19 junio, 2018
«El FMI solucionó el faltante de dólares siempre de la misma manera: ajuste y devaluación»
Emmanuel Álvarez Agis, ex viceministro de Economía desde noviembre de 2013 hasta diciembre de 2015, cuando Axel Kicillof conducía la cartera, analizó en comunicación con FM La Patriada los recientes cambios en el gabinete y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que comenzará a entrar en vigencia esta semana.
Emmanuel Álvarez Agis, ex viceministro de Economía desde noviembre de 2013 hasta diciembre de 2015, cuando Axel Kicillof conducía la cartera, analizó en comunicación con FM La Patriada los recientes cambios en el gabinete y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que comenzará a entrar en vigencia esta semana.
– El lunes se implementaron las nuevas medidas para intentar contener el dólar, este martes hay un nuevo vencimiento de Lebacs, el miércoles llega la primera parte de préstamo del FMI ¿Cuál es tu análisis de éstos cambios que hay en el gobierno y de los próximos pasos que se vienen?
– El primer cambio más saliente y coyuntural, casi en una escucha al clamor popular en Rusia, es que el lunes por primera vez en mucho tiempo bajó el dólar. Eso me parece que es una noticia positiva porque nos lleva algo de tranquilidad en el frente financiero. Hay que decir que la baja no responde a ningún anuncio, a ningún cambio en la confianza o de caras, sino a medidas muy concretas de carácter paradójicamente muy intervencionistas porque la nueva conducción del Banco Central ha decidido agarrar el toro por las astas y básicamente intervenir para que el mercado del dólar se calme, para que pare la corrida.
En ese sentido me parece que es muy tarde y obviamente habiendo pagado muchos costos y costos que va a pagar la sociedad en su conjunto, pero en buena hora que se le pone un freno a la corrida y a la devaluación.
Después más sobre los cambios en general, a mi me parece más que las personas hay que ver que programa vienen a implementar. Por lo que estoy escuchando el gobierno está intentando pegar un golpe, un giro de manubrio muy fuerte y en Energía también lo que se viene es mucha más intervención y un abandono de la política de dolarización y libertad de mercado que venía implementando Juan José Aranguren.
La duda es cómo va a tomar el mercado y los propios actores del sector este cambio tan drástico. Porque hay que decir que una política que un día sea 100% libre mercado y otro día 100% intervencionismo tampoco es buena. Uno necesita en la economía de la colaboración del sector privado, del sector público, de las empresas, de los sindicatos.
Si estamos girando de izquierda a derecha cada dos años se le vuelve la vida más difícil a todos, pero bueno, habrá que ver y esperar que el gobierno comunique claramente cuál es el nuevo programa en energía, en industria. Creo que cuál es el nuevo programa del Banco Central está quedando un poquito más claro y el mercado se está acomodando bastante rápido.
– El miércoles llega la primera parte del préstamo del FMI ¿Cuál es tu análisis general de lo que significó volver al fondo?
– Es un gran fracaso de la política económica del Cambiemos. Cuando un país va al FMI es un recurso de última instancia. De esto no hay ninguna duda por más que el gobierno obviamente lo que está haciendo es tratar de decir es que es lo mejor que se podía hacer. La verdad es que si vamos al Fondo es porque la política económica ha fracasado. Y hay que decirlo, el Fondo no tiene entre sus funciones, en su estatuto hacer que los países crezcan y se desarrollen.
Su función en solucionar los faltantes de dólares y desde 1957 a la fecha, mas de 70 años, ha solucionado el faltante de dólares de los países siempre de la misma manera: ajuste y devaluación. Y lo estamos viendo, porque incluso antes de que llegue el primer desembolso, la política económica ha implementado el programa del Fondo justamente para tener la economía un poco más acomodada a lo que son sus requerimientos.
Me parece que para adelante, lo único que puede esperar un analista más o menos versado en cómo se da la dinámica económica en Argentina, es un proceso de estanflación. Una fuerte recesión acompañada de inflación, y probablemente en 2019 no repunte como nos tienen acostumbrados todos los años electorales sino que va a ser un año también de estancamiento.
– Frente a este escenario que analisás ¿Cuál es en tu opinión el margen de maniobra que le queda al gobierno en este momento?
– En el marco de un acuerdo con el FMI el margen de maniobra es muy acotado. La verdad, lo que te dice el Fondo es que te tenes que ajustar el cinturón en el agujerito más ajustado. Después a veces te deja elegir el color del cinturón. Pero lo que aprieta es el cinturón, no el color.
Cambiemos va a tener algún margen de maniobra en seleccionar qué tipo de ajuste hace. Esto además ha quedado claro en el documento que firmaron para el préstamo. Que el ajuste va a ir por el lado de los salarios y la obra pública, las tarifas y las transferencias a las provincias. Es por eso que yo me permito pensar una recesión mas grave que la del 2016, y la inflación para este año probablemente esté en un 30%.
No hay mucha sorpresa de acá para adelante en el marco de cuál va a ser la política. Si vamos a tener sorpresa en el resultado porque en una economía como Argentina cuando uno hace esto, paradójicamente muchas veces el resultado es el inverso al esperado, y nos vamos a dar cuenta de que Cambiemos no fue al Fondo para evitar una crisis sino que justamente lo que va a generar es una crisis que seguramente va a solucionar el faltante de dólares pero por la vía de que a un montón de argentinos le falten pesos.
La política de ajuste implica eso, que haya menos pesos en la calle, que el dólar sea más caro. Y cuando el dólar es más caro todos los bienes y servicios de la economía se vuelven más caros en general. Que haya menos plata para demandar dólares porque hoy vos te la vas a estar gastando en alimentos que probablemente con una inflación del 30% van a subir al 35%, 37% en el año.
– Estos días distintos funcionarios, incluido el presidente Mauricio Macri, expresaron cierta satisfacción por el tipo de cambio actual.
– A mi me parece que en estos dos años la economía argentina no ha tenido ningún tipo de cambio estructural que permita pensar que va a pasar con esta devaluación algo distinto a lo que pasó con la devaluación de 2016.
En diciembre de 2015 el gobierno devaluó 60% y en agosto de 2016 ya se escuchaban voces diciendo que el tipo de cambio estaba de vuelta atrasado. Porque a pesar de haber devaluado el 60% la inflación de disparó el 40%, entonces la competitividad cambiaria que ganaste en uno o dos meses en ocho o diez ya no existía. Y básicamente lo que pasó en 2016 es que las exportaciones no crecieron y la economía se metió en una recesión, o sea que la devaluación no te generó un boom exportador que te permitió expandir la economía, más bien lo contrario.
La pregunta es por qué la devaluación de 2018 va a tener efectos distintos que la devaluación de 2016 o que la de 2014 o que la de 2009 o que la de 2001. La economía argentina no está exportando microchips, servicios, el 70% de su matriz exportadora son bienes primarios o derivados de bienes primarios cuya dinámica exportadora no depende del tipo de cambio. Me parece que cuando uno exporta bienes primarios tiene que entender que las devaluaciones no generan aumento de las exportaciones sino contracción del mercado interno.
Foto: Lihue Althabe
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