Cultura

30 julio, 2019

En Buenos Aires la cultura es clausurar

Comenzó la campaña electoral y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) se ve en la necesidad de cubrir sus gastos. Usando una vieja estrategia, ha decidido atacar, por enésima vez, el área cultural.

Comenzó la campaña electoral y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) se ve en la necesidad de cubrir sus gastos. Usando una vieja estrategia, ha decidido atacar, por enésima vez, el área cultural.

La semana pasada hubo dos casos de clausuras de centros culturales independientes a manos de la Agencia Gubernamental de Control (AGC): Vuela el Pez, en Av. Córdoba 4379, y Simona, en Av. Álvarez Thomas 661.

Sus respectivos cierres vienen tras inspecciones totalmente irregulares e imprecisas de parte de los agentes, quienes colocaron la faja de clausura tras no esperar a que les trajeran la documentación solicitada. Dejaron a los centros cerrados durante una semana con 70 artistas sin poder presentarse, com por ejemplo Luciana Mocchi, cuyo recital se tuvo que trasladar, y a 16 trabajadores y trabajadoras sin poder cobrar.

En lo que va del año, el gobierno porteño clausuró en promedio un centro cultural por semana.

El Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos (MECA) publicó un breve comunicado explicando la situación y denunciando el procedimiento del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. En un contexto preelectoral, esto adquiere un matiz característico: las multas tienen un monto mínimo de 150 mil pesos, que decanta en una situación muy delicada para estos espacios –que no cuentan con subsidios– y en una salida económica fácil y sencilla para el Gobierno.

Alejandro Falcone, integrante de Vuela el Pez y de la comisión política de MECA, dialogó con Notas y explicó que “esta modalidad no es nueva» y que se repite «todos los años electorales».

«Las excusas de las clausuras van cambiando. En esta última, la causal fue obstrucción del procedimiento. El cómo y cuándo se configura la obstrucción no está determinado por la ley, por lo que depende de la interpretación de cada inspector. Por eso decimos que son arbitrarias”, añadió.

En un contexto de crisis económica, cercenar a estos espacios puede ser una herida de muerte. “El presupuesto sigue reduciéndose, no se abren nuevas líneas de financiamiento y las clausuras afectan doblemente los espacios: por un lado, los prolongados plazos administrativos para levantarlas -que no bajan de una semana – tiempo en el que debemos permanecer cerrados, sin poder trabajar», detalló Falcone.

«Vuela el Pez estuvo 14 días clausurado», dijo y concluyó: «Las eventuales multas, con tarifazos indiscriminados y caída de consumo, pueden llevarte al cierre”.

Lean Bukka White, integrante de Bardo Colectivo Contracultural

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