18 abril, 2018
Más policías que manifestantes: las castas altas también reclaman
La semana pasada desde Notas contamos acerca de la protesta de las castas más bajas en la India. Hoy veremos cómo y por qué las castas altas también se manifestaron. ¿Qué reclamaban? ¿Qué alcance tuvieron? ¿Cómo fueron recibidas sus medidas por los medios de comunicación y las autoridades?

Para tener una idea más acabada de las castas en India y de su rol en la política es necesario considerar a todos los actores. Por un lado están los dalits y las castas y tribus enlistadas (SC/ST, abreviadas así por sus siglas en inglés). Otro de los sectores de la sociedad son las Other Backward Classes (OBC, o bien otras clases desfavorecidas).
Las OBC no forman parte de las castas y tribus enlistadas o inventariadas. En enero de 1979 se organizó una comisión liderada por B.P. Mandal, conocida precisamente como la comisión Mandal para tratar los problemas de clases sociales desfavorecidas. Allí se elaboraron 11 indicadores que determinarían la pertenencia al sector. A partir de 1980 se establecieron cupos para las OBC en los empleos públicos que a la fecha continúan vigentes.
Desde el periódico Hindustan Times se mencionó que las castas altas y OBC en el Estado de Madhya Pradesh protestaron en contra de la violencia generada en el bharat bhand de principios de abril. La consigna fue manifestarse el día 7 mediante una marcha pacífica. La organización SAPAKS, que nuclea a empleados del sector público, convocó para esta fecha a las castas altas, las OBC y a las personas en general que se opusieran a la violencia generada por las protestas dalits.
En cambio, la organización que nuclea a dalits y población tribal de la administración pública (AJJAKS) rechazó la convocatoria. Su secretario general, SL Survyavansi, lamentó que ninguna organización haya protestado cuando los dalits fueron víctimas.
El 10 de abril, el motivo del reclamo era otro e incluso en algunos medios, no quedaba claro quién protestaba. El llamado a manifestarse realizado mediante redes sociales apuntaba contra la política de cupos y buscaba ser una respuesta a la barath bhand de castas y tribus enlistadas. Se mencionó que no hubo organización formal que llevara adelante este reclamo.
De acuerdo al periódico The Indian Express su impacto fue casi nulo a la par que se desplegó un gran operativo de seguridad. Desde el Ministerio de Asuntos Internos se instó a cada Estado a tomar medidas, destacando que serían ellos los responsables por cualquier hecho violento que se llevara a cabo en su jurisdicción.
En el Estado de Rajastán, como medida preventiva se bloqueó el acceso a internet móvil durante algunas horas. En la región de Gwalior-Chambal los servicios de internet también se bloquearon advirtiendo que aquellos que compartieran mensajes de odio serían detenidos por desacato.
En las ciudades de Jaipur, Bharatpur, Bhopal y Nainital se prohibió la reunión de cinco o más personas a través de la de imposición de la normativa 144 del Código Penal indio.
Todos los medios consultados consideraron que la adhesión a la medida no habría generado el impacto esperado, siendo que los transportes públicos funcionaban con normalidad e incluso varios locales comerciales estaban abiertos.
Más allá del poder de convocatoria y efectividad de las protestas no deja de ser llamativo cómo en ambas manifestaciones se desdibuja el sujeto destacando la amplitud del reclamo.
Es la gente en contra de la violencia, son los mensajes en las redes quienes se manifiestan. Mientras que en la cobertura de los medios masivos la protesta de dalits, nunca dejó de ser de ellos, nunca pasó a ser de la gente que estaba en contra del fallo. Algunos parecen ser siempre más representativos de “la gente” que otros.
Lucía Ibarra – @pichi_ibarra
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