1 junio, 2018
VAR: fútbol y tecnología intentarán ir de la mano en Rusia
La 21° edición del campeonato mundial de fútbol será la primera en la historia en contar con el “arbitraje asistido por video” (en inglés, VAR). Si perfecciona el fútbol o le quita su esencia ha sido un debate internacional. Lo cierto es que el sistema que tantas críticas ha cosechado tendrá su prueba más importante en Rusia 2018.
La 21° edición del campeonato mundial de fútbol será la primera en la historia en contar con el “arbitraje asistido por video” (en inglés, VAR). Si perfecciona el fútbol o le quita su esencia ha sido un debate internacional. Lo cierto es que el sistema que tantas críticas ha cosechado tendrá su prueba más importante en Rusia 2018.
Cada partido de la Copa del Mundo tendrá cuatro asistentes de video que desde una cabina ayudarán en la toma de decisiones al juez central. Dichos colaboradores serán árbitros que se han preparado especialmente en la materia; tal es el caso del argentino Mauro Vigliano, que viajará sólo para cumplir esa función y no dirigirá ningún encuentro.
Es preciso remarcar tres situaciones que han generado confusiones desde que el sistema apareció en las ligas locales. En primer lugar, el juez seguirá siendo el árbitro, es decir, el VAR sólo es una ayuda. En ese sentido las decisión final dependerá de la persona y no de los videos. Por otro lado, el sistema se utilizará, exclusivamente, en acciones de juego que resulten determinantes. Ahora bien, ningún jugador, entrenador o asistente puede pedir el VAR. Hacerlo es sólo potestad del árbitro princial.
¿En qué casos interviene el VAR? En goles: para corroborar si la pelota entró o no, si hubo fuera de juego, si hubo una infracción del atacante o, naturalmente, si la pelota salió previamente del terreno de juego. En los penales: para dar cuenta si la infracción fue penal o no, o si la misma fue dentro del área.
En el caso de las expulsiones no se debe dejar de soslayar que el VAR sólo interviene en rojas directas, nunca por una segunda amarilla. En definitiva, juzga conductas violentas o juego brusco grave.
Ante una jugada que se encuentre dentro de estos parámetros, desde la cabina los asistentes deciden comunicar al juez o no hacerlo (la comunicación se da vía auricular). Ni bien el árbitro pide el VAR, se para el partido en una zona neutral y el mismo decide determinar si se ejecuta la recomendación. El juez principal debe hacer la seña de un cuadrado con las manos, símbolo que indica que se revisará una acción. Entonces, los asistentes de video vuelven a revisar la jugada con detenimiento y definen un fallo.
¿Debe aceptar si o si el árbitro lo que diga el VAR? No. Puede aceptar de inmediato el juicio de los árbitros de video o volver a mirar la
acción en una pantalla ubicada a un costado del campo de juego.
¿Qué ocurre con el tiempo?
La cuestión del tiempo perdido es el talón de Aquiles de este sistema, y preocupa a los futboleros que denuncian que la esencia del deporte más popular del mundo se perderá por completo. Lo cierto es que, para resolver una jugada, tanto el juez como el VAR, disponen de todo el tiempo que quieran. Aquí radica una de las principales fallas que la FIFA deberá rever. Es inadmisible perder cinco minutos por cada jugada dudosa.
Si bien está estipulado que desde el VAR informarán al juez central los minutos usados por revisión de jugadas, resulta inverosímil ver partidos en los que el árbitro adicione diez minutos o más. Ya que si no hay límites de tiempo en la revisión de jugadas tampoco tendría que haberlos para agregar el tiempo de descuento.
A menos de dos semanas del inicio de Rusia 2018 el video arbitraje sigue dividiendo las aguas. La única certeza es que sin haber dado inicio, el mundial ya quedó en la historia: será el primero en el que el fútbol y la tecnología intenten ir de la mano.
Jorge Britos – @JMBriitos
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