Cultura

3 mayo, 2018

Encuentro Lúdico: “Soy jugando a ser”, cuando niños y niñas nos enseñan a desestereotipar

Hoy presentamos un juego inicialmente orientado para “peques” de 3 a 4 años en adelante. El principal atractivo de Soy jugando a ser es su propuesta, invita a construir un personaje propio, de manera individual o grupal, y permitiendo esquivar los estereotipados lineamientos tradicionales de género, estéticos, etarios y vinculados al mundo laboral.

Hoy presentamos un juego inicialmente orientado para “peques” de 3 a 4 años en adelante. El principal atractivo de Soy jugando a ser es su propuesta, invita a construir un personaje propio, de manera individual o grupal, y permitiendo esquivar los estereotipados lineamientos tradicionales de género, estéticos, etarios y vinculados al mundo laboral. De otra forma, también propone romper con miradas hegemónicas, como hacen a nivel adulto En la punta de la lengua y Espejados o también Coopolis respecto al mundo del trabajo.

La creadora

Nos encontramos con Soledad Toriggia (31) en Conexión Berlín, rodeados por su amplia ludoteca de más de 450 juegos originales. Entusiasmada, nos contó que es fanática de los juegos de mesa desde su niñez y que, a medida que iba creciendo, fue descubriendo un amplísimo mundo de juegos y posibilidades. En ese camino, decidió cursar la Tecnicatura en Tiempo Libre y Recreación en el Instituto Superior de Tiempo Libre y Recreación (ISTLyR). Y allí se animó a re-crearse, a transformarse en lo que siempre había querido ser, diseñadora.

Vinculando su pasión lúdica con su militancia feminista, ejemplifica la importancia formativa de los juegos con el tradicional Juego de la vida. La impactaba “desde la calidad de su tablero y componentes hasta el condicionante y reduccionista enfoque sobre la vida misma”. El paréntesis vital de cada jugador devenía en “endeudarse, casarse, tener hijos y esperar una buena dosis de azar; ¡tampoco había posibilidades de tomar decisiones!”.

El juego

IMG_20180502_190141En Soy jugando a ser pueden participar de 1 a 9 infantes. No invita a la competencia sino a la integración y temprana socialización, ofreciendo múltiples posibilidades de jugar. Asimismo, es un juego universal, totalmente gráfico, sin limitaciones idiomáticas. Para los más chicos, puede emplearse en modo juguete, como un rompecabezas con muchas formas de ser armado.

El modo juego propone que cada chico sea un creador de historias, cumpliendo una sola condición, emplear un elemento disponible de cada tipo. Pueden construirla en soledad o grupalmente, participando de un mismo relato que interrelaciona a los personajes. Este modo interpela la creatividad de los chicos y chicas, los invita a trascender lo que para los adultos son mandatos cotidianos incuestionables, del sentido común, proponiendo que exploren, armen/desarmen, inventen y combinen originales personajes e historias.

Los componentes

Soy, jugando a ser está organizado a partir de coloridas piezas de cartón de distinto tipo. Las personas se arman en base a tres partes del cuerpo que se presentan separadas: cabeza, torso y piernas. Estas piezas expresan distintos rasgos físicos, tonalidades de piel, formas de cuerpos. También hay objetos, que representan las preferencias del personaje creado y paisajes, que permiten ubicarlo en distintas geografías.

La cabeza es más grande que el torso y las piernas, logrando un diseño más atractivo y simpático. Asimismo, permite destacar mejor los rasgos étnicos y los detalles, que buscan graficar a personas del mundo real. Otro elemento que no limita ni direcciona la creación de los personajes es que el fondo de todas las cabezas, torsos y piernas es del mismo color anaranjado.

IMG_20180502_190311Soledad destaca que su amiga y militante feminista, la ilustradora Roma Palermo, logró figuras realistas y a la vez influenciadas por el dibujo infantil. Y también señala que fue vital el trabajo del diseñador gráfico Fabián Lamarche. Ambos se comprometieron con su idea cuando apenas era un proyecto, y con su trabajo lograron participar en el concurso que permitió concretar el juego.

El concurso originario

Fue lanzado en 2016 por el Instituto Municipal de la Mujer de la ciudad de Rosario. Titulado «Concurso Juguemos en Igualdad», convocó a creadores y artesanos a realizar un juego o juguete no sexista, no violento y sustentable. Soy jugando a ser obtuvo el primer lugar. Los 25 mil pesos del premio permitieron editarlo.

El dictamen del jurado lo consideró «superador en lo referido a la temática de inclusión de las diferencias y desarrollo del potencial creativo, además propone la ruptura de estereotipos de géneros, la promoción del buen trato y relaciones equitativas. Se destacó asimismo el aporte educativo del juego, su funcionalidad y estímulo a diferentes sentidos, lo que equivale a variadas posibilidades de entretenimiento».

Entre el desinterés del mercado y las potencialidades formativas

Ansiosa y con muchas expectativas, Soledad visitó jugueterías buscando visibilizar su creación lúdica. Pero esta creativa temática causó poco entusiasmo comercial, lo que la llevó a resignar ese canal de venta. Criticamente, se cuestiona haber ido a esos espacios y reflexiona: «¿Que más sexista que una juguetería?, allí encontramos juegos activos para niños, juegos pasivos para niñas”.

Pero ese desinterés contrasta con la excelente recepción de profesionales vinculados a la educación. En manos de profesionales de la Psicopedagogía, Psicología, la educación popular y docentes, Soy jugando a ser se transforma en una herramienta facilitadora y amena para abordar distintas situaciones. Como juego vincular y por su capacidad proyectiva, permite ver que le pasa a los niños y niñas, evidenciando sus pensares latentes, aún no verbalizados y asimismo, poder intervenir.

La docente Camila Berguier (29) considera que “es un juego con mucho potencial para trabajar desde los primeros grados de la escuela primaria, inventando personajes no-estereotipados, hasta en la secundaria, repensando el ‘deber ser’ establecido hegemónicamente en cuestión de género”. Y se entusiasma relacionándolo con la Educación Sexual Integral, ve “un recurso muy atractivo para las Prácticas del Leguaje y de Idiomas, como disparador de historias que promuevan derribar prejuicios y educar con vínculos más igualitarios”.

Promo para lectores de Notas

Durante estas dos semanas, contactándonos a [email protected], Soy jugando a ser incluye una entrada libre para una jornada extendida en Conexión Berlín.

Julián Fernández – @julianlautaro

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