«No estamos pidiendo que nos dejen cultivar, estamos pidiendo no ir presas por cultivar»

Erika Ato, integrante del proyecto «Madres que se Plantan», dialogó con «Insurgentes» por Radio Sur 88.3 sobre el fallo de la Justicia Federal de Rosario que avaló el pedido de su organización permitiendo el autocultivo de cannabis con fines medicinales para sus hijos e hijas.

– ¿Cómo recibieron la noticia del fallo a favor?

– Primero que nada, totalmente sorprendidas, no teníamos mucha fe de que iba a salir porque nos daban todos en contra lo que eran los jueces, la gente que iba llevando los casos. Más allá de que habían salido fallos individuales, este caso era colectivo y, para la ley, es como una asociación ilícita de ocho personas que están cultivando. Entonces no teníamos mucha fe, así que sorprendidas y después, una vez que caímos, con muchísima felicidad.

– Esto es histórico, no solo porque la acción es colectiva, sino también porque, a diferencia de otros precedentes, se reconoce el trabajo conjunto con profesionales de la salud y de la universidad pública. ¿Cuáles son los argumentos con los que fallan a favor de esta medida?

– La semana pasada, las ocho mamás dimos testimonio delante de la jueza. Creo que eso fue lo que hizo el cambio, el contar en primera persona por qué estábamos ahí. Más allá de que hubieron muchísimos amicus curiae de médicos, bioquímicos, que salieron a nuestro favor, el relato de las ocho fue lo que hizo que la balanza se corriera para el otro lado.

– ¿Tuvieron alguna especificación sobre qué usos estarían habilitados a partir de este fallo?

– Lo que hablamos fue de una necesidad de cannabis medicinal, esto implica que no hablamos de una cantidad de plantas, porque todas las mamás que cultivamos sabemos que no hay límite de plantas, ya sea que por ahí cambian y necesitan otra propiedad o se muere la planta, así que no tenemos límite de plantas. Y tampoco hablamos de qué forma dárselo, porque puede ser de modo vaporizado, en forma de crema o en aceite, que es lo más conocido. Nosotras ochos se los damos en forma de aceite, pero no sabemos en un futuro qué es lo que van a necesitar nuestros hijos.

– ¿Cuáles son las enfermedades que se pueden llegar a tratar con el uso del aceite de cannabis?

– Las que tenemos en el amparo son: parálisis cerebral, autismo y diferentes epilepsias. Esa es la que nosotros tenemos en el amparo, después el uso lo va buscando cada paciente. Es una pena que siempre hay que llegar hasta el límite de la salud para llegar al cannabis, cuando ya no tenés posibilidades, esto es lo que nos pasó a nosotras ocho en este recorrido tan largo con toda la gente que nos hemos cruzado.

Nosotras lo que decíamos, y le dijimos a la jueza, es que somos cultivadoras, ya sabemos lo que le tenemos que dar a nuestros hijos, es como raro que estemos acá sentadas. No estamos pidiendo que nos dejen cultivar, estamos pidiendo no ir presas por cultivar, entonces la idea de todo este amparo es para los que vienen atrás. Es para que el que esté internado, el que recién se entera de una enfermedad, por ejemplo una epilepsia en su hijo, y que tenga la posibilidad de que existe esta medicina. Que es natural, que la pueden plantar en sus casas y hacer sus propias mamás, esta es la idea a nivel nacional, que haya otras posibilidades para los próximos niños o adultos.

– Si algún papá, mamá, familiar o amigo quisiera poder empezar a interiorizarse sobre los usos medicinales del cannabis, ¿donde podría encontrar información?

– Ustedes son de Buenos Aires, para mi lo mejor que hay, que es donde arranqué y aprendí, es «Mamá Cultiva Argentina». La sensibilidad de Valeria Lasech, si la han visto en la tele, no hay con quien se pueda comparar. Lo que necesitamos las mamás que llegamos a este momento es empatía, no una locura de un médico, que la única forma que tiene de llegar a algo es drogándolo. Creo que lo que estamos haciendo es cambiar ese paradigma, y creo que «Mamá Cultiva Argentina», en Buenos Aires, sería la mejor referencia.