6 junio, 2019
Mariana Gómez y otro caso más de justicia heteronormada
En octubre del 2017, Mariana Gómez fue detenida por besar a su esposa en la estación de Constitución, con la excusa de que estaba fumando en un lugar que no estaba permitido. Este accionar policial y judicial no está exento de tantos otros que tuvieron llegada a los medios de comunicación.

En octubre del 2017, Mariana Gómez fue detenida por besar a su esposa en la estación de Constitución, con la excusa de que estaba fumando en un lugar que no estaba permitido. Muchas parejas también estaban haciendo lo mismo en ese lugar, pero sólo a ellas las detuvo un policía, las violentó y no respetó su identidad de género.
El miércoles comenzó el juicio oral a Mariana por “resistencia a la autoridad y lesiones”. Además, la jueza Dolores Fontbona de Pombo la acusó de “dar golpes de pecho” a un policía. Los testimonios en los que se basa es el de los dos policías que estaban en la escena, Jonathan Rojo y Karen Villarreal, y de un empleado de la empresa Metrovías. Por el contrario, ignoró tres videos en los que se ve claramente el abuso policial y el testimonio de su esposa Rocío Girat.
En la declaración Mariana contó: “Me trataba de varón todo el tiempo. Hay un forcejeo, me esposan, nunca me responden. Cuando quiero salir me retuerce el brazo. Cuando me caigo sobre Rojo, intentó agarrarme de lo que sea y le termino agarrando el pelo a la oficial. Me llevaron a la oficina de policía en la estación Boedo. En el calabozo me hicieron una requisa desnuda”.
A su vez, en el juicio declararon también dos testigos que estaban ese día en Constitución, Gianfranco Berttachini y Eliana Piromalli, quienes respaldaron la versión de Mariana y Rocío. Ellos fueron quienes asistieron a las dos chicas mientras eran violentadas y quienes filmaron el acto donde las reducían en el piso.
Este caso fue llevado a la justicia en menos de dos años, sin embargo Mariana Gómez está esperando todavía que comience el juicio a su padrastro y su abuelastro, Guillermo y Osvaldo Sosa quienes abusaron de ella por dieciséis años. “Es increíble que un desacato de la autoridad si llega a juicio eso nunca llegó”, dijo la joven cuando salió de la audiencia.
Pero esta no es la primera vez que la justicia y la policía actúan de manera patriarcal frente a las víctimas. En el caso de Eva Analía de Jesús, más conocida como Higui, la llevaron a juicio por defenderse de una patota que intentaba violarla, pero nunca se juzgó a los violadores.
El 24 de julio de 2018, en La Plata, Hermann Müller iba caminando cuando dos varones lo violentaron. En la comisaría 2° lo atendió una mujer policía que ignoró totalmente el crimen de odio que habían cometido en su contra y le aconsejó de que si no había sido robado no presente la denuncia.
El 2 de febrero, en Tucumán, un chico es atacado por su vecino a ladrillazos porque era homosexual. Sus familiares decidieron realizar la denuncia en la comisaría 10°, pero los efectivos no les dieron constancia alguna ni detuvieron al agresor. Al contrario, fueron a custodiar su casa en caso de que los vecinos hagan algo.
El 24 de marzo, en Santa Fe, detuvieron arbitrariamente a Alexis y a Nahuel. En cuanto los oficiales se dieron cuenta que eran pareja comenzaron una serie de abusos y torturas. Más de quince policías fueron partícipes de este acto, pero solo seis fueron detenidos.
Como puede ver, estos no son hechos aislados. Mientras tanto, hay muchos otros de los que ni siquiera se hacen eco los medios de comunicación y quedan invisibilizados.
Macarena Aspiroz – @macaspiroz
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