17 julio, 2018
Aumentan los actos de violencia por parte de grupos antiderechos
El debate respecto a la legalización del aborto caló hondo en la sociedad argentina y, a medida que se acerca el 8 de agosto, día de la votación en el Senado, quienes se oponen a la sanción de la ley han recrudecido sus actos de violencia y persecución.

El debate respecto a la legalización del aborto caló hondo en la sociedad argentina y, a medida que se acerca el 8 de agosto, día de la votación en el Senado, quienes se oponen a la sanción de la ley han recrudecido sus actos de violencia y persecución. Instituciones educativas y religiosas han reforzado sus mensajes antiabortistas, varias personas han sido atacadas en la vía pública por portar el pañuelo y las campañas de agresión en las redes sociales han aumentado considerablemente.
Uno de los casos más resonantes, debido a su proximidad con la media sanción de la Ley en Diputados, fue el del anestesiólogo del Hospital de la Madre y el Niño de la provincia de La Rioja quien publicó en su muro de Facebook que en su guardia “los abortos se harán sin anestesia”. Esto obligó al Ministerio de Salud riojano a expresar su rechazo y resolver el despido del profesional. Sin embargo, no fue el único acto de violencia en el ámbito médico que tomó protagonismo.
Con pocas horas de diferencia, un médico riojano publicó un mensaje similar en la misma red social: “#CuentenComingo (Para reventarle la cabeza a palos así aprenden a ponerse un forro. Las envuelvo en celofán)”.
Más cerca en el tiempo, dos docentes fueron intimidados respecto a su postura a favor de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). En el colegio Saint Martin in the Fields, una institución laica del barrio de Belgrano, la docente de filosofía y bussines, Moa Dahlbeck fue convocada a firmar su renuncia luego de que le indicaran que no podía llevar el pañuelo verde a la escuela. Similar es el caso de Oscar Velásquez, docente de catequesis en la escuela Sagrada Familia de Quilmes, quien fue echado de su cargo por publicar en Facebook mensajes festejando la votación en la Cámara Baja.
En declaraciones a FM La Patriada, Velásquez sostuvo que “no es normal que en catequesis se los deje debatir a los chicos sobre el aborto sin que haya bajada de línea a favor o en contra, así que quise darles un espacio para que pudieran hablar del tema”. Asimismo aseguró que “los chicos tuvieron que entregar un trabajo práctico y los que estaban bien fundamentados aprobaban, así estuvieran a favor o en contra. No tomé posición en ese momento”.
En concordancia con las declaraciones del profesor, los alumnos realizaron una sentada pidiendo su reincorporación, aunque las autoridades no dieron marcha atrás con la medida.
Al respecto, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), en conjunto con unas 20 escuelas, emitieron un comunicado donde expresaron que “el uso del pañuelo verde de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito se volvió un símbolo de este proceso de lucha, pero también la excusa por el cual los directivos persiguieron a lxs estudiantes. Esto atenta contra la libertad de conciencia y expresión de las niñas, niños y adolescentes en la Argentina y exige la intervención inmediata de las autoridades nacionales y provinciales”.
Por su parte, la Iglesia Católica, ha recrudecido sus mensajes “a favor de la vida”. El 9 de julio el presidente Mauricio Macri fue el blanco de las críticas del arzobispo de Tucumán, Carlos Sánchez, quien durante el Tedeum sostuvo que «el aborto es muerte de un inocente, de un niño y de un argentino» y agregó: «Cuántos argentinos se han pronunciado últimamente a favor de la vida, cuántas familias, cuántos jóvenes, cuántos ancianos. Por ejemplo, cuántos médicos y agentes sanitarios han expresado no cuenten conmigo para el aborto».
«En coherencia con lo que han jurado y por la vocación que han recibido y la misión que realizan en nuestra Patria. Porque Vale Toda Vida», dijo el religioso en la catedral tucumana.
En la vía pública los actos de violencia hacia las mujeres que muestran sus pañuelos verdes también se repiten a lo largo y ancho del país. Alicia Maldonado, militante feminista de la provincia de Mendoza, denunció agresiones físicas y verbales por parte de su vecina en reiteradas oportunidades. La mujer golpeó la puerta de la casa de Maldonado que al salir fue golpeada a puntapiés mientras la agresora le gritaba “abortera, chilena, puta”. Los ataques se repitieron hasta que fue obligada a mudarse.
El día del tratamiento en Diputados, en Jujuy, un grupo de militantes en contra de la ley le arrojaron agua hirviendo a las mujeres que llevaban el pañuelo verde. Ese mismo día, en Río Grande, la periodista Lorena Uribe fue atacada, insultada e intimidada por un grupo de mujeres mientras realizaba la cobertura para el programa radial Tarde Pero Seguro.
En Carupá, municipio San Fernando, una joven fue víctima de golpes en el estómago por parte de un grupo de hombres que mientras la agredían le dijeron “dale, abortá feminista de mierda”. En Corrientes, una joven fue rociada con agua con pimienta por llevar el pañuelo verde, la agresora llevaba la cara cubierta con una bufanda.
Como contraposición, frente a estos hechos no se han conocido reacciones o respuestas de similar magnitud. El objetivo de los sectores que apoyan la sanción de la ley de aborto seguro y gratuito es obtener la sanción definitiva el próximo 8 de agosto.
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