Nacionales

15 febrero, 2019

Dalponte: «Hay que entusiasmar al electorado para que no vote al que menos odia»

Federico Dalponte, abogado laboralista y periodista, dialogó con «Insurgentes», por Radio Sur 88.3, sobre la denuncia que vincula al fiscal Carlos Stornelli con extorsiones a empresarios mencionados en la conocida «causa de los cuadernos», y la relación entre esta y las elecciones presidenciales.

Federico Dalponte, abogado laboralista y periodista, dialogó con «Insurgentes», por Radio Sur 88.3, sobre la denuncia que vincula al fiscal Carlos Stornelli con extorsiones a empresarios mencionados en la conocida «causa de los cuadernos», y la relación entre esta y las elecciones presidenciales.

– ¿Cambió algo en la causa de los cuadernos desde su inicio? ¿Qué está pasando con Stornelli?

– Nada cambió. Y lo que se acentuó con esta denuncia de un supuesto pedido de coimas del fiscal Stornelli es que, evidentemente, todas aquellas dudas que nos generaban hacia el origen quienes llevaban adelante la investigación, resultaron reforzadas esta semana. No quiero condenar anticipadamente a Stornelli, pero evidentemente genera dudas.

En una causa tan sensible, lo mejor que le podría pasar a la sociedad argentina es que los que lleven adelante la investigación sean intachables. Evidentemente no es el caso de Bonadío, y tampoco el de Stornelli.

Esto va a generar que todo movimiento en la causa esté tapado con un manto de sospecha, tanto para un lado como para el otro. Si mañana dicen que Cristina Kirchner no tiene nada que ver con esto, los que condenaron prematuramente al kirchnerismo van a salir a decir que lo coimearon a Stornelli, o a que hay algún movimiento detrás, y lo mismo en el sentido contrario.

– ¿Cómo se articula esta situación con el panorama político-electoral de este año?

– La corrupción es uno de los grandes temas de la campaña política, lo fue hace cuatro años y evidentemente no ha cambiado demasiado. Ahora bien, eso implica que hayan más denuncias de corrupción, hay que recordar que este año, tal vez la principal candidata de la oposición, Cristina Kirchner, va a estar en juicio oral y público. Es decir, van a haber filmaciones de ella escuchando los alegatos y tratando de defenderse de manera oral y pública frente a las cámaras de televisión.

Y si hay algo que le ha venido bien a Cambiemos es justamente esto. Y no es casual que la causa haya llegado a fecha de juicio oral en este año. ¿Pero esto implica que quienes están decididos a votar por el kirchnerismo vayan a cambiar su voto? Yo creería que no. Quienes están convencidos de votar al gobierno lo votarán indefectiblemente más allá de las acusaciones contra Cristina. Y lo mismo con quienes están convencidos de votar al kirchnerismo.

– A partir de la lectura de una nota tuya en el portal Notas, surgen dudas. ¿Cómo te parece que se puede convencer a «los del medio», a los que no son seducidos por el gobierno actual pero tampoco por el anterior?

– Lo que hay que pensar es que hay gente que va a tener que elegir. Todo esto en el escenario de que Cristina se presente, cosa que es lo más probable. De lo contrario empezarán a surgir otros tipos de análisis. Ese 30, 35 por ciento del electorado que no quiere a este gobierno ni al kirchnerismo, evidentemente va a tener que elegir en el ballotage. Una posible estrategia de campaña sería hablarle a los convencidos propios, otra sería hablarle a los críticos del actual gobierno, pero en algún momento va a haber que pensar que ese tercio tan importante va a querer saber qué van a hacer los próximos cuatro años.

Hay análisis que se dividen en dos aguas: por un lado, los que adscriben a la teoría de Martín Rodríguez, que sacó una nota interesante en La Política Online esta semana, que decía que no va a ganar el más querido sino que va a perder el más odiado. En tal sentido habría que hacer una campaña negativa que instale un mensaje en el electorado que tienda a pulir los votos del adversario. La otra tesis, con la que tal vez me siento más identificado, que es algo que plantea Ana Castellani, que más allá del discurso negativo hay que ofrecer una esperanza, un futuro. Hay que decirle al electorado: «Votenme a mí, no solamente porque el otro es malo, sino porque lo que yo te puedo ofrecer es bastante mejor.

– ¿Por qué te sentís más identificado con esta última teoría?

– Básicamente porque no creo que haya otra alternativa para ganarle al macrismo, hay que ser brutalmente honesto. Creo que no alcanza con la crítica a un estado de cosas determinado. El elector ya sabe que el macrismo hizo un desastre en términos económicos y que tiene varias sospechas de corrupción, y lo sabía también en 2015. Ahora, ¿eso solo alcanza para que voten a un candidato opositor? ¿Alcanza para que voten al que va a salir segundo?

Porque otro de los posibles problemas es lo desgastados por imagen negativa que están los candidatos, algo que es particular en el escenario actual y la dirigencia política argentina: todos los candidatos posibles tienen una imagen negativa bastante alta. Incluso a [María Eugenia] Vidal el guarismo le da negativo. Uno de los problemas es que, supongamos, el macrismo fortalezca ese 35 por ciento de votos que tiene, llegue azarosamente al 40 y que la oposición se divida en dos mitades del 25 por ciento, el macrismo gana en primera vuelta con esto. Entonces hay que entusiasmar al electorado para que no se vea forzado a votar al que menos odia.

– Al no desdoblar las elecciones, ¿hay posibilidades de que Vidal ayude a Macri en vez de él repercutirle negativamente?

– Podría pasar. Pero a lo que apunto es que es difícil concebir una campaña meramente en términos negativos, sobre todo para la oposición, porque no sabés en qué puede terminar. Uno mira los medios más vistos del país y todos hablan sobre corrupción, de hecho todo esto de Stornelli termina reforzando esta discusión. Está bien que lo denunciaron y era lógico que una denuncia así sea difundida, pero que el país entero esté debatiendo sobre corrupción le hace flaco favor a las alternativas opositoras.

– ¿Creés que puede llegar a darse con Cristina una situación similar a la de Lula?

– Creo que parte de la estrategia electoral del macrismo, y su fortaleza, es que está direccionada hacia el techo de Cristina. Apuestan a que ese techo sea un anclaje determinante hacia la hora de un escenario de ballotage, establecer que Cristina no va a poder pasar el 45 por ciento, eso impide que gane en cualquier escenario de ballotage.

Con Cristina afuera del escenario, ya sea porque esté detenida o por cualquier razón medianamente exorbitante, el macrismo tiene el problema de no saber si el otro candidato tiene techo. Y si el candidato de Cambiemos no tuviese techo no sería problemático, pero Macri tiene techo. Alberto Fernández dice que Cristina no tiene techo, eso es discutible, pero afirma que Macri tiene un techo, que tal vez no se verificaba como un problema en 2015. Después de cuatro años es lógico que lo tenga. En este sentido, no creo que haya algún tipo de ánimo de que Cristina quede detenida.

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