia, la capital, luego de movilizarse durante cuatro días desde distintas regiones del país.
El sábado pasado mujeres de alrededor de 300 comunidades indígenas brasileñas comenzaron una movilización hacia Brasilia, la capital, que concluyó este martes. Durante su larga marcha y ante la Cámara de Diputados denunciaron las «políticas genocidas» del presidente Jair Bolsonaro.
La «Primera Marcha de Mujeres Indígenas» tuvo como trasfondo la decisión del jefe de Estado de transferir por decreto la responsabilidad de delimitar las tierras, del Ministerio de Justicia al de Agricultura. Para las manifestantes este cambio fomenta el agronegocio y explotación minera.
Por eso se conformó este movimiento por la defensa del medioambiente y la agricultura familiar.
A esto se suma que, como recordó la activista Sonia Guajajara, Bolsonaro «dijo que no iba a ver ni un centímetro más de tierra demarcada para los pueblos indígenas» lo que supuso una «declaración de guerra» a las comunidades.
Por su parte María José Moraes Costa, indígena y campesina, afirmó que salieron a las calles «para enfrentar todo tipo de retroceso, entre ellos los que afectan a la protección y la conservación de la biodiversidad, el derecho a la educación en el campo y las aldeas indígenas y el fortalecimiento de la participación política de la mujer».
También aseguró que las mujeres indígenas no se «rendirán» ante el «machismo de Bolsonaro».
Bajo la consigna «Nuestro territorio, nuestro cuerpo, nuestro espíritu», hicieron hincapié en la violencia de género que se vive en las comunidades y es avalada por el Estado.
Salud y educación
En sintonía con la masiva protesta que hubo este martes 13 contra el recorte del presupuesto educativo nacional, el movimiento indígena brasileño exige que el conocimiento ancestral no sea ignorado en el espacio escolar, así como la realidad étnica sea tenida en cuenta en los programas educativos.
Por eso piden la promoción de una educación que respete la diferencia y ayude en el diálogo y la lucha de los pueblos originarios de Brasil.
Además otro de los puntos de reclamo estuvo vinculado a la Secretaría Especial de Salud Indígena, un organismo que ha estado sufriendo dificultades por su falta de presupuesto y de voluntad política para impulsarlo.
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