1 junio, 2018
CONICET ofrece subsidios para investigar pero no los paga
Desde 2016 el organismo otorga los PUE, asignaciones por un millón de pesos al año a proyectos de investigación concursables. Hubo tres convocatorias y ganadores, pero se asignó, apenas, el 50% de recursos del primer llamado. Insólita justificación del Ministerio. Testimonio de autoridades de los institutos, para Notas.

En 2016 el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) anunció el otorgamiento anual de los subsidios “PUE”, durante cinco años, para sus 250 dependencias científicas, pero ejecutó apenas la mitad del presupuesto del primer llamado.
El presidente de CONICET, Alejandro Ceccatto, fundamentó la falta de pago en que los fondos corresponden a un préstamo internacional y que la convocatoria “fue publicada sin tener la firma que garantizaba el empréstito del banco”.
La iniciativa, presentada como un incentivo “para el fortalecimiento de las capacidades en investigación y desarrollo” para sus “unidades ejecutoras”, otorgaría un millón de pesos al año a aquellas propuestas innovadoras con impacto social, previamente aprobadas.
“Los PUE nacieron como un proyecto del actual presidente de CONICET, para que cada unidad tuviera un proyecto maestro», explicó Raquel Chan, bióloga, investigadora y directora del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL).
Sin embargo, desde las “unidades ejecutoras”, sus autoridades denuncian que a pesar de haber obtenido el aval del máximo organismo de ciencia para sus proyectos 2016 y 2017, apenas recibieron la mitad de los recursos del primer año.
Ana Franchi, investigadora Superior y directora del Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos (CEFyBo) de CONICET reveló: “Nosotros sacamos en el primer concurso, y era un millón de pesos anuales por cinco años, pero sólo pagaron 350.000 pesos, del primer año”.
En los institutos de CONICET los investigadores trabajan en áreas y temas distintos, por lo que la iniciativa de la cartera fue bienvenida a pesar que implicó un esfuerzo de coordinación conjunta extra para direccionar el tiempo de trabajo en un objetivo común.
“En algunos organismos hay trabajando 80 personas, por lo que para los institutos ‘experimentales’ no es una gran suma, aunque así y todo hicimos el esfuerzo”, explicó Chan. “A las iniciativas presentadas en 2016 no se les pagó más que la mitad del primer año, y ya vamos por el tercero. Y lo correspondiente a equipamiento se pagó cero”, denunció la bióloga argentina especializada en biotecnología vegetal.
Notas dialogó también con Sergio Visacovsky, investigador principal de CONICET y director del Instituto de Desarrollo Económico y Social (IDES), quien relató su experiencia con los subsidios PUE.
“Nuestra unidad ejecutora obtuvo el subsidio, se consiguió hacer un presupuesto sustentable, pero desafortunadamente recibimos sólo el 30% de lo presupuestado para 2017, el restante 70% nunca arribó”, contó.
Equipamiento sin presupuesto
Para la presentación en una convocatoria estos subsidios, CONICET exige a sus institutos científicos la presentación de “un presupuesto anual de gastos de funcionamiento de acuerdo con la reglamentación vigente”.
“Nosotros esperábamos que el equipamiento pudiese ser adquirido a través de esa vía, pero la posibilidad de hacerlo efectivo no fue cumplida”, graficó Visacovsky, quien también es investigador doctorado en Antropología cultural en la Universidad de Utrecht, en Holanda.
En el mismo sentido, la doctora en Química, Ana Franchi, afirmó: “Nuestro proyecto iba a servir para mantener los equipos y los arreglos, que es muchísima plata, pero no se pagó. Los que sacaron el segundo año no cobraron nunca. No se pagan”.
Un destino que nadie quiere
La convocatoria de CONICET explica que “los proyectos aprobados contarán con vacantes para becas doctorales y posdoctorales y personal de apoyo para su desarrollo”.
“Es muy problemática esta situación porque uno proyecta hacer una tesis con determinados experimentos y después no se pueden comprar los insumos”, expresó, con decepción, Franchi. “Los PUE fueron proyectos que tenían que ser muy innovadores, nosotros los presentamos y aprobamos, pero hay becarios que tienen que cumplir esos proyectos, destinan tiempo, pero si no va a haber plata ¿qué hacemos?”, se preguntó la directora del CEFyBo.
Finalmente relfexionó: “Estamos generando exportación gratuita de alto valor agregado. Los investigadores jóvenes, así, empiezan a emigrar. Si yo gano un subsidio y cuando me lo pagan me dan la cuarta parte de lo que yo proyecté es muy difícil trabajar”.
Por su parte Chan concluyó que el panorama “es desolador y desalentador, pero vamos a seguir trabajando y peleando porque este país necesita ciencia para desarrollarse”.
Un encuentro con el ministro y el presidente de CONICET
Las autoridades de los institutos del máximo organismo de Ciencia de nuestro país mantuvieron un encuentro el 24 de mayo con el ministro Lino Barañao y con Ceccatto, para denunciar la situación presupuestaria de 172 de los 250 centros de investigación.
Una delegación de diez directores y directoras de las unidades ejecutoras, entre los que estuvieron Franchi y Chan, le llevaron una carta a las autoridades políticas acusando “parálisis” de recursos y caída del poder de compra de los subsidios.
Desde el Ministerio, las respuestas de los funcionarios pendularon entre la negación de responsabilidades y demoras e inconvenientes técnico-administrativos para la asignación de recursos.
Ceccatto justificó la falta de resolución presupuestaria para las Unidades Ejecutoras aludiendo al retraso en la aprobación de la Ley de Presupuesto 2018, que pasó de noviembre a diciembre de 2017.
Eduardo Porto – @Porto_Edu
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