14 junio, 2019
Los ataques del Golfo de Omán y el fantasma de Vietnam
Durante la mañana del jueves dos barcos petroleros fueron presuntamente atacados frente a las costas del sultanato e inmediatamente EE.UU. acusó a Irán. Sin pruebas, Washington busca justificar una escalada militar en la región.

Durante la mañana del jueves dos barcos petroleros fueron presuntamente atacados frente a las costas del sultanato e inmediatamente EE.UU. acusó a Irán. Sin pruebas, Washington busca justificar una escalada militar en la región.
El golfo de Omán es el nexo entre el Mar Arábigo en el Oceáno Índico y el Golfo Pérsico, lo que vuelve a esa zona del planeta una de las más transitadas por embarcaciones comerciales. Principalmente aquellas que transportan combustibles.
La información sobre los ataques vino de la agencia estatal iraní IRNA. Según este medio de comunicación la primera explosión ocurrió en el petrolero Front Altair, con bandera de las islas Marshall, que viajaba de Qatar a Taiwán. Una hora más tarde se dio otra explosión en el Kokuka Courageous, de bandera panameña y que había partido desde Arabia Saudita hacia Singapur con un cargamento de metanol.
Declaraciones de tripulantes y comunicados oficiales de las empresas de las embarcaciones aseguran que los daños se produjeron debido a un ataque, aunque no especificaron quien los agredió.
A esto se suma el antecedente del pasado 12 de mayo, donde embarcaciones emiratíes y sauditas también fueron saboteadas por agentes desconocidos. Frente a esto, el Gobierno iraní instó a los países de la región a mantenerse «alerta» ante cualquier tipo de «aventurerismo de agentes extranjeros».
Trump y su propio golfo de Tonkin
Pocas horas después de los hechos el presidente de EE.UU., Donald Trump, hizo declaraciones acusando a Teherán de estar detrás de los ataques. «Irán lo hizo y ustedes saben que lo hizo, porque ustedes vieron el barco», declaró. Además explicó que encontraron una mina marítima que tenía «Irán escrito por todas partes». «No vamos a tomarlo a la ligera», agregó sin dar mayores detalles de que tipo de medida pensaba tomar.
Trump, que retiró a su país del acuerdo que diversas potencias occidentales habían alcanzado con Irán en pos de que reduzca su programa nuclear e incrementó las sanciones económicas, aseguró que la República Islámica «es una nación de terror y ha cambiado mucho» desde que él llegó a la presidencia.
Sin embargo lo que ha cambiado es la política de Washington hacia Teherán desde que él ocupó el Salón Oval de la Casa Blanca. El magnate ha profundizado el conflicto con el país persa y esta acusación sin pruebas se inscribe en la misma sintonía.
De hecho, el Gobierno estadounidense resolvió enviar al destructor USS Mason al golfo de Omán, que se sumará al también destructor con misiles guiados USS Bainbridge que ya está actuando en la zona.
Tanto las declaraciones como las acusaciones de Washington fueron respaldadas por el Reino Unido y Arabia Saudita.
That the US immediately jumped to make allegations against Iran—w/o a shred of factual or circumstantial evidence—only makes it abundantly clear that the #B_Team is moving to a #PlanB: Sabotage diplomacy—including by @AbeShinzo—and cover up its #EconomicTerrorism against Iran.
— Javad Zarif (@JZarif) June 14, 2019
Por su parte Mohammad Javad Zarif, ministro de Relaciones Exterioes de Irán, aseguró que la administración Trump «no dispone ni de la más mínima prueba» para justificar su acusación. «Se están moviendo en plan de sabotear la diplomacia» para «encubrir su terrorismo económico», subrayó.
Los acontecimientos recientes recuerdan al incidente del Golfo de Tonkin, frente a las costas de Vietnam. En aquella oportunidad EE.UU. utilizó un caso de falsa bandera (acusó a Vietnam del Norte de un ataque que no existió) para justificar su intervención militar directa en el conflicto de aquel país.
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