Educación y Ciencia

18 mayo, 2018

Temor por despidos tras la visita de Modernización al Cenpat

Funcionarios del ministerio que conduce Andrés Ibarra viajaron a Chubut a auditar el Centro Patagónico de Investigaciones (Cenpat) para “optimizar” su planta. Fueron recibidos por un centenar de científicos y administrativos que exigieron explicaciones. CONICET no pudo garantizar que no habrá despidos. Rolando González-José, uno de los directores del organismo, dio detalles a Notas.

Dos emisarios de Modernización, el ministerio administrado por Andrés Ibarra, viajaron a la ciudad de Puerto Madryn, en Chubut, para entrevistarse con los ocho directores del Centro Patagónico de Investigaciones (Cenpat), con el fin de auditar la planta para su “optimización”.

«Venimos a ver que hacen aquí», le dijeron los auditores a los investigadores que coordinan el organismo científico que, con más de 50 años de trayectoria, desarrollo y articulación con la comunidad local, abarca estudios en una decena de campos.

La variedad de áreas de trabajo es tal que el Cenpat cuenta con ocho institutos entre la biología, el control de recursos acuáticos y terrestres, la oceanografía, la meteorología, las ciencias sociales, la geología, la paleontología y los estudios en diversidad, sistemática y evolución.

Uno de ellos, el Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas (IPCSH), es coordinado por el doctor en Biología e Investigador Principal de CONICET, Rolando González-José, quién le contó a Notas detalles del encuentro con Modernización.

Alberto Arleo, director de recursos humanos de CONICET, quien estuvo durante “la visita”, fue interpelado por investigadores ante posibles los despidos y respondió: “No puedo garantizar que no los haya”.

– ¿Cómo fue el encuentro con los emisarios del Ministerio de Modernización?

– Fue una visita de dos funcionarios que venían con bastante poca información de lo que se hace aquí. Si quieren saber qué hacemos basta con ver la página web, ahí tienen hasta los nombres y trayectorias de nuestros investigadores Senior, Junior, lo que quieran.

– ¿Que buscaban?

– Uno de los argumentos fue que se buscaban estimar un «cociente», una “planta óptima” entre administrativos para cada instituto. El problema, en principio, es que lo que llaman “administrativos” es el tipo de contrato que se utiliza en reparticiones diversas, como por ejemplo las oficinas de vinculación tecnológica. Entonces, por ejemplo, si CONICET quiere reforzar la vinculación tecnológica y quiere estar más presente en el parque industrial local, nos están faltando “administrativos”. El tema es que no dan claridad sobre los criterios con los que van a calcular una “planta óptima”, porque hay una ausencia de esas directrices o políticas.

– ¿Sobre qué ejes hicieron hincapié respecto a esa “optimización”?

– Ellos tienen el ojo puesto en los empleados contratados bajo el Sistema Integral Nacional de Empleados Públicos (SINEP), que se renueva anualmente. En CONICET hay 1400 SINEP y, en lo que va de la gestión Macri, ya se perdieron 140.

Entre los SINEP hay todo tipo de trabajadores, por ejemplo, biotecnólogos y abogados que evalúan la factibilidad de una patente; quienes controlan los convenios cuando nos compran un servicio; quienes se encargan de divulgación científica y comunicación institucional, etcétera. Nadie puede estar en contra del establecimiento de la planta óptima, de estos indicadores y de mejorar el funcionamiento del Estado, pero en este contexto de achique, todo esto está muy mal llevado.

– ¿Cuál es la incumbencia de Modernización en el Cenpat, que es un organismo del Ministerio Ciencia? ¿Qué respuesta le dieron los funcionarios de CONICET por esta “visita”?

– Lino Barañao es quien le ha permitido a Modernización entrar en Ciencia y Tecnología. Es más, un investigador le preguntó al Ingeniero Arleo: “¿Usted garantiza que no va a haber despidos?” y la respuesta fue: “No, no lo puedo garantizar”.

– ¿Qué lectura hacés de esta búsqueda de “optimizar” la planta?

– Mi reclamo es que la planta óptima arranca con el directorio de CONICET, porque todavía no han nombrado a (Roberto) Salvarezza (impedido de asumir en la dirección del organismo, por mora del presidente Macri, tras ser electo por el Gran Area de Ciencias Exactas y Naturales), por lo cual es difícil que ellos lleven adelante este análisis cuando hay una irrupción en la democracia del organismo. La planta óptima es una buena idea, pero en este contexto es una clara amenaza. Ellos tienen que explicitar que definen como «cociente óptimo».

Para mí eso está bien porque lo leo pensando en el funcionamiento orgánico del Cenpat con la comunidad y en los objetivos institucionales que trazamos años atrás con el propio (presidente de CONICET, Alejandro) Ceccatto, cuando era secretario de Articulación del Ministerio (de Ciencia), pero ellos lo ven con otro criterio, el economicista. Están pensando en recortar. Acá el punto de partida es que ya se redujo la planta del Cenpat los últimos años, son nueve cargos que se redujeron por jubilación y no se han renovado, y eso va cerrando las ventanas de a poco.

– Ventanas que podrían abrirse, por ejemplo, para becarios que no consiguieron entrar a Carrera de Investigador de Conicet…

– Por ejemplo, claro, entre otras cosas. O bien, para volver a cubrir cargos vacantes y no renovados durante estos dos últimos años, en nuestra oficina de vinculación tecnológica o en el Servicio de Mantenimiento de nuestro enorme edificio, entre otros.

Eduardo Porto – @PortoEdu

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