América Latina

22 enero, 2019

Brasil: la lucha por el derecho a existir y una entrevista a Anne Karolyne Moura

El domingo 20 de enero, mujeres de diversas organizaciones asistieron a la Vigilia Lula Libre que se desarrolla en Curitiba, frente a la sede de la Policía Federal, donde se encuentra preso el ex presidente de Brasil. Notas entrevistó a Anne Karolyne Moura, secretaria nacional de Mujeres del Partido de los Trabajadores (PT).

El domingo 20 de enero, mujeres de diversas organizaciones sociales y políticas asistieron a dar el “Buen día presidente Lula”, en la vigilia Lula Libre que se desarrolla en Curitiba frente a la sede de la Policía Federal, donde se encuentra preso el ex presidente de Brasil.

El ritual matutino se replica por las tardes y las noches desde hace más de 290 días, mostrando el apoyo moral y político a Lula. Luego del saludo, las mujeres se reunieron para unificar acciones en este 2019, principalmente hacia el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Notas entrevistó a Anne Karolyne Moura, secretaria nacional de Mujeres del Partido de los Trabajadores (PT).

– ¿Cuáles son los desafíos del movimiento de mujeres en la actual coyuntura de Brasil?

– Los derechos de las mujeres aquí en nuestro país siempre fueron un gran desafío. Nosotras avanzamos en los gobiernos de Lula y Dilma, pero ahora enfrentamos una cierta banalización de la cuestión de la violencia. Han aumentado los femicidios, la violencia contra las mujeres es muy grande en todo el país y ahora, teniendo un gobierno que estimula la violencia, el principal foco terminamos siendo las mujeres. El presidente electo, Jair Bolsonaro, quiere a las mujeres en la casa, no cree en sus derechos y concibe que debemos dedicarnos a la familia y no trabajar. Entonces, encuentro que nosotras tenemos que luchar más que nunca en esta coyuntura.

– ¿En qué consiste el proyecto “Ellas por ellas”?

– Fue una iniciativa de nuestra secretaría para ayudar a las mujeres en la ocupación de espacios de poder, desde el punto de vista de candidaturas electorales. La mayoría del electorado son mujeres, pero la representatividad en las cámaras, asambleas y senado, no son de mujeres, ni en cargos ejecutivos. Entonces, nuestro partido resolvió construir un proyecto que pudiese dar igualdad de condiciones a las mujeres para disputar igual por igual con los hombres. Recientemente se aprobó el 30% del fondo público para los partidos y las elecciones y, de ese fondo, el 30% es sólo para las campañas de las mujeres.

Nosotras tuvimos una victoria importante porque ampliamos nuestra bancada federal. Y si bien sólo conseguimos que una gobernadora sea electa, Fátima Bezerra (en Río Grande do Norte), es la única del país y es de nuestro partido. Junto a ella, también ampliamos el número de diputadas estaduales. Está lejos de ser la representatividad que nosotras queremos, desde el punto de vista de igualdad entre hombres y mujeres, pero es un inicio que coloca nos coloca en la disputa electoral. Y nosotras queremos replicar esto para el 2020, en las elecciones municipales.

Junto a Manuela D'Ávila, candidata a vicepresidente de Brasil en la última elección.
Junto a Manuela D’Ávila, candidata a vicepresidente de Brasil en la última elección, y a Ana Estela Haddad.

– ¿Cómo se articula la libertad de Lula con la lucha feminista?

– En la memoria de nuestro pueblo eso se refleja en la solidaridad. En la última elección, con Lula preso, la gente quería votar por él, y cuando le impidieron ser candidato, votaron por Haddad. En la memoria de nuestro pueblo hay una gratitud muy grande por todas las políticas, por lo que fue hecho, y en especial políticas direccionadas a las mujeres como en ningún otro momento. La “Bolsa familia”, que dio la independencia de las mujeres, de tener sus hijos en la escuela, de tener comida en casa sin precisar depender de un hombre; “Mi casa, mi vida”, que dio la oportunidad de la casa propia que quedaba a nombre de la mujer, incluso si ella estuviera casada; el acceso a la universidad, que la mayoría de quienes están en la universidad son mujeres.

La política fue construida en el combate a la violencia, la Ley María da Penha (sobre Violencia Doméstica y Familiar); la Ley de Feminicidio y la Ley de las Trabajadoras Domésticas, son leyes de nuestro gobierno. Esta última importante en nuestro país, que mantenía una lógica esclavista, en la que mujeres negras no eran ni asalariadas, sin derechos, trabajando en las casas para familias blancas. Se logró el reconocimiento a ellas como las trabajadoras que son.

Nuestros gobiernos generaron políticas directas, de impacto para las mujeres. Es por eso que, cuando hacemos una movilización es necesario tener esa mirada, el nexo con el legado. Porque este momento que estamos viviendo es una etapa de garantizar lo que todavía tenemos, que los derechos no sean retirados, luchar por nuestras vidas.

Todo eso tiene que ver con la libertad de Lula, él simboliza eso. Con su llegada al gobierno nosotras tuvimos acceso a las políticas públicas y a un poco de dignidad para el pueblo, y consecuentemente para las mujeres. En Brasil la mayoría de los jefes de familia son mujeres que saben del dolor, de pasar hambre, de tener que dividir el dinero y de tomar decisiones en la casa. Entonces toda nuestra lucha precisa estar muy vinculada con este momento histórico, ya que es para que no se retroceda en los derechos. Por otro lado, la libertad de Lula no significa simplemente la libertad de un hombre, sino de una idea de aquello que es posible, la libertad de un pueblo, de nuestra libertad como mujeres.

Fue electa al frente de la Secretaría de Mujeres del PT el 8/10/2017
Fue electa al frente de la Secretaría de Mujeres del PT el 8/10/2017.

– El impeachment a Dilma, además de garantizar el acceso de la derecha al gobierno ¿puede ser entendido como una “revancha patriarcal”?

– Sin duda el proyecto “Ellas por ellas” de participación en la política, la derecha lo ve también con ese resentimiento. Vimos la retirada de la presidenta Dilma, como un golpe machista y misógino, la forma con la que ellos hablaban y se referían a ella. Si un hombre hubiera sido el presidente, ellos no lo hubieran tratado así. Posiblemente si tuviéramos más mujeres en el parlamento, tal vez ella no hubiera salido.

En nuestro país, que tenemos toda esa enseñanza del colonialismo, patriarcal, racista, no es costumbre tener mujeres en los espacios de poder, sin embargo elegimos la primera mujer. Pero precisamos tener muchas mujeres en el parlamento para garantizar la presencia de ella ahí, como presidenta, porque tendría otra mirada. Aunque reconocemos que tenemos mujeres de derecha también que están en la política.

Nosotras no podemos olvidar y dejar de denunciar el golpe, que fue machista y misógino, tenemos que denunciar eso siempre. Ellos no tienen nada para decir contra ella, que fue declarada inocente en el crimen que se le adjudicó. No tenemos otra explicación que no sea eso.

– ¿Cómo se preparan para el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora?

– Nosotras nos estamos preparando desde el año pasado. En la elección (del año 2018), realizamos una movilización grande con la consigna «Ele Ñao» (Él no, en referencia a Bolsonaro, quien había tenido expresiones machistas, atacando las mujeres y disidencias sexuales). Allí, las mujeres fueron a las calles a defender que fuese electa otra persona, menos él. No estamos aceptando su política, la pérdida de derechos, y hemos unificado su rechazo en todo el país. Porque la violencia, la flexibilización del uso de armas, va a aumentar y legalizar el feminicidio, porque ya acontece en las casas la violación, el asedio hacia las mujeres que son asesinadas. Entonces ahora va va a ser más fácil con las armas.

La lucha es por nuestras vidas y por el derecho a existir. Entonces por el derecho a existir, nosotras vamos a continuar resistiendo.

Melisa Suárez, desde Curitiba – @LaSuárezM

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