América Latina

6 julio, 2018

En Brasil preparan una huelga de hambre para exigir la libertad de Lula

Once militantes de movimientos sociales brasileños iniciarán a finales de julio esa acción para reclamar la libertad del ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, encarcelado en la localidad de Curitiba desde el 7 de abril. El pasado lunes, el líder popular difundió una carta abierta a su pueblo y ratificó su candidatura a presidente.

Once militantes de movimientos sociales brasileños iniciarán a finales de julio esa acción para reclamar la libertad de Luis Inácio Lula Da Silva, encarcelado en la localidad de Curitiba desde el 7 de abril.

La decisión, que cuenta con el aval del Partido de los Trabajadores (PT), será llevada adelante en las cercanías del Supremo Tribunal Federal (STF), cuyos jueces, en una votación dividida, ratificaron la condena a 12 años de prisión contra el ex presidente.

Esta acción de protesta toma como ejemplo cuando Lula realizó una medida similar en la década de 1980 para llamar la atención de la sociedad y de la justicia, en medio de la dictadura que gobernó Brasil entre 1964 y 1985. El entonces dirigente metalúrgico había estado preso durante 31 días, acusado de atentar contra el orden y la prosperidad nacional.

Días atrás, da Silva difundió también una carta en la que le exigía al STF que respete el Estado de Derecho, a la vez que denunció a los ministros del tribunal por hacer prevalecer “los artificios de aquellos que la irrespetan [a la Constitución Nacional] por miedo a las noticias de la televisión”, en clara señal a la cadena televisiva O Globo, uno de los grupos mediáticos más poderosos de América Latina.

“Si hubiera imparcialidad y seriedad en mi juicio, el proceso no necesitaría tener miles de páginas, sólo tenían que mostrar un documento que probase que soy el propietario de tal inmueble en Guarujá”, expuso el ex jefe de Estado en relación al departamento tríplex que, según la justicia, recibió como parte de un soborno, en el marco del la investigación Lava Jato. “A lo largo de mi vida, y ya tengo 72 años, creí y pregoné que más pronto o más tarde siempre prevalece la justicia para las personas víctimas de la irresponsabilidad de acusaciones falsas”, agregó.

“Si no quieren que sea presidente, la forma más sencilla de conseguirlo es tener la valentía de practicar la democracia y derrotarme en las urnas”, desafío e insistió: “No cometí ningún crimen. Hasta que presenten, por lo menos, una prueba material que manche mi inocencia, soy candidato a presidente de la República. Desafío a mis acusadores a presentar pruebas hasta el 15 de agosto de este año, cuando mi candidatura será inscripta en la Justicia Electoral”.

El pasado jueves, Lula recibió en su celda de la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba, al dirigente nacional del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), Joao Pedro Stedile, y al ex presidente del PT, Rui Falcao. Al salir, ambos reafirmaron su candidatura para las elecciones de octubre: “A pesar de la terrible injusticia que se está practicando contra el presidente, él reafirma su disposición a ser candidato, como también el pueblo quiere”, declaró el hombre del PT.

Stedile, por su parte, anunció que la militancia popular brasilera saldrá a juntar firmas para conseguir su libertad. El documento será enviado a la presidenta del STF, Carmen Lucía, para presionar la votación de la Acción Directa de Constitucionalidad (ADC), resolución que puede garantizar la salida de Lula de la cárcel.

Mientras tanto, los preparativos para inscribir la candidatura incluirán una marcha del MST en la ciudad de Brasilia, capital de Brasil, en el marco de un conjunto de acciones colectivas, entre las que también se encuentra la mencionada huelga de hambre.

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