Nacionales

30 julio, 2019

Acusan a directivos del Metro de Madrid por muertes producto de asbesto en los vagones

Siete directivos de la empresa que gestiona el subte en Madrid fueron denunciados por la muerte de un trabajador de mantenimiento que estuvio expuesto al material cancerígeno. Aquellos vagones son los que luego compró la ciudad de Buenos Aires para la Línea B en el año 2011.

Siete directivos de la empresa que gestiona el subte en Madrid fueron denunciados por la muerte de un trabajador de mantenimiento que estuvo expuesto al material cancerígeno. Aquellos vagones son los que luego compró la ciudad de Buenos Aires para la Línea B en el año 2011.

La Fiscalía Provincial de la capital española acusó de homicidio imprudente a los directivos de la empresa Metro, quienes se desempeñaban en las áreas de salud y prevención de riesgos laborales y bajo su comando un trabajador murió por asbestosis.

Según la Fiscalía, la denuncia se justifica por “la materialización de la situación de riesgo creada por la empresa y los [directivos] denunciados”, debido a que expusieron “a peligro grave a los trabajadores, dado que conocían la existencia de amianto en lugares y equipos, y que se realizaban trabajos con riesgo sobre este material altamente peligroso”.

El asbesto estaba presente en los vagones CAF 500, luego comprados en 2011 y puestos en funcionamiento en 2013 por el gobierno del ahora presidente de la Nación, Mauricio Macri, para utilizarlos en la Línea B del subte porteño. Sin embargo, recién fueron sacados de circulación el año pasado tras una serie de reclamos por parte de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP).

La compra de estas unidades se encuentra judicializada luego de las denuncias de los legisladores Gustavo Vera y Facundo Di Filippo, a raíz de que los trenes se utilizaban para pruebas de explosivos en España, es decir, eran para descarte. A pesar de esto, el gobierno los pagó a 500 mil dólares cada uno, cuando el valor de un vagón nuevo no llegaba hasta el año pasado al millón de dólares.

El gremio que dirige Roberto “Beto” Pianelli también presentó una denuncia en la Justicia porteña para que se investiguen las responsabilidades y posibles daños ocasionados por la exposición al asbesto (también llamado amianto) en dichos vagones.

Cabe aclarar que el amianto está prohibido en Argentina desde el año 2000, a partir de las resoluciones N° 845 y 823. Sin embargo, un estudio realizado por la Universidad Nacional del Sur determinó la presencia de asbesto en los trenes Nagoya de la Línea C, particularmente en las placas de contacto de luces; en las tapas apagachispas de los trenes CAF-GEE de la Línea E, y en los coches Mitsubishi comprados a Japón que aún siguen en funcionamiento en la Línea B.

El asbesto es un material termoeléctrico resistente que ante la exposición prolongada puede provocar cáncer con una alta tasas de mortalidad, y debido a su bajo costo, se utiliza para la construcción y aplicaciones industriales por sus propiedades aislantes y de resistencia al calor.

“Los que tenemos unos años podemos recordar que las tostadoras y las planchas llevaban una plaquita de amianto. Con el paso del tiempo se descubrió que durante su manipulación, el asbesto suelta micropartículas que se enquistan en los pulmones y rápidamente en uno o dos años empiezan a dar síntomas de formación de cáncer”, sostuvo al momento de la denuncia el secretario de Prensa de AGTSyP, Enrique Rositto.

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