7 mayo, 2018
Entre 2015 y 2018 el empleo informal creció un 26%
Un informe del Centro de Estudios para el Desarrollo Nacional Atenea sostiene que en los últimos años creció la informalidad y precariedad laboral, mientras que observa un leve crecimiento del trabajo registrado. Apunta al Estado por reducir el presupuesto destinado a políticas de control del empleo.

Un informe del Centro de Estudios para el Desarrollo Nacional Atenea sostiene que en los últimos años creció la informalidad y precariedad laboral, mientras que observa un leve crecimiento del trabajo registrado. Apunta al Estado por reducir el presupuesto destinado a políticas de control del empleo.
Desde aquel 10 de diciembre de 2015, al asumir Mauricio Macri, a enero de 2018, los porcentajes de crecimiento más alto de empleo coinciden con las ocupaciones más precarias, como el caso de trabajadores con monotributo social, que escaló al 18,7%, es decir, 66.003 puestos de trabajo más.
Lleva el segundo lugar la modalidad de monotributistas independientes, con un 7,6% de crecimiento durante el mencionado período, número que representa un incremento de 109.458 puestos de trabajo.

Si bien pueden ser trabajadores y trabajadoras que brindan servicios de manera independiente, quienes poseen monotributo caen bajo una relación de dependencia encubierta y no gozan de todos los derechos del trabajo formal. Por ejemplo, una persona que trabaja para una empresa con contrato a término y factura de forma mensual, puede perder su empleo sin gozar del derecho a una indemnización.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la informalidad laboral escaló a 34,2% en el último trimestre del 2017, es decir, un 0,6% más que en los últimos tres meses de 2016, mientras que en otros sectores la tasa de no registro es más alta: Construcción (67,8%), Comercio (42,6%) y Hotelería y Turismo (44,6%).
Responsabilidad del Estado
El informe advierte que es el Estado quien debe intervenir con políticas públicas que promuevan el trabajo formal y combatan a quien se encuentre fuera de la norma. “Una herramienta fundamental para combatir el empleo no registrado es el Plan Nacional de Regularización del Trabajo (PNRT), destinado a la incorporación de los trabajadores no registrados al Sistema de Seguridad Social”, señala la consultora.
“En 2017 se redujo la partida en términos reales un 32% (considerando la inflación de 2017), y para este año el PNRT aumentó su presupuesto 6%, lo que no representa un aumento significativo”, advierte y ratifica que “la reducción de intervenciones del Estado trae aparejadas consecuencias como el crecimiento de la informalidad y la precariedad laboral”.
Trabajo registrado y reforma laboral
En medio del debate por la reforma laboral, que cosechó críticas por parte de la Confederación General del Trabajo (CGT) y mostró señales negativas por parte de los legisladores del peronismo dialoguista, Atenea advierte que la incorporación en la agenda pública de estos proyectos, en pleno auge de la precariedad laboral, “merece entonces una denodada sospecha del elenco político argentino”.
Si bien uno de los puntos que propuso el Ejecutivo para dicha reforma es el blanqueo laboral, los números de la consultora muestran que los asalariados privados, desde diciembre de 2015 a la fecha, aumentaron “tan sólo un 0,7%”, lo que representa un total de 42.833 puestos de trabajo. Es un índice bajo, siendo la categoría ocupacional que más peso tiene en el total de trabajadores registrados.
Por el contrario, uno de los rubros más perjudicados en la Argentina es la industria manufacturera, cuya pérdida de puestos de trabajo se acerca a los 61 mil empleos perdidos, es decir, un 4,9% menos desde diciembre de 2015.
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