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1 octubre, 2018

CABA: preocupación por carácter represivo del proyecto de Código Contravencional

En una entrevista con el programa Fuera de Servicio por Radio Sur FM 88.3, Victoria Darraidou, integrante del CELS, habló respecto respecto a los cambios que propone el proyecto de reforma del Código Contravencional impulsado por Cambiemos en la Capital Federal.

En una entrevista con el programa Fuera de Servicio por Radio Sur FM 88.3, Victoria Darraidou, integrante del CELS, habló respecto respecto a los cambios que propone el proyecto de reforma del Código Contravencional impulsado por Cambiemos en la Capital Federal.

– ¿Cuáles son los principales cambios que introduce esta reforma?

– Se trata de una reforma que propone el Poder Ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires para modificar el código que ya existe. Nosotros desde el CELS la vemos con preocupación. Principalmente, tiene que ver con la ampliación de las facultades policiales para las detenciones y se da, en particular, en situaciones en las que la policía podría, para hacer una contravención, intervenir sin que tenga una sentencia previa al uso de la fuerza directa. Esto es problemático porque es contrario a un artículo específico de la ley de Seguridad Integral de la CABA.

Otra de las cuestiones que preocupan es que aparece la figura de las denuncias anónimas, es decir, ya con una denuncia que haga un individuo de forma anónima, la autoridad encargada de la prevención y el fiscal deberían poder librar un acta sobre ese hecho. El problema es que esto podría abrir la puerta a causas armadas, y lo particular es que mucha de la fundamentación de esta reforma que propone el código contravencional se hace en una supuesta protección a la violencia machista. Ahí parece problemático que el Gobierno de la Ciudad entienda que para proteger a las mujeres que pueden ser víctimas de violencia de género la respuesta sea represiva, punitivista y con mayor intervención policial.

Otro punto importante es la persecución a trabajadores informales en un contexto de recesión y crisis económica, donde muchas veces la alternativa para muchos es buscar trabajos en la calle, informales, como parte de la economía popular. El proyecto de reforma propone incluir nuevas acciones como contravenciones y está vinculado a, por ejemplo, los cuidacoches. Crea nuevas acciones vinculadas a esta actividad o en algunos casos crea la figura del limpiavidrios como una contravención. Esto es perseguir con más intervención policial a trabajadores de la economía popular.

– Respecto de los cuidacoches y limpiavidrios, ¿cómo ves este proyecto?

– Dos cosas importantes: han sido los propios trabajadores que se han acercado y el planteo de ellos va en la dirección de tener un registro en CABA de trabajadores que se ocupan de cuidar coches o limpiar vidrios. Por otra parte la visión que tenemos de cuando lo que se permite es mayor intervención o regulación policial de los problemas de seguridad, es que justamente un policía interviniendo haciendo una contravención o un acta no es capaz, o no es la forma de cortar con estas redes que pueden ser extorsivas.

De hecho, muchas veces en los casos por ejemplo de recitales se hacen en connivencia con la propia policía; eso de que los cuidacoches puedan cobrar una tarifa en particular a la salida de un recital. Entonces nos parece que para hacer cesar esas intervenciones, que en términos generales no son agradables para nadie, la solución no sería que la policía pudiera librar un acta por una contravención.

– En la reforma hay una figura para limitar el acoso callejero, ¿cómo convive esto -que en principio parecería ser algo rescatable- con la propuesta de dar rienda suelta a la policía para cortar espectáculos callejeros?

– En la fundamentación del proyecto se ve constantemente un supuesto de que estas modificaciones se hacen como protección a las mujeres contra la violencia machista y de género. En el caso de las denuncias anónimas, se sostiene desde el lado de que muchas veces las mujeres no encuentran en las comisarías lugares amigables para hacer una denuncia, que es cierto.

Ahora, el punto es que si para mejorar esa situación lo que se propone es aumentar penas, crear figuras contravencionales o si lo que debemos hacer es pensar políticas públicas con perspectiva de género y mejorar las condiciones para la efectiva realización de una denuncia.

– ¿Cómo funcionaría la aplicación de estas nuevas figuras que aparecen en el código con respecto al acoso?

Lo que dice el proyecto es que ante una denuncia anónima el personal de vigilancia o fiscal deben librar un acta sobre un sujeto que en este caso es una persona que te lo dice en la calle. Salvo que esté el personal en la calle, sería difícil de identificar y poder hacer una contravención por ese sujeto, pero por ejemplo si fuese un vecino, es fácil de identificar. El problema es que con esa figura corrés el riesgo de abrir la ventana para generarle causas a sujetos que no tienen nada que ver.

Ahora que estamos en un contexto en el que el movimiento de mujeres ha logrado poner en agenda los derechos de las mujeres, es importante que la respuesta sobre lo que queremos no sea sociedad punitivista. Nosotros vemos con preocupación que a la identificación de una problemática como es la violencia de género, la respuesta sea más intervención de las esferas penales del Estado.

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