28 junio, 2018
Menem del lado de la clandestinidad: un aborto público y el voto negativo
“No voy a ser cínica. Yo tuve un aborto en 1968. Me lo hice porque Carlos Menem me apoyó. Él estuvo de acuerdo». Esas fueron las palabras de Zulema Yoma, entonces esposa del ex presidente dos días antes de las elecciones de 1999. Hoy en pleno debate por la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, el senador riojano adelantó que su voto será negativo.

“No voy a ser cínica. Yo tuve un aborto en 1968. Me lo hice porque Carlos Menem me apoyó. Él estuvo de acuerdo». Esas fueron las palabras de Zulema Yoma, entonces esposa del ex presidente Carlos Saúl Menem, al diario Página/12 dos días antes de las elecciones de 1999. Sin embargo, hoy en pleno debate por la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), el senador riojano mantiene su discurso antiabortista y adelantó que su voto será negativo.
Durante el período en que la Argentina estuvo gobernada por Menem, abundaban los discursos cargados de ideología religiosa y fue uno de los mandatarios que más veces se reunió con el Papa. Sus dos presidencias estuvieron repletas de guiños a la Iglesia Católica y fue ésta quien lo apoyó fuertemente en cada una de sus campañas.
Durante su mandato, el 7 de diciembre de 1998, que se dispuso que cada 25 de marzo se celebre el “Día del Niño por Nacer”. Al anunciarlo, el presidente sostuvo que “la defensa de la vida desde la concepción debe ser considerada una política de Estado”, palabras que lo valieron de una felicitación especial de Juan Pablo II, quien a través de una carta celebró su “opción positiva en favor de la vida y del desarrollo de una cultura orientada en este sentido”.
Poco más de un año después, durante la campaña que resultó en la victoria de Fernando de la Rúa, Yoma reveló al mundo que 31 años atrás se había practicado un aborto en La Rioja. La ex primera dama advirtió: “Siempre he callado este episodio y hoy me veo en una situación en la que tengo que decir la verdad”.
Se refería a la campaña electoral que llevó a los antiabortistas a pronunciarse con bombos y platillos en contra de la decisión de las mujeres a interrumpir un embarazo. Incluso el propio Eduardo Duhalde, quien entonces encabezaba la lista peronista que buscaba suceder al riojano en el poder, se pronunció sobre el tema y llegó a declarar que “La Alianza es un aborto”, a fin de capitalizar esos votos.
“No puedo soportar el cinismo de los legisladores que encabezan esta campaña como (Martha) Alarcia, cuando yo estoy buscando por todos los medios que me den una contestación sobre qué pasó con Carlitos”, sostuvo Zulema en referencia a la investigación en torno a la muerte de su hijo.
“Tuve el aborto después del nacimiento de Carlitos. El nació en noviembre de 1968 y a los pocos meses volví a quedar embarazada. Con Menem teníamos una muy mala relación. Por el ritmo de vida que él llevaba y otros problemas, yo estaba muy sola en La Rioja, por eso cuando Carlitos tenía siete meses de vida me fui con mi hijo a Siria. Y antes de viajar fue el aborto”, detalló.
Las declaraciones de Yoma le valieron a Menem una fuerte caída en las urnas, e incluso fue criticado por las instituciones católicas, aunque el entonces cardenal Jorge Bergoglio salió a respaldarlo. “Si el aborto hubiera sido un hecho actual revestiría características de escándalo, pero ocurrió cuando Menem no era presidente. Fue un acto privado del que ahora no podemos opinar”, había dicho Guillermo Marcó, vocero del actual Papa.
Por su parte, Carlos Menem nunca hizo referencia al tema. Fue en una entrevista con Mariano Grondona que se limitó a decir: “Soy antiabortista, por principio y por convicción”. Ante la repregunta del entrevistador respecto a los dichos de su ex esposa, Menem evitó responder: «No, no, no… yo no estoy diciendo que miente ni estoy desmintiendo, ni estoy asintiendo. Simplemente no respondo sobre ese tema», y concluyó: “Mejor lo dejamos ahí Mariano, no quiero hablar de esa cuestión”.
Hoy, casi veinte años después, Carlos Menem fue uno de los firmantes del documento «Los peronistas decimos sí a la vida y no al aborto», el cual sostiene que “el aborto es un elemento ajeno a la cosmovisión justicialista y forma parte inescindible de la cultura del descarte, donde cada ser humano es un guarismo o una cosa sin sustancia ni finalidad trascendente”.
Además la carta advierte que «el aborto no es una cuestión meramente moral o de conciencia individual de las personas”, en total contradicción con las acciones del senador.
Carla Martilotta – @CarlaMartilotta
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