8 octubre, 2018
Apoyo eclesiástico a gremios y movimientos sociales reaviva discusión sobre falta de trabajo
Días atrás, el nuevo arzobispo de La Plata, Monseñor Víctor Manuel Fernández, brindó una “misa por la paz social” junto a referentes sindicales y de organizaciones de la economía popular de la provincia de Buenos Aires. En un duro discurso sobre la realidad política y social argentina, “Tucho” dijo que no había que resignarse a una “política reducida a las finanzas internacionales, que apunta más a la especulación que a la producción y al trabajo”.

Días atrás, el nuevo arzobispo de La Plata, Monseñor Víctor Manuel Fernández, brindó una “misa por la paz social” junto a referentes sindicales y de organizaciones de la economía popular de la provincia de Buenos Aires. En un duro discurso sobre la realidad política y social argentina, “Tucho” dijo que no había que resignarse a una “política reducida a las finanzas internacionales, que apunta más a la especulación que a la producción y al trabajo”.
Frente a dirigentes como Oscar “Colo” De Isasi, secretario general de ATE Buenos Aires; Roberto Baradel, titular de SUTEBA; Cristian Vander, de telefónicos; Rodrigo Bernales y Gildo Onorato, ambos de la CTEP, Monseñor Fernández caracterizó a los presentes como personas con “sentido social” que no aceptaban ser “una suma de individuos como quiere el liberalismo extremo”. “Les guste o no vamos a seguir diciendo que somos pueblo”, apuntó.
“En la reunión se pudo ver cómo el obispado de La Plata está en línea con los movimientos sociales y sindicatos”, arriesgó Bernales, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) de la ciudad de las diagonales. A su turno, dijo que la Iglesia era un “articulador de distintas tradiciones políticas y sindicales” y que por ello había que “dejar a un lado las contradicciones secundarias en pos de la unidad”.
Resulta llamativo que “Tucho” Fernández haya dado el puntapié para reunir a sindicatos y movimientos sociales críticos de la gestión de Cambiemos tanto a nivel nacional, como así en la provincia de Buenos Aires y el distrito platense. Sucede que su antecesor, el polémico Héctor Aguer, se retiró del cargo luego de un Tedéum el pasado 25 de mayo presenciado por la gobernadora María Eugenia Vidal y el intendente Julio Garro. Allí el monseñor dijo que el pueblo argentino confundía “memoria con el rencor y la justicia con la venganza”.
Bernales explicó que la postura del MTE era articular con el “mayor grado posible” todos los actores “combativos” de la región”, y valoró a su vez que este tipo de encuentros les permitía a las organizaciones de la economía popular discutir “a la par de los sindicatos que representan a trabajadores del mercado laboral formal”.
Respecto al sentido del encuentro, planteó: “No vamos a permitir que a través de lo que ellos [Cambiemos] llaman ‘paz social’ pretendan solucionar el problema de la falta de trabajo”, y recordó la famosa frase del general Juan Domingo Perón, citada por Fernández en su discurso: “La única verdad es la realidad”.
En conclusión, la sintonía del encuentro se guío por la premisa de evitar que la unidad sea carcomida por “contradicciones secundarias”, es decir, las ideológico-partidarias.
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