23 mayo, 2019
Huawei, Trump y la guerra del 5G
La semana pasada el Gobierno de EE.UU. anunció que en un plazo de tres meses impondrá sanciones contra la compañía china Huawei y 70 empresas afiliadas por supuestamente implicar un peligro para la seguridad nacional. ¿Qué repercusiones puede tener esta medida en el mercado mundial?

La semana pasada el Gobierno de EE.UU. anunció que en un plazo de tres meses impondrá sanciones contra la compañía china Huawei y 70 empresas afiliadas por supuestamente implicar un peligro para la seguridad nacional. ¿Qué repercusiones puede tener esta medida en el mercado mundial?
En el marco de la guerra comercial entre Beijing y Washington, un nuevo capítulo se abrió meses atrás y amenaza con profundizarse.
Huawei, la tercera empresa en venta de smartphones del mundo (detrás de Samsung y Apple), es la que más cerca está de desarrollar la tecnología 5G que se prevé podrá estar estandarizada para 2020.
Se trata de la herramienta de conectividad del futuro, con alcances mucho mayores que la actual (la 4G) y por el cual necesariamente operarán las empresas, Estados y personas de todo el mundo. Es por eso que, quien llegue primero en esa carrera, tendrá en sus manos una ventaja enorme respecto a sus competidores.
Esto lo saben tanto el Gobierno chino como estadounidense y en eso se basa el actual conflicto.
Las amenazas de Trump
Es por eso que Washington viene tomando una serie de medidas contra Huawei que incluyen presiones para que países europeos no contraten esta tecnología con la firma china o la detención de su vicepresidenta, Meng Wanzhou, en diciembre pasado en Canadá.
En esa sintonía, la última medida fue incluir a la empresa en la ‘Lista de Entidades’ del Departamento de Comercio de EE.UU. calificandola como responsable de “actividades que son contrarias a la seguridad nacional o al interés de la política exterior de EE.UU.» y al mismo tiempo declarar la emergencia nacional por amenazas contra la tecnología estadounidense.
Esta última finalmente, aunque fue anunciada, no entrará en vigencia hasta dentro de tres meses. Si bien allí no se menciona expresamente a Huawei, si se prohíbe el uso de equipos de telecomunicaciones fabricados por compañías consideradas como una amenaza.
¿Cuáles son las consecuencias para Huawei?
De aplicarse las sanciones, Google podría dejar de proveer a los teléfonos y tablets Huawei sus actualizaciones del software Android (que hoy es el sistema operativo utilizado por el 85% de los smartphones, el otro 15% es de iOS Apple). Esto convertiría a los aparatos en objetos obsoletos en cuestión de días.
Si bien esto no ha sido confirmado por la empresa, la agencia Reuters asegura haber accedido a una fuente que lo dio por hecho.
A esto se podría sumar el corte de suministro de hardware (microchips y memorias) que aportan otras empresas estadounidenses como Intel, Qualcomm, Broadcom, Micron Technology o Western Digital.
Además, durante los últimos días dos operadores de telefonía móvil del Reino Unido, EE y Vodafone, tomaron la decisión de aplazar el lanzamiento de smartphones de Huawei. Lo propio resolvieron las tres principales empresas japonesas del rubro: NTT Docomo, SoftBank y KDDI.
Ante un escenario de estas características Huawei debería reconvertirse creando su propio sistema operativo y sustituyendo insumos básicos que debería fabricar en su totalidad (hoy lo hace solo en parte) en China.
Adiós al libre mercado
La escalada entre las dos principales potencias del mundo atenta directamente contra su propia prédica económica. Iniciada por Donald Trump, el Ejecutivo chino liderado por Xi Jinping no se ha quedado atrás y la imposición de aranceles ha sido mutua.
En ese marco, se podría esperar una respuesta similar ante esta nueva avanzada. En ese marco una de las principales perjudicadas podría ser una de las competidoras de Huawei: Apple.
Las baterías del iPhone son proporcionadas por Sunwoda Electronic, una empresa ubicada en Shenzhen, y varios de sus chips -los de la serie ‘A’-, son producidos por TSMC en fábricas chinas y taiwanesas.
Además, en 2018 más del 15% de la facturación de la empresa fundada por Steve Jobs fue gracias al mercado chino. Una prohibición de la venta de sus teléfonos móviles afectaría seriamente sus ganancias lo que no podría tener contrapartida en EE.UU. ya que Huawei no se vende en su territorio.
Esto es solo una muestra de lo que podría pasar, sin tener en cuenta cómo se verán afectadas decenas y hasta cientos de compañías en el mundo que de una u otra forma forman parte de la cadena de comercialización de estos gigantes tecnológicos.
El desenlace es aún incierto, aunque Beijing lleva una relativa ventaja y cuenta con un plan de desarrollo a largo plazo que persigue el objetivo de ser vanguardia, también en el campo de la investigación y desarrollo.
Si alcanza el objetivo de establecer la red 5G tendrá el camino allanado para ser la principal potencia del siglo XXI.
Santiago Mayor – @SantiMayor
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