Educación y Ciencia

13 agosto, 2019

Organizaciones religiosas “evangelizan” niñes dentro de las escuelas

En Formosa, con una autorización firmada por el obispo José Vicente Conejero, recorren las instituciones educativas de la provincia dando charlas y repartiendo rosarios.

Mujeres nucleadas bajo la Asociación “Armata Blanca” -con sede en Italia- van por las instituciones primarias públicas de Formosa brindando charlas para instruir a niños, niñas y jóvenes en asuntos religiosos sin el consentimiento de los padres.

Se presentan en los colegios con una carta firmada por el obispo José Vicente Conejero y los directivos las dejan entrar. Una vez allí, las religiosas brindan charlas a las y los estudiantes para que “no se vuelvan malos” y les entregan rosarios y folletería con instructivos para rezar y para “proteger a las familias”, que ni siquiera están enteradas de estas actividades.

Armata Blanca es una organización religiosa que asegura tener como objetivo principal “el cuidado espiritual de los niños a través de la Consagración a Dios Padre en María, con la formación de Nidos de Oración y con la preparación a la Primera Comunión al primer uso de razón”.

Sin embargo, la misma presentación aclara que fueron parte de «la lucha por la defensa de la vida basada en la línea eclesiástica que trazara Juan Pablo II, realizando la sepultura de bebés víctimas del aborto”.

Al contrario de la legislación nacional, estos grupos religiosos operan en las instituciones públicas de enseñanza sin ningún reparo de las autoridades educativas o gubernamentales. Desde 1884 y según la Ley 1420 de Educación Nacional, en Argentina la enseñanza es común, laica, gratuita y obligatoria en todo el país.

En su artículo 8, la norma que tiene 135 años de vigencia ordena que “la enseñanza religiosa sólo podrá ser dada en las escuelas públicas por los ministros autorizados de los diferentes cultos a los niños de su respectiva comunión, y antes o después de las horas de clase”. No en el espacio curricular. No sin autorización previa.

A la legislación nacional de 1884, debe sumarse que en las escuelas públicas de la provincia no se cumple con la Ley 26150 de Educación Sexual Integral (ESI) sancionada y promulgada en 2006, y a la cual se opone el obispo Conejero.

La misma, establece que “todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal”.

En declaraciones a la prensa, Conejero aseguró que con la ESI «se quiere destruir la familia del varón y de la mujer tal como Dios nos ha creado” y disparó que “impone criterios a los niños desde la más tierna infancia y en la escuela, para que cada uno elija lo que le guste”.

Además, también se pronunció en contra de la ley de identidad de género, sancionada en 2012. Al respecto el religioso dijo que “si uno ha nacido con órganos genitales que son propios de un macho, de un hombre, no puede ser una mujer por más que le guste”.

Después de despotricar contra mujeres, niñes e identidades disidentes, el cura concluyó: “Cuidado padres y educadores con esta ideología que quiere destruir la familia del varón y de la mujer tal como Dios nos ha creado”.

Ante el escándalo, el gobierno provincial de Gildo Insfrán -reelecto recientemente hasta 2023- no se pronunció al respecto. El gobernador fue en 2018 uno de los que se manifestó en contra de la legalización del aborto y ordenó a sus diputados que voten para rechazar la ampliación de derechos de las mujeres.

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