Géneros

30 julio, 2018

Una joven de 18 años denunció ser hija de un sacerdote salteño

Agustina Gamboa Arias aseguró haber sido abandonada por su padre, un cura de la provincia de Salta que recientemente se pronunció fervorosamente en contra de la legalización del aborto. A los 15 años viajó a buscar a Carlos Gamboa, pero el sacerdote la rechazó poco antes de entrar a dar misa.

Agustina Gamboa Arias aseguró haber sido abandonada por su padre, un cura de la provincia de Salta que recientemente se pronunció fervorosamente en contra de la legalización del aborto. A los 15 años viajó a buscar a Carlos Gamboa, pero el sacerdote la rechazó poco antes de entrar a dar misa.

“No me callo más”, publicó la joven en Facebook luego de escuchar la entrevista que el programa “La Otra Campana” realizó a Gamboa donde manifestó su posición en contra de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) llamando al “acompañamiento de las mujeres” y de “los chicos que están vivos”.

Las palabras del sacerdote llamaron a Agustina a hacer pública su historia para «dejar de ser cómplice de la doble moral de la iglesia de la que forma parte Carlos Gamboa». “La realidad contradice sus palabras, pues sistemáticamente descuidó y desatendió de mí, su hija Agustina María Gamboa Arias, nacida en mayo del 2000”, sostuvo.

En su carta, también denunció: “La iglesia encubrió y ayudó a ocultarme, nadie debía enterarse de mi existencia. Entonces cuando Carlos Gamboa y la iglesia que representa hablan de ‘si a la vida’, ‘si a toda vida’ y ‘toda vida vale’ me pregunto ¿que quiere decir con eso? y ¿Por qué él se siente con autoridad moral para decirlo tan livianamente?”.

En ese sentido contó el difícil camino que tuvo que emprender para lograr tener su apellido. “Llevo el apellido de mi progenitor, pero originalmente fui anotada en el Registro Civil como Agustina Arias ya que se negaba a reconocerme legalmente negándome también el derecho de todo niño o niña a su identidad». El 16 de agosto del 2002, «mediante requerimiento de un abogado pudo ser reconocida como consta en la acotación al margen de mi acta de nacimiento». «Si bien estoy viva, si fuera por él estaría en completo abandono”, completó.

De ahí en más, los encuentros ante abogados se hicieron cada vez mas frecuentes.

Agustina también relató que durante el tiempo que intentó acercarse a la familia Gamboa se desató “una tormenta que se manifestó con maltratos verbales y psicológicos telefónicos» por parte del sacerdote hacia ella y su mamá. “La familia de Carlos Gamboa se encolumnó detrás suyo protegiéndolo e impidiéndome la posibilidad de conocerlos y completar parte de mi identidad y de mi vida, aquella que Gamboa dice defender”, agregó.

Producto de esta situación, la joven está con tratamiento psicológico desde muy chica y aseguró que “el daño es irreversible”. “Mi familia y yo estamos a favor de la Ley de IVE sin modificaciones porque sabiemos que esta Ley ayudará a mujeres y cuerpos gestantes que se encuentren en riesgo o deseen decidir sobre su futuro. También consideramos que el abandono es muerte y que el dogma de la Iglesia no debe interponerse en la vida republicana y debe respetar las decisiones de las mujeres”, concluyó.

A pesar del gran impacto que generó el testimonio de Agustina, el sacerdote no se ha pronunciado públicamente y la iglesia de Salta eligió llamarse a silencio.

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