Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela: “Somos millones, una sola voz”

El 28, 29 y 30 de julio se realizó el IV Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) al cual llegaron 670 delegados y delegadas de todos los Estados, quienes fueron electos previamente y trajeron debates recolectados desde las bases en los diferentes territorios y espacios de militancia política. Estuvieron presentes también la dirigencia nacional, el presidente y vicepresidente del partido, Nicolás Maduro y Diosdado Cabello respectivamente.

Además se sumaron a acompañar el Congreso referentes de las organizaciones que constituyen el Polo Patriótico, y una delegación internacional de 40 personas. De Argentina participaron representantes de las organizaciones Patria Grande y Nuevo Encuentro.

Este evento adquiere una gran importancia teniendo en cuenta la situación compleja por la que está pasando el país, la cual implica enormes desafíos no sólo para el gobierno sino también para el chavismo en su conjunto. El PSUV, legado del comandante Hugo Chávez, es el partido más grande e influyente del país, por lo tanto lo que pase con él y las definiciones que se impulsen en su seno tienen un impacto imposible de desmerecer en la continuidad del proceso.

Una de las cuestiones fundamentales a resaltar fue el espíritu unitario del Congreso, materializado en la decisión unánime de reelegir la continuidad de la fórmula que ha asumido en el lapso anterior la presidencia y vicepresidencia.

“Es el imperialismo, nuestro verdadero enemigo, el que sueña con vernos divididos pero no le vamos a dar el gusto”, expresó con énfasis Diosdado Cabello en el acto de cierre. Seguramente sin la unidad que ha logrado el chavismo no hubiera sido posible mantener el gobierno durante los últimos años, hacia el futuro también será un factor clave a la hora de sostener las políticas que busquen sacar a Venezuela adelante.

Sin embargo, para que la unidad sea efectiva es necesario una orientación política común que aglutine. En ese sentido gran parte de los debates estuvieron centrados en el tema económico, como principal problema que afecta al pueblo venezolano. Más allá de la guerra económica se planteó la necesidad de reconocer los errores propios y apostar a la rectificación para construir una Venezuela productiva que logre superar la dependencia al modelo rentista petrolero.

De las comisiones salieron propuestas ligadas a fortalecer la producción comunal, familiar y campesina, lo que incluye el apoyo del gobierno a quienes están comprometidos y comprometidas con este objetivo y no con la especulación. También se enunció necesidad de tener un plan de producción que priorice rubros que permitan abonar a la buena alimentación del pueblo, y la urgencia en la reactivación productiva de las empresas públicas, entre otros aspectos.

Otro punto que se repitió fue la premura por combatir la corrupción. Se planteó la construcción de un tribunal de disciplina y ética del partido, y el fortalecimiento de la formación política-ideológica con carácter obligatorio para quienes ocupen cargos públicos. Además se hizo énfasis en el control y limpieza de los funcionarios de la Guardia Nacional que están vinculados al contrabando de productos en las rutas que van hacia las fronteras.

En las conclusiones de las comisiones salió reiteradas veces la intensión de que se reconozca el protagonismo de las mujeres en la revolución y asumir el feminismo en el partido. En lo concreto, se planteó la paridad en la representación y la adopción del lenguaje inclusivo.

La jornada fue un ejercicio de la democracia en términos de participación y debate amplio. Las propuestas han sido muchas y la decisión que se tomó respecto a estas es volver a llevarlas a los Estados para luego en el plazo de un mes culminar con un documento último que condense los acuerdos del Congreso y la orientación hacia los próximos años.

Lo que está en juego en la continuidad del proceso bolivariano y el rumbo que tome la Revolución iniciada por Chávez es crucial no sólo para Venezuela, el PSUV tendrá un rol y responsabilidad en ese camino. Tal como decía el escrito aportado por parte de la delegación internacional, en la actualidad defender Venezuela es defender la causa humana y la democracia tan avasallada últimamente en nuestro continente y en el mundo.

Florencia Catelani, desde Caracas