Mundo Gremial

17 julio, 2018

Nuevas formas de explotación, históricas formas de protesta

Mientras en España las y los trabajadores de Amazon llevan a cabo su primera huelga, en Argentina este lunes hicieron lo propio quienes realizan deliverys de la plataforma digital Rappi.

Mientras en España las y los trabajadores de Amazon llevan a cabo su primera huelga, en Argentina este lunes hicieron lo propio quienes realizan deliverys de la plataforma digital Rappi.

En Madrid el paro en el almacén logístico de Amazon cumplió su segundo día este martes. La jornada incluyó represión por parte de la policía y dos detenidos. El reclamo principal consiste en un aumento salarial del 1,5% y un convenio colectivo propio, como tenían hasta hace unos meses pero fue rechazado por la compañía multinacional.

La fecha de la protesta fue elegida para coincidir con los días de mayor volumen de ventas de la empresa que, según la agencia Bloomberg, convirtieron a su titular, Jeff Bezos, en el hombre más rico del mundo este lunes. Se prevé que la huelga continúe también el miércoles.

Tanto desde la Confederación General del Trabajo (CGT) como desde Comisiones Obreras (CCOO), las dos centrales sindicales que motorizan el reclamo, el acatamiento ha sido superior al 80%. De acuerdo a un comunicado de CCOO han ingresado al depósito un «escaso número» de camiones, los cuales «salen, en su mayoría, vacíos al no haber personal».

No obstante denunciaron que Amazon «ha deslocalizado los pedidos enviándolos a otras plantas para socavar el derecho a huelga».

La medida de fuerza en España inspiró a otros países como Alemania donde hubo paros el lunes coincidiendo con el Prime Day para protestar contra la precariedad laboral que «se oculta detrás de los bajos precios y los grandes descuentos» que ofrece la plataforma de venta online. También en Polonia se han convocado movilizaciones reclamando mejoras salariales y de las condiciones laborales.

Del otro lado del Atlántico

Sin relación directa, pero coincidiendo en fechas y denunciando también la precarización laboral de este nuevo tipo de empresas, trabajadores argentinos de la aplicación Rappi se manifestaron el lunes frente a las oficinas ubicadas en el barrio porteño de Palermo. Entre los principales reclamos por mejorar las condiciones de trabajo está el de tener la posibilidad de tener un salario fijo, algo que actualmente les es negado.

“Pedaleamos más y ganamos menos”, fue la consigna de quienes realizan la entrega de pedidos de la compañía en bicicleta. El disparador del conflicto fue que la firma impuso un cambio que se centra en pagarles más a los que recién ingresan al sistema y reducir los pagos a los que están hace más tiempo.

Citado por el portal InfoGremiales uno de los manifestantes explicó: “Con la nueva actualización los chicos nuevos tienen mucho trabajo, y los que estamos hace mucho tiempo nos salen los pedidos de tres o cuatro kilómetros». «Estoy en Palermo y me llega un pedido para ir a Caballito. Sé que son más de cincuenta cuadras porque me lo marca la aplicación. ¿Voy pedaleando hasta allá por 35 pesos? Si no tomo el viaje me llaman para presionarme. Luego me bajan el ranking y no me llegan más pedidos”, dijo.

Otro de los trabajadores contó que cuando fue a la capacitación, le mostraron un mapa que decía que «el viaje no era de más de 1,5 kilómetros» pero ahora «los pedidos salen de tres kilómetros». «A veces te aparecen viajes que dicen 0.0 km y abrís y ves que es de cuatro km, y lo tenés que tomar o quedarte bloqueado”, completó.

Para paliar la situación, Rappi recibió a algunos representantes de los trabajadores y, de momento, aumentó el pago a 60 pesos por viaje. «Están pagando mejor porque se enteraron que nosotros íbamos a hacer esto», analizó un trabajador. Por su parte la empresa criticó a sus trabajadores por “hacer sindicalismo”.

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