Derechos Humanos

26 noviembre, 2018

La Plata: crónica de la 3° edición de la Marcha de la Gorra

Bajo el lema “Mi cara, mi barrio, mi trabajo no son delito”, se llevó adelante la Marcha de la Gorra en contra de la violencia institucional ejercida por el Estado y las fuerzas de seguridad. Varias fueron las demandas de la movilización: reclamo ante detenciones arbitrarias y el hostigamiento policial, aparición con vida de la joven raptada por redes de trata, de Johana Ramallo; el pedido de justicia por el fusilamiento de Rodolfo Orellana, y los ocho muertos de la comisaría de Esteban Echeverría, y sigue.

Bajo el lema “Mi cara, mi barrio, mi trabajo no son delito”, se llevó adelante la Marcha de la Gorra en contra de la violencia institucional ejercida por el Estado y las fuerzas de seguridad. Varias fueron las demandas de la movilización: reclamo ante detenciones arbitrarias y el hostigamiento policial, aparición con vida de la joven raptada por redes de trata, de Johana Ramallo; el pedido de justicia por el fusilamiento de Rodolfo Orellana, los ocho muertos de la comisaría de Esteban Echeverría, y la lista sigue.

La misma estuvo compuesta por distintas organizaciones sociales, políticas, militantes de los derechos humanos, vecinos y vecinas de barrios pobres y excluídos de la ciudad de La Plata. Entre banderas de distintos movimientos sociales, bombos, platillos y cánticos, se fue poblando de a poco el sector de la plaza Moreno ubicado frente al municipio para comenzar el trayecto hacia la plaza San Martín, donde se llevaría a cabo un festival bajo el reclamo: “Los pibes y las pibas no son peligrosos sino que están en peligro”.

“Somos pibes y pibas de barrios que sostenemos merenderos, cooperativas y vivimos violencia todos los días. Estamos ante una realidad de ajuste, miseria y crisis institucionalizada. Cada vez tenemos más merenderos y ollas populares en donde la gente viene a comer, tanto niños, adultos, como la tercera edad. Esta crisis es muy grave”, contó a Notas, Gisella Di Dio, militante y referente del Movimiento Popular La Dignidad.

A su turno, Rosa Bru, mamá del estudiante de Periodismo asesinado y desaparecido en 1993, comentó a este portal: “Basta de asesinatos y encubrimientos a los policías culpables de las muertes de los pibes. El código de convivencia que hoy implanta Garro es el que antes apoyaba. En su momento decían que la gente tenía derecho a marchar y a parar, cosa que hoy no quieren que se haga porque no les conviene”.

La realización de la marcha se da en un contexto de despidos masivos en el sector público y privado de la ciudad. La posibilidad de acceder a un empleo formal resulta cada vez más difícil, por lo que el escenario al que recurren muchos vecinos y vecinas es salir a la calle y generar ingresos mediante la economía popular para enfrentar así el ajuste y la situación desfavorable del país.

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Florencia González

“Tenemos un gran dolor porque este compañero [por Rodolfo Orellana] dejó una familia por luchar por tierra y vivienda. La gente está desesperada. Desde el lado del pueblo tratamos de sostener las necesidades y ayudar como sea, y del otro lado recibimos más represión y persecución. Este Estado no es de derecho, me atrevo a decir que estamos ante una dictadura blanda”, manifestó Di Dio en referencia al militante de la CTEP baleado cuando intentaba ocupar tierra en busca de un techo propio.

La marcha que tuvo su origen en la ciudad de Córdoba en el año 2007, fue réplica en varias partes del país como Rosario, Mar del Plata, Buenos Aires y Tandil. La Plata no quedó exenta de este movimiento y se realizó así la tercera edición principalmente en repudio al Código de Convivencia que el Intendente Julio Garro intenta implementar.

“Es evidente la intención del intendente Garro de limpiar la ciudad. Nos impone quiénes y cómo debemos ocupar el espacio público, a través del control y la moral. Limitando la circulación y persiguiendo nuestro trabajo en el centro urbano de la ciudad”, denunció Jorgelina Caruso, militante de Patria Grande.

En tanto, Aníbal Hnatiuk, abogado referente de derechos humanos habló acerca de las irregularidades del código contravencional, la situación de las cárceles, el abuso policial y la ilegalidad en la que se encontraba la comisaría de Esteban Echeverría, donde ocho jóvenes murieron por la negligencia del Estado.

Por último, en la gran convocatoria tuvo su lugar un festival musical que comenzó alrededor de las 17 horas a cargo de tres bandas de rap: Bgh; Mi cara, mi ropa y mi barrio y Franco Varela. Posteriormente, “Las Cachitas Now” dieron cierre a la jornada con una versión acústica y letras a favor del aborto, la lucha de las mujeres y las disidencias alrededor de las 19 horas.

Santiago Camarero, desde La Plata – @santicamarero

Foto: Florencia González

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