14 diciembre, 2018
Thelma Fardín y una identificación necesaria
Thelma pudo salir del infierno de su propia cárcel y expresar en palabras lo que sintió durante casi diez años. La masividad que alcanzó su denuncia ayudó a que muchas mujeres como Thelma Fardin se dieran cuenta que no están solas, y que los Juan Darthés de esta sociedad ya no son tan impunes como creían.

El martes 11 de diciembre se produjo un hecho en los medios nunca antes visto: aproximadamente 200 actrices se reunieron en el Multiteatro de Capital Federal para acompañar a una de sus colegas en una denuncia por violación. En un acto puro de sororidad y emoción, se pudo ver por todos los canales cómo una mujer que calló durante tantos años pudo salir del infierno de su propia cárcel y expresar en palabras lo que venía sintiendo hace casi diez años. La masividad que alcanzó este comunicado ayudó a que muchas mujeres como Thelma Fardin se dieran cuenta que no están solas, y que los Juan Darthés de esta sociedad ya no son tan impunes como creían.
Las llamadas a la Línea Nacional Contra el Abuso Sexual Infantil aumentaron en un 240% desde el martes y siguen aumentando hasta el día de hoy. También la línea 137, que acompaña a víctimas de violencia familiar y sexual en CABA, aumentó un 18%. También se multiplicaron las llamadas a la línea 144 por violencia de género. Esto no es una casualidad: el ver a Thelma tan acompañada por sus compañeras hizo que muchas personas se animen a denunciar a sus abusadores, se dieron cuenta de que no están solas y de que hay mucha gente dispuesta a defenderlas.
El viernes, en el programa de Marcelo Tinelli, la actriz María del Cerro habló por primera vez de un abuso sexual que había sufrido a sus once años y remarcó que pudo hablar gracias a lo que había dicho Thelma, ya que nunca antes lo había pronunciado y ni siquiera sus padres lo sabían. Esta identificación que se produjo no sólo la ayudó a poder hablar, sino a miles de mujeres más que están saliendo por las redes a denunciar a sus acosadores, abusadores, y/o violadores.
En las redes sociales se formó una marea de escraches a tíos, primos, ex parejas, padres, hermanos y desconocidos. El hecho de ver a Thelma en su video explicando todo lo que le sucedió removió recuerdos suprimidos y secretos que ya no se podían guardar más. Las mujeres están haciendo un trabajo de introspección en donde revisan todas las escenas violentas que fueron naturalizando, y está saliendo a la luz que las personas abusadas no son la excepción sino la regla.
En distintos niveles, la mayoría sufrió abusos de algún tipo y dejaron en claro que la sociedad ya no aguanta que esta sea la norma, que el silencio ya no es una respuesta y sobretodo que no están solas. La sororidad llegó para quedarse, las mujeres pueden apoyarse en otras mujeres e identificar que las situaciones que vive una quizás la vivió la otra y pueden salir juntas de ese pozo a donde su victimario las quiso llevar.
“Esto recién empieza” fue la frase con la que Muriel Santa Ana dio fin al comunicado de Actrices Argentinas y así fue. Durante toda la semana las denuncias fueron aumentando y el miedo fue disminuyendo. Ahora el temor está puesto del otro lado, en el lado de los abusadores ya que su velo de psicopatía se corrió y nunca más permanecerán ocultos. A esos hombres les llegó la hora porque el silencio nunca más será su aliado. Nunca más tendrán la comodidad del silencio de las mujeres.
Macarena Aspiroz – @macaspiroz
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