Aranguren quiere posponer el aumento de los combustibles

En medio de la inestabilidad económica, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, se reunió este lunes con representantes de las petroleras más importantes, a quienes les solicitó establecer un freno en el aumento del crudo, a fin de evitar un nuevo incremento sobre los combustibles y la inflación.

El 80% del costo de los combustibles está atado al crudo que, a pesar de comercializarse en pesos, se cotiza en dólares. De esta manera, la devaluación de la moneda argentina -y no sólo los cambios en el precio internacional- supone un aumento en la compra de materia prima que repercute en la nafta y el gasoil.

Aranguren organizó la reunión a fin de intervenir sigilosamente en el negocio de las petroleras, de forma tal de no hacer de esta una práctica común de intervencionismo estatal sobre el negocio privado. Cabe destacar que el año pasado, el mismo ministro anunció el fin de esta política sobre el precio de los combustibles líquidos, luego de 17 años.

Durante el encuentro, el ex CEO de Shell, en conjunto con los directivos de las demás empresas, analizó alternativas para no trasladar la reciente devaluación de casi el 9% de este mes.

Mientras tanto, el presidente de la Asociación de Estaciones de Servicios Independientes, Manuel García, reveló que las compañías dejaron trascender que esta semana se aplicaría una suba de entre el 6% y el 10%. García sostuvo que los combustibles «valen el doble que en Estados Unidos, donde el precio de la nafta cuesta 60 centavos de dólar y en la Argentina vale 1,50».

En sintonía con la coyuntura internacional, Raúl Castellanos, secretario de la Cámara de Empresarios del Combustible, dialogó con FM La Patriada y opinó que “todo hace suponer que va a haber un aumento de los precios, porque hubo un aumento muy fuerte en el precio del petróleo y del dólar”. En el mismo sentido explicó que “la nafta tendría que aumentar un 26%, pero hay que descartarlo porque sería catastrófico».

Según relató Castellanos han transcurrido «dos años de subas fuertes de los costos de funcionamiento de las estaciones de servicio”, y resaltò el aumento en lo relacionado a lo laboral, la seguridad y la técnica. De esa forma, aseguró que “las únicas estaciones de servicio rentables son las grandes. Las estaciones más pequeñas, ya no son más rentables y poco a poco van tendiendo a desaparecer”.

Esta semana el juez Javier Cosentino declaró en quiebra a Oil Combustibles, luego de que Trafigura, empresa de capitales holandeses, desistiera de efectuar la compra de la ex empresa del Grupo Indalo. A través de un comunicado dirigido al magistrado, representantes de Trafigura sostuvieron que “resulta inviable que TASA pueda abonar o arribar a un acuerdo de pago de las deudas fiscales y tributarias de OCSA en las condiciones que las mentadas resoluciones internas de la AFIP establecen”.

Según el Gobierno, la única forma de que la AFIP se cobre una deuda de casi 8.000 millones de pesos es a través de la quiebra. Al respecto se pronunció Castellanos, quien consideró que «es lamentable que esto esté ocurriendo». «Las estaciones de Oil han pasado bastante tiempo sin abastecimiento, con la incertidumbre de no saber qué va a pasar con la empresa. No tenemos antecedentes como este que hayan ocurrido”, agregó.

Si bien la voluntad del Gobierno es la de congelar el precio de los combustibles por unos meses, presionado por las constantes corridas cambiarias, el aumento de la inflación y un perceptible malestar general, aún las petroleras no han acordado y esperan una propuesta superadora para esta semana, tras los anuncios del presidente en materia económica.