24 octubre, 2018
“Un científico puede impactar más en nuestro sistema productivo estando afuera”
Notas entrevistó a Mariano Jordán, coordinador del Programa RAICES para repatriar científicos, de la Secretaría de Ciencia. Según la cartera el promedio de investigadores repatriados bajó a menos de la mitad en la era Macri. En 2017 volvieron dos científicos y en 2018, apenas cuatro.

En una entrevista exclusiva con Notas, el director nacional de Cooperación e Integración Institucional de la actual Secretaría de Ciencia de la Nación, Mariano Jordán, se refirió a la actualidad del programa de repatriación de científicos “RAICES”, creado en 2008.
Desde el sitio de la Secretaría se fundamenta la creación de la Red de Argentinos Investigadores y Científicos en el Exterior (RAICES) “por el impacto de la repatriación de investigadores argentinos en la formación de recursos humanos altamente calificados”.
El Programa fue declarado como Política de Estado el 2 de diciembre de 2008, mediante la Ley Nº 26.421.
Según datos de la propia dirección de Cooperación e Integración a los que accedió este medio, entre 2009 y 2015 fueron repatriados 713 científicos, pero la cifra desciende abruptamente a 99 durante la gestión Cambiemos. En 2017 se registran dos repatriaciones y cuatro en 2018, según la web.
Las cifras develan que, en promedio, volvieron al país unos 102 investigadores por año durante la gestión de Cristina Fernández, y que ese valor cae a 33 a lo largo de la administración de Mauricio Macri.
– Revisando los datos del programa RAICES se ve que durante 2016-2018 cayó abruptamente la cantidad de investigadores que fueron repatriados ¿Qué lectura hace la Secretaría sobre esa tendencia?
– Usted está hablando de repatrios, pero RAICES es un montón de cosas, es un montón de herramientas, varios instrumentos distintos, de los cuales la repatriación es una solamente. Después dejemos de lado si es a la que más publicidad se le ha dado, si es la más útil o la más apropiada, no es para este ámbito la discusión. La repatriación es sólo una parte de todo lo que es el programa RAICES.
El programa tiene como objetivo mantener vinculados a científicos e investigadores argentinos en el exterior con el sistema científico y tecnológico del país, por eso es solamente un instrumento colateral la repatriación. El objetivo es estar en contacto. Cómo la mayoría de la diáspora argentina, es decir, el argentino en el exterior siente la lejanía y la cercanía de la patria, y la necesidad de compartir y devolver lo que el país en su momento le ha dado, por eso el programa RAICES apunta a eso. Es decir que la repatriación es un programa colateral.
Ahora, esto que mencionas de la merma en la cantidad de repatriados, la verdad que los números de 2018 no los tenemos, a ver, acá estamos hablando de una comunidad y de un recurso finito, agotable. El número de científicos argentinos en el exterior a lo largo, no se desde el año 1900 a la fecha, ha sido equis. Ese número se termina cuando se lanza el Programa (en 2008), pero, en realidad, preexistían mecanismos de repatriación que tenían mayor o menor utilización. Cuando se lanza RAICES y se publicita tanto obviamente en principio hay una utilización mayor.
– Ahora, uno de los resultados más contundentes del programa RAICES es que han venido al país una cantidad de investigadores no comparable con otro momento histórico de Argentina ¿cómo se lee ese fenómeno desde la Secretaría de Ciencia?
– La verdad que no lo sé si eso se dio de manera contundente, indiscutible y si es incomparable con otro momento histórico. Los datos no llegan mucho más atrás del año 2000. Por lo que lo que usted afirma yo no sé si es así. Igual si fuera o no así es un dato más. Hay un instrumento que es el de las redes propiamente dichas de investigadores en el exterior, de las cuales hasta el 2015 había cinco y hoy estamos en 16, con un promedio de 20 o 25 personas activas en cada una, estamos hablando de casi 300 investigadores que están en permanente contacto.
La verdad que muchas de esas personas están en altísimos cargos en los sistemas científicos y tecnológicos de los países en los que están actuando hoy. Se trata de altísimos cargos en empresas de base tecnológica, academia, muchos de ellos en el mismo gobierno de los países en los que están, porque tienen doble ciudadanía esas personas, es decir que son fuente permanente de consulta.
– En la base del proyecto RAICES estaba que todo ese capital de conocimiento, generado en nuestro país, tuviera algún impacto en el sistema científico local, más allá de comunicar científicos entre sí ¿O no?
– Es efectivamente así, pero el impacto en el sistema científico local efectivamente lo produce, no solamente el repatriado, sino el tipo que sigue trabajando en Francia, por ejemplo, porque tenemos trabajando gente en altísimos puestos en temas, por ejemplo, como investigación espacial, en Italia con temas alimenticios. Todo depende… todo depende… todo es relativo, porque ese científico, ese investigador, puede haber momentos en que su impacto en el sistema productivo argentino sea mayor trabajando desde allá y siguiendo brindando oportunidades que, a veces, acá. Es decir que un científico puede impactar más en nuestro sistema productivo estando afuera. Todo es producto y necesidad de un determinado momento histórico.
– Hay investigadores que volvieron y que se plantean irse o se arrepienten a partir de la coyuntura económica actual…
– Al día de hoy menos del 3% de los que se beneficiaron con el programa de repatriación se ha vuelto. Se trata del 2,78%, una cosa así. Ese es el dato de hoy. Lo que planeen hoy otros investigadores, yo realmente no le sé decir.
– ¿Y qué lectura hace de lo que pueda llegar a pasar con quienes investigan en Argentina a partir de la coyuntura económica actual y la futura, con la presentación del proyecto de Presupuesto 2019? ¿Puede haber fuga de cerebros nuevamente?
– No, a ver. La verdad que no estoy en condiciones de hacer una evaluación por muchísimos motivos. El primero es que esa decisión depende de algo personal. Cuando una persona está en el exterior, porque tampoco repatriado es levantar la mano y vuelvo. El programa RAICES tiene un comité asesor, la gente cuando vuelve postula al beneficio, hay montones de decisiones personales, como por ejemplo el hecho de que una decisión familiar que un año te puede cerrar de repente al otro año puede no cerrarte. Por eso hacer una evaluación basándose en un factor como puede ser el Presupuesto, no de ninguna manera. No estoy en condiciones de evaluarlo de esa forma.
Eduardo Porto – @PortoEdu
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