Batalla de Ideas

21 septiembre, 2018

INDEC: el 31,9% de los activos tienen “insuficiencia de trabajo”

Por Federico Dalponte. Este jueves se conocieron los datos laborales del segundo trimestre del año. La desocupación abierta se acerca a los dos dígitos en el marco de un escenario preocupante: a las puertas de la recesión.

Por Federico Dalponte. Este jueves se conocieron los datos laborales del segundo trimestre del año. La desocupación abierta se acerca a los dos dígitos en el marco de un escenario preocupante: a las puertas de la recesión.

La importancia de los números es medular para el gobierno. El desafío temerario acerca del nivel de pobreza se conjuga ahora con una crisis profunda en el mercado de trabajo: casi uno de cada tres argentinos tiene severos problemas laborales.

Los datos gruesos indican que los desocupados, los ocupados demandantes y los ocupados no demandantes disponibles son más ahora que en el segundo trimestre de 2016.

La tasa de desocupación abierta, que escaló al 9,6% de la población activa, es casi un punto superior a la del año pasado. Y en efecto, hay que retrotraerse más de una década, al año 2006, para encontrar una tasa superior a la actual, aunque la tendencia era ciertamente inversa.

De hecho, poco después de aquella medición, en septiembre de 2007, el entonces presidente Néstor Kirchner decretaba el fin de la famosa doble indemnización. La medida excepcional había sido votada por el Congreso en el año 2002 para desincentivar los despidos. Eran las expresiones objetivas de una crisis estructural de la economía.

A la postre, será interesante ver, en tal sentido, cómo opera el gobierno de Cambiemos para paliar la desocupación sin desobedecer la receta liberal. Es probable que no alcance siquiera con explicaciones tangenciales.

En efecto, una de las críticas principales durante el período pasado era la supuesta manipulación de la tasa de actividad: es decir, el porcentaje de gente que tiene trabajo o busca tenerlo. Si ese indicador se manipula a la baja, la cantidad de personas que buscan un empleo desciende, y con ello baja la tasa de desocupación.

“El INDEK (sic) decía que los que no tenían empleo no buscaban”, denunciaba a principios del nuevo gobierno el economista radical Martín Tetaz. Pero lo cierto, pasados casi tres años de gestión macrista, es que la tasa de actividad actual es incluso inferior -por ejemplo- a la de 2011 y 2013, cuando la desocupación era más de dos puntos menor a la actual. En otras palabras: la desocupación abierta es hoy mayor a la recibida en 2015 sea cual sea la medición o explicación que se pretenda.

Sin embargo, la clave, en ese contexto, es analizar las razones de esos movimientos. En la Argentina crece la cantidad de gente que busca trabajo bastante por encima de la capacidad del mercado de absorber esa oferta. Y esa población, vale destacarlo, está constituida mayormente por mujeres. Con una fuerza de trabajo todavía fuertemente masculinizada, bien puede ello ser el signo de una intención de colaborar con un ingreso familiar en crisis.

En ese sentido, a la mayor cantidad de gente que busca infructuosamente trabajo -con consecuente crecimiento de la tasa de actividad- se suman los ocupados que demandan más o mejor trabajo y aquellos que no lo demandan pero están disponibles para aceptar una oferta superadora. Estos son los que conforman el 31,9% que, en términos del INDEC, “presionan sobre el mercado de trabajo”. Una suerte de ejército industrial de reserva pero con cifras exorbitantes.

@fdalponte

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