Nacionales

29 noviembre, 2018

Alerta roja para los hospitales de la capital por el G20

En el marco de la Cumbre del G20, el gobierno de Cambiemos dispuso medidas excepcionales para los centros de salud. Prohibición de visitas y suspensión de cirugías son algunas de las medidas ordenadas.

A horas del inicio de la Cumbre del G20 el gobierno porteño dispuso un “alerta roja” para los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires y ordenaron una serie de medidas que regirán “desde las cero horas del jueves 29/11/18 hasta las cero horas del 2/12/18”. Roberto Auger, director de Hospitales del Ministerio de Salud de la ciudad ordenó que durante ese período de tiempo se suspendan las licencias “por la presencia de una inminente hipótesis de conflicto durante la cumbre del G-20”, aunque en ningún momento se especificó cuál sería el conflicto en cuestión.

El código rojo o alerta roja, el máximo riesgo previsto, rige para el Hospital de Niños y el Garrahan, que deben dejar camas libres y prohibieron la visita de padres y madres a  quienes se encuentran internados o en tratamiento. Además, desde el lunes 26 los hospitales Fernández, Argerich, Pirovano, Tornú, Santojanni, Quemados, Gutiérrez y Santa Lucía se encuentran en la misma situación. El resto funcionarán bajo “alerta amarilla”, que podría ascender a roja durante los días que dure la Cumbre. En tanto, la medida alcanzó también al Hospital de Alta Complejidad en Red El Cruce, de Florencio Varela.

En concreto, el gobierno ordenó “suspender las cirugías programadas que requieran de post-operatorios en áreas críticas”. Por otro lado, se dispuso “liberar camas de piso de UTI, UTIM y UCO” (es decir, entre otras cosas, camas de terapia intensiva) y “preparar y dejar camas disponibles en sala y en las áreas cerradas”.

En la misma línea, los hospitales deberán “abrir habitaciones cerradas, que aumenten la disponibilidad de camas y disponer de áreas de expansión para la disposición de las mismas” y “derivar a sanatorios a pacientes que tengan cobertura de obra social o prepaga”.

Por otro lado, aquellos que sean pacientes de PAMI solo podrán ser recibidos si hay riesgo de vida. Caso contrario, serán derivados a hospitales sin código rojo o a sanatorios prestadores de la obra social. Asimismo, los pacientes que recojan las emergencias del SAME también serán derivados a otros centros, a menos que corran riesgo de vida. En cuanto a las ambulancias, no podrán dejar ninguna camilla en las salas de guardia, “dado que deben tener operatividad inmediata”. En tanto cada hospital tendrá que disponer de equipos reforzados, integrados por ayudantes de guardia, enfermeros, cirujanos, traumatólogos y neurocirujanos.

Tras el anuncio de las medidas, médicos del Hospital Garrahan elevaron un duro reclamo. A través de un documento, los profesionales resaltaron que “la prohibición de visitas a los pacientes recubre especial gravedad, ya que se trata de un hospital que trata niños y el acompañamiento de los padres resulta fundamental”. Además, la orden de liberar camas afecta directamente al centro de salud que al día de hoy posee el 95% de su capacidad ocupada. “Se violentan los derechos del niño, consagrados en la Convención de los Derechos del Niño, ratificada por nuestro país”, advirtieron.

Finalmente sostuvieron que “no se entiende el motivo para que un Hospital pediátrico de alta complejidad, que atiende a los niños, niñas y adolescentes con las patologías más graves en nuestro país –y que necesita TODA su capacidad y camas disponibles para ello–, deba ser incluido en un plan de contingencia por una cumbre política, con potenciales pacientes mayores”.

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