5 julio, 2018
Pese al crecimiento de la exportación, se desplomó la producción nacional de autos
Si bien el rubro automotriz tuvo incrementos en la venta de productos al exterior, beneficiado por la corrida cambiaria y la liberación de importaciones, la industria tuvo una caída del 15,8% respecto al mes de mayo. Desde el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), alertaron sobre una posible ola de despidos y suspensiones en las principales fábricas del país.

Si bien el rubro automotriz tuvo incrementos en la venta de productos al exterior, beneficiado por la corrida cambiaria y la liberación de importaciones, la industria tuvo una caída del 15,8% respecto al mes de mayo. Desde el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), alertaron sobre una posible ola de despidos y suspensiones en las principales fábricas del país.
El titular de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) y también presidente de Renault Argentina S.A, Luis Pelaéz Gamboa, contó que la situación económica, en función de la devaluación de la moneda nacional, podía traducirse en “una oportunidad por la mejora de la competitividad y permitir mantener el ritmo de la producción y exportación de los últimos meses”.
Sucede que los empresarios automotrices realizaron un balance que resultó positivo. Enviaron al exterior 22.894 vehículos, registrando un incremento del 6,8% respecto a mayo de este año y del 16,2% en la comparación interanual.
Sin embargo, según un informe mensual producido por la entidad automotriz, en el mes de junio, la producción nacional de vehículos fue de 39.420 unidades, un 15,8% menos respecto al quinto mes del año y una caída del 13,4% tomando los últimos 12 meses.
Al respecto, el titular del SMATA, Ricardo Pignanelli, indicó que “los titulares periodísticos y los anuncios se contradicen con la realidad”. Asimismo apuntó que se pretendía que la actividad automotriz sea el estandarte del crecimiento de una política económica que “poco entiende lo industrial”.
El dirigente sindical estimó que este año se venderán entre 850 y 900 mil unidades, pero reconoció que el 75% u 80% de esos vehículos eran importados. Además, agregó que la liberalización de las importaciones, “una política monetaria con intereses desorbitantes”, y la moneda norteamericana sin control, jaqueaba la producción nacional y hacía peligrar los puestos de trabajo en el sector.
Las empresas Faurecia, Brembo, Deutz, Fran, Honda y Yamaha, ya plantearon suspensiones y despidos “por no poder competir con la importación”, sostuvo Pignanelli. Mientras que Mercedes Benz, General Motors y Ford lo harían a fines de reducir su producción local. “Estos problemas fueron denunciados ante [los ministerios de] Trabajo, Industria, Transporte y Comercio. El gremio siempre fue bien recibido y escuchado, pero nunca comprendido”, subrayó el dirigente.
Llamativamente, el estudio de ADEFA indicó que las principales razones de la caída en la producción se debieron la huelga de camioneros en Brasil a comienzos de junio, y el paro general de la Confederación General del Trabajo (CGT) que incluyó al personal aduanero.
Por estas razones, el SMATA se pronunció en estado de alerta y movilización ante “la decisión del Estado de dejar en manos del mercado los designios de la industria”.
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