Abuso sexual, misoginia e impunidad: el patriarcado en su máxima expresión

Rodrigo Eguillor fue denunciado por violencia y abuso, tras conocerse un video de Instagram publicado por Martina Tarantino (@martitarantino) en el cual se ve como él amenaza a una chica en un balcón de San Telmo hace una semana. En una historia –que conserva en destacadas– Martina comienza a difundir chats en donde una chica cuenta el abuso que sufrió una de sus amigas.

“Lo conoció ahí (en el boliche Jet) y él la invitó a cenar a Puerto Madero, le dijo que la pasaba a buscar por la UADE, porque ella cursa ahí y cuando era la hora de buscarla le dijo ‘che, estoy acá a dos cuadras agarrando algo de lo de un amigo, si podes vení’ ella fue y nunca más la dejó salir. La cagó a palos mal, le pegó con un adoquín en la cabeza, la violó y la quiso matar”, indica el relato.

A los pocos minutos de publicar dicho chat, Martina comenzó a recibir mensajes de muchas chicas contando situaciones similares vividas con Eguillor, quien es hijo Paula Martínez Castro, fiscal de ejecución penal de Lomas de Zamora. “Me pasó lo mismo”, “me acosó”, “me mandaba fotos de su pija”, “me quiso chapar a la fuerza”, “si le decías que no te insultaba”, “está loco, siempre se supo, la madre es fiscal y lo saca de todas”, plasmaban los chats.

No tardó en llegar el “descargo”, por parte de Eguillor. A través de un video en vivo en la misma red social por la que fue denunciado –y después de cambiar reiteradas veces su arroba para que sea difícil encontrarlo– se expresó acerca de todo lo sucedido.

Rodrigo Eguillor, acusado de abuso y violencia. Hijo de una fiscal. "Llamen a mi vieja", dijo cuando lo detuvieron. Machismo, racismo, discriminación, este pibe representa todo lo que no queremos para nuestra sociedad ??? pic.twitter.com/8rLKrXRQvP

— Lucila De Ponti (@ludeponti) December 4, 2018

El video muestra a un chico totalmente impune. Lo expone y deja ver cómo discrimina y denigra a las mujeres. Clasista y misógino, se proclama inocente y dice nunca haber tenido problema con ninguna de sus ex novias. A su vez, explica que “no tiene la necesidad” de violar a nadie: “Si vos me decís que soy un rarito, un chabón que no tiene facha ni nada que necesito violarme minas, bueno ahí está bien” y agrega “¿maltraté verbalmente? Sí, bueno”.

Varios programas de televisión le acercaron a Eguillor un micrófono para que pueda defenderse y contar su versión de los hechos, lo que derivó en el argumento de que eran “minas que quedaron resentidas”, ante la pregunta de varios panelistas sobre las decenas de chats que se conocieron en la última semana.

Las minas siempre son resentidas. Las minas son culpables. Las minas se la buscan y después no se la bancan. Las minas provocan. Las minas usan pollera y remeras escotadas. Las minas andan por cualquier lado a cualquier hora. ¿Cómo van a entrar al departamento de alguien que no conocen? Las minas tienen la culpa siempre. Afortunadamente, para esas minas ahora hay otras minas. Que no juzgan, que acompañan y hacen el aguante. Que te ayudan a hablar. A denunciar.

Nada de lo que pasó esta semana es nuevo para las pibas que viven con esto todos los días, frente a la impunidad con la que se mueven los hombres y que se enfrenta con justicia social, redes sociales y escraches.

Abril Tubio – @AbrilTubio