África

11 junio, 2019

La Junta Militar de Sudán expulsa a líderes opositores en medio de protestas

El domingo y lunes se llevó a cabo una huelga general convocada por distintos partidos políticos y organizaciones sudanesas que exigen un Gobierno democrático. Sin embargo el Comité Militar de Transición (CMT), que preside el país desde el golpe de Estado del 11 de abril, no da el brazo a torcer y continúa con la represión.

El domingo y lunes se llevó a cabo una huelga general convocada por distintos partidos políticos y organizaciones sudanesas que exigen un Gobierno democrático. Sin embargo el Comité Militar de Transición (CMT), que preside el país desde el golpe de Estado del 11 de abril, no da el brazo a torcer y continúa con la represión.

Las jornadas, denominadas como de «desobediencia civil», tuvieron un importante acatamiento de la población principalmente el primer día. La convocatoria a no salir de los hogares provocó una imagen de ciudades desoladas y sin habitantes. Además, en algunas esquinas se establecieron barricadas para impedir el paso de vehículos.

No obstante, integrantes de las exmilicias Yanyaud (un grupo paramilitar que actúaba en la región de Darfur y fue incorporado al Ejército regular), asesinaron a cuatro personas que se encontraban en las calles según informó el Comité de Médicos, organización gremial que reúne a los profesionales de la salud del país.

Sudan Darfur Sudan del Sur

En ese marco, el CMT reforzó la presencia de soldados en las grandes ciudades para “restaurar la vida a la normalidad y dar seguridad a los civiles, abrir los caminos, facilitar el movimiento de la gente y del transporte público y privado, y para proteger las instalaciones estratégicas y los mercados».

A su vez, no sin cierto caracter contradictorio, afirmó estar dispuesto a retomar las negociaciones -que había suspendido unilateralmente una semana atrás- con la alianza opositora Fuerzas de Libertad y Cambio.

Desde los sectores civiles se mostraron dispuestos a volver a la mesa de negociación siempre y cuando el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, participe como mediador (ya se había ofrecido para esa tarea) y se termine con la persecución política.

La expulsión de los opositores

Lejos de escuchar el reclamo y como respuesta a las huelga, el CMT resolvió también este lunes enviar al exilio a tres líderes de la oposición, que habían sido capturados en medio de las protestas durante la primera semana de junio que derivó en el golpe que derrocó a al-Bashir. Todos fueron liberados y enviados hacia Sudán del Sur.

Los expulsados forman parte del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán Norte, una de las principales organizaciones que buscan el cese del gobierno militar.

Omar al Daqiq, miembro de las Fuerzas de Libertad y Cambio, declaró que «esta decisión no está a favor de la paz». Por su parte la agencia de noticias oficial Suna se limitó a informar sobre la liberación de los detenidos sin dar más detalles.

Represión y promesas incumplidas

Cabe recordar que esta huelga es la primera medida de fuerza importante tras la brutal represión del pasado 3 de junio que dejó más de un centenar de muertos y desalojó el campamento que los manifestantes habían establecido frente al Cuartel General de Jartum, la capital. Las razzias militares continuaron durante toda la semana elevando la cifra de personas heridas a más de 500.

Luego de aquella masacre el presidente del CMT, Abdul Fatah al Burhan, informó que se realizarán elecciones generales en el país dentro de los próximos nueve meses y declaró finalizadas las rondas de diálogo con los civiles.

“Anuncio la suspensión de las negociaciones con fuerzas de la Alianza por la Libertad y el Cambio, así como la celebración de las elecciones generales dentro de un plazo que no exceda nueve meses a partir de hoy”, sostuvo en un comunicado.

Esto no hizo más que intensificar la disconformidad de la oposición que en diciembre pasado comenzó una rebelión contra al-Bashir que fue instrumentalizada por la cúpula militar para dar un golpe palaciego y hacerse con el poder sofocando cualquier proyecto realmente democrático.

Sin ir más lejos, el número dos del golpe es Muhammad Hamdán Dagolo, jefe de las Yanyaud en tiempos de al-Bashir. Esa fuerza está acusada de cometer crímenes contra los derechos humanos en la región occidental de Darfur durante los primeros años del siglo XXI.

Frente a estos acontecimientos la Unión Africana, el organismo regional que reúne a todos los países del continente, decidió el jueves suspender a Sudán como miembro hasta que no se establezca un Gobierno civil en el país.

Santiago Mayor – @SantiMayor

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