7 agosto, 2019
[El hilo de la semana] El «Topo Gigio» de la posverdad
Aunque en Twitter todo parece ser fugaz y efímero, desde Notas prestamos atención a aquellos hilos que merecen no perderse en el voraz paso del tiempo. Tuits que se encadenan para contar historias, explicar situaciones o conflictos, revelar datos trascendentes o que, simplemente, vale la pena compartir.

En esta entrega: Sebastián Pasarín (@sebapasarin) rememora el orígen del particular festejo de Juan Román Riquelme en 2001 que fue un reclamo al entonces presidente de Boca, Mauricio Macri, y como este último lo utilizó este martes en un acto de campaña en un gesto cínico e impune.
River estaba puntero, pero el partido gana Boca 3-0 con goles de Ibarra, Riquelme y Guillermo. El triunfo fue clave para bajarlos. Terminan segundos (41) detrás del campeón, el San Lorenzo récord de Romeo y Pellegrini (47). https://t.co/xNXU3fYi73
— Seba Pasarín (@sebapasarin) August 6, 2019
Políticamente el asunto estaba complicado en el país. Ese mismo domingo aparece un reportaje a Cavallo en la tapa de Clarín: "el que apueste contra la convertibilidad va a perder". El fútbol era clave para tapar la crisis. https://t.co/MxIqfmIGV4
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En cuanto al club, los triunfos deportivos del Xeneixe esconden el quilombo al interior. Con la Bombonera como escenario Juan Román los iba a hacer públicos. Era una forma límite de protesta, a la que llegaba después de varias acciones previas.
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Desde principios de ese año Román exige un contrato acorde a su rendimiento. Ya era por lejos la estrella del fútbol argentino y tenía un irremediable destino europeo. Macri buscaba hacer negocio con su venta y mantenía un dudoso secreto al interior de club y hacia la prensa. pic.twitter.com/aRxlJDPy94
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En Barcelona estaba Gaspart. Un loco amante de los argentinos, el buen fútbol y, lógico, de Román. Hace poco dijo "me gustaba Riquelme porque era un jugador excepcional. Técnicamente, de lo mejor que he visto en el mundo del fútbol. ¡Y muy buena persona! Le tenía mucho aprecio". pic.twitter.com/Bj80JHhstl
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El 12 de marzo declaraba Macri: "No me reuní con Joan Gaspart para hablar del pase. Fue sólo una charla. No hay ninguna oferta concreta por él. Si la hubiera, se la trasladaría enseguida a la comisión directiva".https://t.co/1Ly5QMIutd
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Era mentira: hubo reunión(es) y el 30 de marzo ya estaba vendido al Barcelona por 26 millones de dólares. Fue la transferencia más cara de un futbolista argentino al exterior. https://t.co/vfLbapAywx pic.twitter.com/F7xN3rXtYy
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El 4 de abril Macri se tomaba licencia por 60 días en el marco de denuncias de la oposición por negocios con Bianchi, Román, las barras, etc. Negaba que fuera para perfilar su candidatura (segunda mentira). Lo reemplaza Pompilio, luego muy amigo de Román. pic.twitter.com/fPEEyrNfNO
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En ese contexto Riquelme le iba a dar un contudente mensaje de cierre al conflicto. Esa tarde del 8 de abril, ya vendido al Barcelona, nació el topo gigio. https://t.co/rZsmKBEkwY
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El Topo Gigio era un personaje de la televisión italiana de los sesenta, que había sido traído a la Argentina en los ochenta. Se pasaba en algunos canales argentinos como dibujito, pero para esa época era ya bastante marginal. Cuando un tano dice topo, quiere decir ratón. pic.twitter.com/U1FJiW2yw2
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De un corner para River nace el penal para Boca. Román la pide, acomoda la pelota con visible tensión y patea cruzado abajo. Erra. Pero el rebote le queda en la cabeza y entra, ante el espasmo de Costanzo. Román no grita: premeditado frena a los compañeros; quiere festejar solo.
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Trota a la mitad de la cancha pidiendo paciencia y espacio. En un acto de tremenda irreverencia se para frente al palco presidencial, mira arriba, a la segunda bandeja, brazos en jarra clavados en la sienes y las manos como cuencos. Se llena el oído de la más maravillosa música. pic.twitter.com/9kNBEAw80P
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Serna se le cuelga, le quiere sacar dramatismo. Es amigo, pero no entiende nada. Vienen otros a saludar, algunos con evidente resignación, todos fallidos. El torero los esquiva. Así Román desafía a Macri, de abajo a arriba. Macri se ríe con incomodidad. Explotan los flashes. pic.twitter.com/KYOWjjyCZn
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Fin del ritual, Riquelme se ríe. Hace puñito, festeja el gol de Boca. Sabe que está haciendo historia. Tiene veinticuatro años. Se metió con un poderoso. Buzo verde, anteojos grandes, auriculares y buen bigote, Macri está desorientado, tiene media sonrisa, no termina de entender. pic.twitter.com/bQEuEWCUnP
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Titi Fernández da cuenta del festejo en el relato de la transmisión oficial. Al día siguiente Román llena las tapas: ¿un gesto para Macri? El torero declara: "Es una homenaje a mi hija, le gusta Topo Gigio". pic.twitter.com/XxvessjAbx
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Hay que admitir que el festejo se popularizó mucho desde entonces, en todo el mundo. Proliferó como un símbolo inconfundible de inconformidad y rebeldía. Como una bandera del che, todos automáticamente entienden qué significa. Es también una forma de homenaje. pic.twitter.com/zhmMpw2Qfy
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Hoy @mauriciomacri hizo un topo gigio. Fue en un acto en el que se puso a gritar que la Ciudad se inundó por cuatro años en su gestión, bajo una lluvia de aplausos de sus seguidores. pic.twitter.com/qhuuCXMVg6
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Esta historia permite ver algunas cuestiones anticipatorias del macrismo en la gestión: el uso de la mentira y el ocultamiento, el ninguneo a la oposición, la prioridad al negocio antes que a la gente. También pone a Riquelme de un lado de esa (y esta) historia.
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Solo el mundo de la posverdad permite tamaño nivel de autosometimiento sin consecuncias. La risa que acompaña no es ironía sino impunidad. Es la sociedad líquida, con valores volátiles, palabras cortas, oídos sordos. pic.twitter.com/vHfkB7YQN7
— Seba Pasarín (@sebapasarin) August 6, 2019
Como con los billetes, una de las misiones de este gobierno es eliminar el pasado. Quitarle el sentido a la historia. Son discípulos de Fukuyama. Quienes estamos de este lado debemos prevenirnos con Walsh: "Nuestras clases dominantes han procurado siempre…" debe ser un mantra. pic.twitter.com/0sQRxr29uX
— Seba Pasarín (@sebapasarin) August 6, 2019
En conclusión: no Macri, no podés hacer el topo gigio. Eso es un regalo de Román. Es nuestro. Es un gesto de rebeldía contra vos. Es un gesto de rechazo contra la gente como vos. Es un símbolo de resistencia contra tus prácticas y tus ideas. Nosotres somos otra cosa.
— Seba Pasarín (@sebapasarin) August 6, 2019
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