27 junio, 2019
Día del Trabajador Estatal: las reivindicaciones de un sector bastardeado por el gobierno
Un 27 de junio de 1979 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomendó a sus países miembro implementar la discusión paritaria. En 2013, gracias a la lucha de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), el Congreso de la Nación transformó en ley el proyecto que establece esta fecha como Día del Trabajador Estatal.

Un 27 de junio de 1979 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomendó a sus países miembro implementar la discusión paritaria. En 2013, gracias a la lucha de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), el Congreso de la Nación transformó en ley el proyecto que establece esta fecha como Día del Trabajador Estatal.
La planta del Estado, tanto nacional, provincial y municipal está puesta, desde hace varios años, en constante discusión. Durante el kirchnerismo el problema era el aumento de personal en las instituciones públicas, cuyos contratos se renuevan mes a mes, o cada tres meses, generando un número importante de trabajadores precarizados. El reclamo más fuerte de los sindicatos en aquel entonces era el pase a planta permanente.
En la actualidad, la preocupación principal ya corre por otra vía: antes y después del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno de la alianza Cambiemos buscó achicar la planta del Estado, objetivo que cumplió casi con creces: entre diciembre de 2015 y el mismo mes pero de 2018, hay 41.828 trabajadores menos en la Administración Pública Nacional (APN). Había 240.000 al inicio de la gestión de Mauricio Macri y sobre el final del mandato quedan 198.836, una reducción del 17,4% según la Casa Rosada. Pero después de acordar con el FMI, la ofensiva se volvió más fuerte, al punto de disolver dos ministerios fundamentales para la sociedad, como lo son Trabajo y Salud.
La tarea de dejar a argentinos y argentinas sin trabajo no fue fácil para el gobierno, que implementó una serie de discursos para desprestigiar la labor estatal y aguantó decenas de paros nacionales de ATE en los últimos años. En palabras del secretario general de ATE Buenos Aires, Oscar “Colo” De Isasi, el objetivo principal del gobierno fue quitar derechos con previa difamación: “Comenzó diciendo que éramos ñoquis, vagos, para justificar los despidos, la baja salarial, la precarización laboral, los retiros voluntarios y las jubilaciones compulsivas”.
Pero todo este plan no podría haberse sostenido en el tiempo sino fuera la buena relación entre la administración de Macri con el gremio amigo de todos los gobiernos: la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN), que dirige Andrés Rodríguez, integrante del Consejo Directivo de la paralizada Confederación General del Trabajo (CGT). El último acuerdo paritario entre el gobierno y este sindicato fue del 28 por ciento en cinco cuotas, muy lejos de los niveles de inflación.
Sin ir más lejos, hace diez días ATE cuestionó un pacto entre UPCN y el gobierno que dio creación a un «escalafón de privilegio» para entronizar empleados jerárquicos, puestos por la actual gestión, a la planta del Estado, garantizando su continuidad con aumentos de hasta 250 mil pesos. “Son cargos de nivel dirigencial y gerencial, [el gobierno] les va a garantizar privilegios por encima del resto del personal, que vería limitada la posibilidad acceder a cargos jerárquicos”, explicó en ese entonces el secretario general del gremio a nivel nacional, Hugo Godoy, a Radio Sur FM 88.3.
El vértice entre el Estado y la sociedad
La descripción del rol de las y los trabajadores estatales es del propio De Isasi, y marca la importancia que tiene cada una de las personas que trabaja, aún con pésimos salarios, para solucionar los problemas de la población. Son claves las áreas de niñez y adolescencia, los programas para erradicar la violencia de géneros, la administración pública en gobernaciones y municipios, el trabajo de ANSES, en agricultura familiar y ayuda a pequeños productores (eliminada por decisión del ruralista Luis Miguel Etchevehere), la industria naval (vaciada por la actual gestión), entre otras instancias.
Desde su trinchera bonaerense, el “Colo” alentó a reafirmar “nuestra voluntad de seguir poniéndonos al frente de todas las luchas por el salario, la fuente laboral, por un Estado participativo, democrático y popular al servicio de las mayorías”.
Este día encuentra al gremio verde fortaleciendo la unidad con otros sindicatos, como judiciales y profesionales de la salud, en el marco de un paro de 48 horas para exigir a la administración de María Eugenia Vidal que reabra las paritarias y hasta incluso pague la paritaria del 2018, como el caso de la Asociación Judicial Bonaerense (AJB).
Marcos Lede Mendoza – @ledemendoza_m
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