Cultura

27 agosto, 2018

Una trinchera para Lorca en el barrio de La Boca

Una excelente puesta en escena, una musicalización en vivo impecable y sin fisuras, un trabajo prolijo, serio y coordinado entre actores, actrices y títeres, y la épica de una de las luchas más tristemente dulces de nuestra historia. Lorca en las trincheras de Madrid, la obra de teatro del Grupo Catalinas Sur, tiene todo eso y un poco más.

Una excelente puesta en escena, una musicalización en vivo impecable, un trabajo prolijo, serio y coordinado entre actores, actrices y títeres, y la épica de una de las luchas más tristemente dulces de nuestra historia. Lorca en las trincheras de Madrid, la obra de teatro del Grupo Catalinas Sur, tiene todo eso y un poco más.

Es viernes a la noche, hace frío en este invierno porteño y el viento sopla con ganas desde el Riachuelo, pero al llegar al Galpón de Catalinas en el barrio de La Boca, todo cambia. De pronto nos trasladamos a la capital española de los años ’30, en medio de la Guerra Civil.

Hombres y mujeres vestidas de milicianas reciben al público y le indican donde son sus asientos. En el escenario pueden verse trincheras y pancartas que rezan: «Madrid será la tumba del fascismo», «No pasarán».

En las trincheras, brigadistas internacionales reciben y escriben cartas a su Buenos Aires querida. Ponen en palabras el sufrimiento, el desgaste y la dificultad de llevar a cabo una guerra desigual y en peores condiciones que el enemigo. Sin embargo, hay un ideal que los guía, que los hace resistir y seguir combatiendo por un mundo mejor.

«Puente de los franceses / puente de los franceses / puente de los franceses mamita mía nadie te pasa, nadie te pasa. / Porque los milicianos / porque los milicianos / porque los milicianos / mamita mía que bien te guardan, que bien te guardan». Un batallón entra cantando y dándonos aliento a las y los presentes.

Terminan y nos cuentan que, aunque estamos en guerra, aún así hay lugar para el arte y que por eso nos representarán El retablillo de Don Cristóbal, una obra de Federico García Lorca cuyo nombre original es Los títeres de cachiporra. Tragicomedia de Don Cristóbal y la Señá Rosita. Farsa guiñolesca en seis cuadros y una advertencia. Para ello cuentan con los teatros ambulantes de títeres que el propio Lorca utilizaba para llevar este tipo de expresión artística a toda España.

La obra comienza, los títeres, actores y actrices entran y salen de escena al ritmo de una musicalización sin fisuras. Don Cristóbal, viejo y bruto como es, busca esposa pero para eso necesita dinero, el cual consigue con métodos poco ortodoxos. Allí se encuentra con la madre de Doña Rosita que le ofrece a su hija a cambio de dinero y una mula.

«Camaradas, llegan noticias desde el frente», interrumpe una miliciana y la obra se detiene. Nos cuentan las novedades a quienes estamos presenciando la obra y también a quienes la llevan a cabo. Y de nuevo comienzan a cantar: «Se encontraron en la arena / los dos gallos frente a frente / El gallo negro era grande / pero el rojo era valiente».

Así transcurre la obra, alternando entre el texto de Lorca -con el casamiento de los protagonistas y las aventuras extramatrimoniales de Rosita- y un conflicto en curso del que siguen llegando noticias que, aunque son cada vez más desalentadoras, no aplacan a la tropa que continúa cantando.

«Si me quieres escribir / ya sabes mi paradero: / Tercera Brigada Mixta / primera línea de fuego / Aunque me tiren el puente / y también la pasarela / me verás pasar el Ebro / en un barquito de vela».

Pero el final se acerca y entonces nos enteramos que el presidente republicano Juan Negrín aceptó retirar a las brigadas internacionales esperando que Alemania e Italia dejen de apoyar al ejército de Francisco Franco. La obra se interrumpe, nuestras milicianas y milicianos deben regresar a su patria. Lo hacen con tristeza, sin dudas, pero sabiendo que su lucha vale la pena.

«Pero nada pueden bombas / ¡rumba la rumba la rum bam bam! / pero nada pueden bombas / ¡rumba la rumba la rum bam bam! / donde sobra corazón / ¡Ay, Carmela, ay, Carmela!».

Santiago Mayor – @SantiMayor

Ficha técnica

Dirección: Ximena Bianchi
Asistente de dirección: Agustín Manoukian
Adaptación: Adhemar Bianchi
Director musical: Gonzalo Dominguez
Elenco: Jorge Goicoechea, Nora Mouriño, Marcelo Cancemi, Ariel «Fito» Bechara, Susana García, Gonzalo Guevara, Agustín Manoukian, Corina Renoldi, Diego Robles, Graciela Kelly, Ernesto Antas, Julián Samartin, Lorena Ciolek, Daniel Alvarez, Iris Arroyo, Iliana Robles, Mabel Limeres, Horacio Moreff, Lucía Ballefin Benites, Cristina Pisani, Ana Schwarzberg, Teresa Franconetti, Mario Vidal, Mauro Mascareño, Olivia Cancemi Giffone, Micaela Mouriño, Lucía Cidale, Lucas Bernabé, Damian Flores
Diseño de luces: Maia Verona y «Coqui» Ferreyra
Operación: Sonia Struminger
Diseño y operación de sonido: Pablo Torres
Dirección musical: Gonzalo Dominguez
Dirección coral: Mauro Mascareño
Preparación vocal: Ana Schwarzberg
Escenografía y realización: Ana Serralta y Omar Gasparini
Vestuario: Marina Mendaro Dressler
Foto y video: Agustín Manoukian y Fernando Miró

Las funciones son todos los viernes a las 22 hs en el Galpón de Catalinas (Benito Pérez Galdós 93, CABA) y la entrada general sale $200.

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